Cerruti: "El verdadero jefe de Macri es Nicolás Caputo"

La periodista y dirigente política presentó la reedición de El Pibe, que repasa la vida del líder del PRO. Dijo que entiende el Estado como una manera de hacer negocios y contó detalles de la relación con su padre.

18 de Octubre de 2015 08:48

La periodista Gabriela Cerruti llegó a Mar del Plata para presentar la reedición de El Pibe, la biografía de Mauricio Macri, casi al mismo tiempo en que explotó el caso de Fernando Niembro y que el líder del Pro presentó su declaración jurada. En ese contexto, cuenta que el libro merecería tener varios capítulos más dedicadas a esto y afirma: "El verdadero jefe de Mauricio Macri es Nicolás Caputo".

En una entrevista con 0223, la dirigente kirchnerista también habla de la relación del jefe de Gobierno porteño con su padre, Franco Macri. Y sostiene que por primera vez en la Argentina la derecha tiene un candidato nacido y criado con esos valores de vida. "La idea de Estado para Macri es hacer negocio, tanto de adentro o de afuera", dice y recuerda cuando las empresas familiares eran las principales contratistas, como luego se beneficiaron con las privatizaciones y que aún hoy, con el modelo kirchnerista que él combate, los negocios del expresidente de Boca atraviesan uno de sus mejores momentos.

-¿Cuánto te llevó escribir el libro?

-Escribo rápido, con lo cual la parte de escribir no fue la parte más complicada. La más larga fue la investigación, con dos momentos diferentes: por un lado hubo mucho que investigar de temas que yo desconocía y que tuve un hubo un equipo de contadores y economistas, porque había escrito El Jefe, pero la historia era más política. Ahora tuve que leer balances de empresas, cruzar esos informes, declaraciones juradas.

Debemos haber trabajado en la investigación desde 2007, cuando asumió y hasta el 2009 que empecé a escribirlo. Durante todo el año, íbamos cotejando datos mientras lo escribía. Este primer cierre se publicó en 2010. Y ahora este año volví con la idea. Aquel primer libro terminaba  preguntándole a él qué quería y decía que quería ser presidente. El subtítulo era ese: El hombre que quiere ser presidente. Ahora ya estaba lanzado y había que ponerse a ver cómo esos datos presentados terminaban de cerrar… Y ni hablar que en estas últimas tres semanas, me cerraron otra cantidad de datos que estarían para algunos capítulos más.

-El capítulo Niembro…

-Es uno aparte. Él es paradigmático por el personaje que es, pero en realidad es un modus operandi de cómo inventan empresas para desviar plata y eso sí está contado en el libro. El tema, para mí y son los capítulos que faltan, es (Nicolás) Caputo, que va a aparecer fuerte ahora con la declaración jurada. Es el que mejor amigo de él, es el que lo sacó del secuestro.

-Es el jefe de Gabinete en las sombras, así lo mencionás.

Es el jefe de gabinete en las sombras. El verdadero jefe de Macri es Nicolás Caputo. En los momentos que se pelean, Macri no existe. Y ahora, esta cosa absurda de poner en la declaración jurada que le presta 18 millones de pesos a Caputo, es una confesión. Se pasaron años buscando una prueba que junte al empresario de Santa Cruz con el hijo de la presidenta, y ahora tenés el señor diciendo que le presta 18 millones de pesos al mayor constratista de la ciudad de Buenos Aires. Hoy Caputo se lleva 1600 millones de pesos en contratos. El tema, para mí, es el tema de Caputo.

-Escribiste el libro en 2010 y ahora retomaste una nueva parte. ¿Cambió Macri en ese tiempo? ¿Cambió tu percepción sobre él?

-Yo creo que las dos cosas. Todos vamos cambiando permanentemente, vamos aprendiendo y equivocándonos. Él en algunas cuestiones tiene cosas permanentes, como hizo un negocio hasta ahora. Y cosas que se van cambiando: era una persona que entendía poco de la política y armó una fuerza política que gana elecciones y que se está armando a nivel país.

Parecía en un momento que se iba a aburrir. Pero evidentemente la política y el poder a él lo entusiasma y lo ha llevado a tener esta persistencia en cumplir con metas que se fue poniendo. Lo miré mucho con la decisión de Larreta y Michetti porque marcaban un personaje que en política empezaba a hacer lo que él quería hacer. Fue un cambio importante.

La idea de Estado de Macri es para hacer negocio, de adentro o de afuera.

-¿Y en qué no cambió?

