Atraparon a uno de los Doce Apóstoles en Mar del Plata

Uno de los sujetos condenados en abril de 2000 por el sangriento motín en la Unidad Penal de Sierra Chica, fue aprehendido tras los allanamientos que personal policial realizó en cuatro domicilios en el barrio Bernardino Rivadavia. Lucio Bricka Puebla, uno de los “Doce Apóstoles” que encabezó la revuelta, registraba dos pedidos de captura en la órbita de un juzgado de Vicente López.

Personal de la Dirección Departamental de Investigaciones con el apoyo de integrantes del grupo Halcón, allanaron los inmuebles en el marco de una denuncia por el incendio de una vivienda y la portación de armas de guerra en cercanías del asentamiento conocido como villa Mataderos. Tras la denuncia de una mujer hace algo más de un mes, la investigación avanzó en la fiscalía 4 a cargo de Andrea Gómez.

Según los datos a los que tuvo acceso 0223, el personal de la DDI aprehendió a Bricka Puebla en una vivienda de la calle Malvinas al 3200, mientras que el otro aprehendido –de apellido Álvarez-  estaba en San Lorenzo al 5900. De  manera simultánea, los efectivos del grupo Halcón irrumpieron en los domicilios de Malvinas al 3100 y Roca al 5900. En este último, revisaron una precaria casilla de madera que, según los investigadores, es utilizada como “refugio” tras la comisión de hechos delictivos.

Bricka Puebla –que cumplió su condena y salió en libertad en 2005- registraba dos pedidos de captura por un par de robos calificados. Aunque fue trasladado a la sede de la DDI, trascendió que el Juzgado de Vicente López dejó sin efecto la medida, por lo que recuperaría su libertad en las próximas horas.

La situación de Álvarez es similar, ya que el pedido de captura que registraba es por un hecho que cometió cuando era menor de edad. Sin embargo en su caso se inició una nueva causa porque fue aprehendido con un revólver calibre .32 en su poder.

En cuanto a la causa original que motivó la investigación, se conoció que en las últimas horas algunas de las personas que fueron allanadas en sus domicilios habían denunciado a la mujer que presentó la queja original. Algunas de las fuentes consultadas por este medio señalaron que “ambas partes se acusan mutuamente de atacarse y de tener armas guardadas en sus domicilios”.