A un mes del verano, siguen los problemas por el poco espacio en las playas públicas

Durante el último fin de semana nuevamente quedó a la vista un reclamo que crece cada temporada. Cuando la marea sube, la gente queda acorralada entre la orilla y el límite que fijan los privados para instalar sus servicios de sombra. Todo el frente costero, afectado.

Las playas del microcentro, el domingo pasado.
La marea sube y la playa pública deja de existir.
Las arenas de Las Toscas, en retroceso.
Acorralados entre la orilla y los límites privados.
Playa Grande, ya sin gente, en horas del atardecer, la semana pasada.
En Punta Mogotes también subió la marea y la gente debió mojarse para pasar por el sector.
Balneario 0 de Punta Mogotes.
23 de Noviembre de 2016 09:34

Por Redacción 0223

PARA 0223

La problemática quedó en evidencia años atrás por el voluntarismo de los vecinos de Mar del Plata, que activaron la protesta y lograron, incluso, repercusión nacional. El verano pasado, diversas `sombrilleadas´ coparon la escena y pusieron en evidencia serias incongruencias en los controles municipales y en el avance de los sectores privados sobre la arena. A un mes de una nueva temporada estival, la triste historia amenaza con reiterarse...

Desde fines de 2013, durante el verano del 2014 y a lo largo de los últimos dos años, hubo pedidos de informes de concejales, -uno de ellos, incluso, del ahora intendente Arroyo-, altisonantes declaraciones de funcionarios del Ejecutivo de turno, intervenciones de la Defensoría del Pueblo, polémicas respuestas recientes de los empresarios privados y hasta un informe fulminante de una ONG publicado en agosto último. Las denuncias, sin embargo, no cesan.

Muy lejos de disminuir, los inconvenientes se replican con el correr de los meses. Y la llegada del buen tiempo, obviamente, expone a todos los involucrados en el asunto. Durante el último fin de semana, nuevamente múltiples personas retrataron en imágenes a lo largo de todo el frente costero urbano, los problemas marplatenses al momento de brindar espacio de playa.

La postura de los privados, sobre la necesidad de realizar obras de refulado, fue rápidamente desacreditada por las organizaciones que defienden los espacios públicos, al sostener que esos trabajos, que estarían a cargo del Estado, serán solventados con los impuestos de los ciudadanos, brindarían más playas para la gente pero, en definitiva, sostendrían los masivos espacios de sombra de los privados. “Acá no falta arena, sobran carpas”, sostienen.