-Lo que menos ha cambiado es la matriz de él para los negocios y para la economía. Eso se repite todo el tiempo, con Niembro, con Caputo; la idea del Estado para hacer negocios, de adentro o de afuera. Cuando era contratista, porque era contratista; con Menem luego se quedó con las privatización y ahora porque es dueño del Estado. Sensación de que el Estado es para ellos, para los amigos y para hacer con el Estado lo que quieran.

-¿Creés que eso se va a repetir si llega a ser presidente?

-Yo creo que ese es un modelo político. Ahí hay una ideología. Hay un caso que se sigue poco que es la privatización del Correo Argentino, que es su privatización, la que se queda él y su equipo. Lo primero que pide al gobierno es una ley para que cierre el resto de los correos privados. Mucha libertad de mercado, menos cuando me toca a mí. Echó a 1500 empleados apenas asumió y en el balance lo puso como inversión de la empresa. Ese es un modelo económico, él piensa los negocios de esa manera, que es una de las variantes de la burguesía argentina. Hay una parte que cree que el Estado tiene que ser grande para poder contratar y si crece el Estado crecen ellos también. Y hay un ala liberal, que tiene más que ver con Mauricio Macri.

-¿En qué se demuestra?

-Él tiene declarados 30 millones en el exterior y dos más acá de pesos, en dólares. En total deben tener 5 millones de dólares. No puede hablar de devaluación. El dólar se devalúa un peso y el tipo ganó 30 millones de pesos en cinco segundos. Alguien que maneja esos números no puede decir nada del cepo, porque básicamente le cambia la vida a él.

-¿El quiebre con el padre es real?

-El quiebre con el padre es como todo quiebre con los padres cuando hay mucha plata y otras cosas en juego. Cuando él se queda con todas las empresas en 2007, hay un quiebre muy fuerte donde incluso plantean hacerle un juicio de insanía al padre para que no pueda meterse más en las empresas.

Franco decía que era su delfín, pero por otro lado les decía a todos que era un inútil.

-En el libro hablás de la idea de traspasar la figura del padre, de ser el heredero pero no ser igual que él.

-Y sí, si tenés un padre que toda la vida te dice que sos su delfín, pero que por otro lado le dice a todos que sos un pelotudo, un inútil… hay que crecer así. Uno termina compadeciéndose de Macri con ese padre. Al mismo tiempo, estamos hablando de negocios y de mucha plata.

La muerte de la hermana fue debate familiar. En la causa de las escuchas tiene mucho que ver la relación de la hermana y el marido de la hermana con el padre. Luego de eso, hay algo de juntarse, de hacer de familia.

Qué hacen, le pregunté. Dice que juegan a las cartas, pero que cuando le repregunté de qué hablan me dijo que juegan a las cartas y ahí no se habla. Como que tienen una cosa de soportarse mutuamente.

-Antes de elegir hacer un libro, obviamente conocías al personaje. ¿Te sorprendió algo?

-Me entrevisté con él dos veces. También con el padre. Dos personajes muy distintos. El padre es un europeo, un italiano y él, un americano. Ahí tiene que ver los Macri y los Blanco Villegas.

A Macri lo entrevisté porque él me llamó. En un discurso en la Legislatura me enojé, empecé a hablar de él. Evidentemente estaba escuchando y se dio cuenta que sabía más de él. Me mandó a decir por una secretaria que quería dar su versión. Chequeé algunas cosas que tenía, cosas que a mi me parecían insólitas. En algún lado yo había encontrado que él había dicho que el primer cheque que recibió era de seis ceros. Sí, me cuenta la historia y era un cheque de Donald Trump. Hacen un negocio inmobiliario en Manhattan con personajes de la mafia neoyorkina. Hay una parte de la vida que es apasionante, pero te da trabajo escribir porque parece inverosímil. Y empezás a contar la historia de este personaje que a los 22 años hizo negocios con el jefe de la mafia neoyorkina, que hoy está preso por mandar a matar a una jueza, con un cheque de Donald Trump y el padre que decía que era un inútil, pero lo mandaba a jugar al golf con Donald Trump para que se hiciera amigo y así le podían sacar la plata. Y una piensa que todo eso no puede ser cierto. Y era.

La verdad que fue apasionante. Tenía mucho dato de esa historia. Porque por haber escrito El Jefe y Robo para la corona, en todo eso estaban los Macri.

-¿Cómo ves a Franco Macri kirchnerista? ¿Te parece sincero?

