Una boca de tormenta, agresiones y una botella de vino, claves de la declaración de Federico Sasso

7 de Junio de 2017 12:55

Por Redacción 0223

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Federico Sasso, de 19 años, está acusado de homicidio culposo luego de atropellar y matar a Lucía Bernaola y lesionar a varios jóvenes que estaban con ella, la madrugada del domingo último en Alberti y La Costa. El joven declaró este lunes ante la fiscal María Teresa Martínez Ruíz y aseguró que perdió el control del auto, luego de pisar una boca de tormenta. Remarcó que había tomado una botella de vino con un amigo antes del hecho y que nunca quiso escaparse del lugar, pero sufrió agresiones de los jóvenes que estaban allí.

“Al momento de empezar a doblar piso una boca de tormenta. En ese momento la cola del auto pierde control y se inclina para la izquierda, luego para la derecha y genera un trompo y genera la colisión contra los que estaban en la vereda”, relató Sasso.

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En ese momento, señaló, se bajó del auto y se le acercó “una cantidad de gente de manera agresiva”, por lo que él decidió dar una vuelta a la manzana y volver al lugar. “Fue una reacción del momento, instantáneamente regresé al lugar”, indicó.

Sasso contó que tres jóvenes lo tiraron al piso y lo golpearon. Le mostró a la fiscal una “cascarita en la nariz”. “Yo del choque no recibí lesiones. Me dieron golpes de puño. Uno me persiguió reiteradamente y yo sé que si pasa esto no hay que irse, pero no me dejaba de pegar. Yo creo que eran de este grupo”, indicó.

Consultado por la fiscal, Sasso negó haber utilizado el freno de mano, una  maniobra típica de aquellos que corren picadas. “El auto pierde el control en la parte trasera, giro el volante para la izquierda para retomar el control, cuando el auto lo logra, genera ese trompo. Yo presioné el freno, y lo más que hice fue girar completamente el volante hacia el otro lado. El freno de mano nunca lo accioné”, relató.

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El joven imputado por el homicidio de Lucía contó que esa noche había salido con dos amigos. Dijo que había estado con uno de ellos cerca de las 22.30 y que allí tomó una botella de vino. “Yo luego no consumí otra sustancia, no consumí alcohol”, explicó. A Sasso el control de alcoholemia le dio 1,2 gramos de alcohol en sangre, más de cuatro horas después.   

 

"No quiero volver a la 44, peligra mi integridad"

El abogado de Sasso Pablo Romano solicitó que el joven no siga detenido en la Unidad Penitenciaria 44 de Batán para “proteger su integridad física”.

“Sinceramente siento que peligra mi integridad en Batán, pero concretamente allí no recibí ninguna agresión, pero me parece amenazante el lugar. En la alcaidía hoy cuando nos ingresan a la celda estaba charlando con los detenidos, se acerca un oficial un tanto prepotente y me preguntó: ‘¿¡Vos sos Sasso!?’, yo le comenté que sí, y otro detenido que estaba en la celda conmigo intercedió porque me preguntó de mala manera, y le empezó a gritar de mala manera. El oficial le dijo ‘callate, no te metás, no te tenés por qué meter’. Ese mismo detenido que había intercedido me dijo que ese oficial es familiar de una de las chicas que yo lesioné. Luego de ese incidente tuvieron que retirar al oficial sus compañeros. Por eso no quiero volver a la 44”, relató.