-Yo creo que se le debe cruzar el odio al hijo, en algún punto. Pero mi sensación igual es que Franco Macri ha estado bien con todos los gobiernos. Franco Macri ya hacía negocios con Perón y con López Rega. El altar de la patria donde iba a estar el féretro de Perón, que los militares lo destruyen, lo construye Macri. Pero la primera reunión de Videla cuando asume es con Franco Macri. Y asume Alfonsín y ellos van y se juntan y le ponen plata a la Coordinadora. Cada vez que asume, hacen todo el trabajo para ver cómo meterse con el gobierno, con la visión de la Fiat: la empresa italiana que tiene el club de fútbol y que necesita que al gobierno le vaya bien, porque así se van a vender muchos autos.

-Un pragmático.

-Franco Macri tiene una visión de negocios importantes. Es el primero que va a hacer negocios a China, por ejemplo. Terminó imprimiendo los pasaportes chinos. Dos mil millones de chinos, dos mil millones de pasaportes.

Yo creo que quiere estar bien con este gobierno. Además las empresas de los Macri, incluso de Mauricio y Caputo, se han llenado de plata en los últimos años. Se ve en los balances. Esa es la gran contradicción de Macri: ver cómo seguir cuestionando la economía de este gobierno, cuando sus empresas explotan.

Lo que Franco no tiene es esta hipocresía de Mauricio. Él piensa que este modelo económico está bien y lo apoya. Igual yo no le creo nada a ninguno de los dos. Quizás todo esto termine, si algún día Mauricio es presidente y Franco lo apoya. Pero por favor que no.

-Anoté una frase: “Lo importante no es coincidir sino respetarse”. Es de un mail que te escribió Macri. ¿Lo respetás?

-Respeto lo que dice, respeto sus datos, las entrevistas. No me interesa como personaje, como relación humana. No sé si hay un ser humano detrás de esa persona. No me lo imagino con sentimientos. Mauricio Macri es un proyecto económico en sí mismo. Y además creo que es la primera vez en la Argentina que la derecha tiene un candidato nacido y desarrollado en la derecha. La derecha gobernó por golpes militares, por el FMI, por poner ministro de Economía en gobiernos populares. Ahora tiene un candidato nacido y criado desde la derecha. Lo que sí hice en el libro es respetar textual las entrevistas.

-Decía que no creía que fueras a publicar la carta que te mandó…

-Yo publiqué textual, me parece valiosísimo tenerlo a él para la biografía. Pero sí me parece que pertenece a otro mundo de valores. Tenía un profesor en comunicación que decía que es difícil cuando tenés un astrónomo que cree que la luna es un satélite de la tierra, un poeta que cree que la luna es la cara de su amada y un ratón que la luna es un pedazo de queso, hablar de la luna. Yo tengo esa dificultad: no pertenezco a su mundo simbólico y de valores.

Lo vi ahora en un spot diciendo que va a poner cloacas en todo el país. Hijo de puta, poné cloacas en la Villa 31, hace 8 años que gobernás la Ciudad de Buenos Aires y no la pusiste. Me parece de una desfachatez terrible.

Macri es el primer candidato de la derecha, nacido y desarrollado en ella.

-¿Por qué creés que tiene chances de ser presidente en la Argentina?

-Creo que por diferentes razones. Lo que tenía que hacer otra fuerza política en la Argentina, como el radicalismo, lo está haciendo él. El peronismo guste o no es una fuerza política de este país, que está instalada, y que en algún momento la hegemonía del peronismo tendrá que ver con lo que a nosotros más nos gusta y a veces con lo que menos nos gusta, pero es una fuerza que va a elecciones y que gana y pierde. La otra fuerza era el radicalismo. La implosión del radicalismo y el favor que el hizo al machismo al desaparecer… Macri no podría ser candidato porque no tiene discurso, estructura, armado, ni recursos, si no fuera porque esa estructura en las provincias se la dio el radicalismo.

La gran estafa política argentina es de un partido que viene de otros valores y convicciones y se prestó a ser la mano de obra barata de la derecha en la Argentina de hoy.

-La Argentina y el mundo van a un bipartidismo…

-Yo creo que la garantía de las democracias son las minorías. Todo el activismo de las minorías tiene que ver con la profundización de la libertad y la democracia. Lo otro es construcción de hegemonía y no permite que circule la energía en las sociedades.

El mundo, básicamente, se divide en derecha e izquierda, más o menos democrática. Pero están aquellos que tienen por principal valor la igualdad y están los que están pensando que el mundo es desigual y están tratando de hacer que vivan esas desigualdades.