Taiana: “La única encuesta real fue el 13 de agosto y le ganamos a Cambiemos”

Con un cortado en la mano, el candidato a senador de Unidad Ciudadana Jorge Taiana, quien disputa con Gladys González de Cambiemos el ingreso a la cámara alta, habla sobre su reunión con sectores empresariales de Mar del Plata: Tics, productores porcinos, textiles, comercios. “Todos tienen un panorama muy preocupante”, dice y le apunta a las políticas económicas que impulsa el gobierno de Mauricio Macri.

Taiana volvió a Mar del Plata y mantuvo una agenda intensa: reuniones, recorridas por los barrios y cierre con un acto en el club Peñarol. “Es una campaña en la que los grandes medios se enfrentan a la militancia. Yo he participado de varias de esas batallas y en general hemos ganado los militantes”, dice en una entrevista con 0223.

El excanciller se refiere a las encuestas y asegura que no les da valor porque, dice, están hechas para influenciar al electorado. “La única encuesta real fue el 13 de agosto y le ganamos a Cambiemos. Y creo que en octubre vamos a volver a ganar”, sostiene.

El compañero de fórmula de Cristina Kirchner señala que es clave un triunfo de Unidad Ciudadana el 22 de octubre porque le será más difícil al gobierno avanzar con las políticas contra los trabajadores y el empleo registrado. Además, sostiene que las presuntas luchas contra las mafias que da el gobierno no son serias. “Hacen mérito de la cuestión judicial del ‘Pata’ Medina, cosa que está muy bien, pero nada dicen que la hija del Momo Venegas denuncia que testaferros se están quedando con la plata de su padre”, dice.

-En las Paso las encuestas favorecían a Unidad Ciudadana, que ganó por menos de lo que se esperaba. Hoy las encuestas dicen que gana Cambiemos. ¿Cómo las toman?

-Yo soy sociólogo de formación. Quizás no creo tan sacrosantamente en las encuestas, sobre todo en las que pareciera que son encuestas de diseño: se realizan para tener alguna influencia o peso político. La única encuesta real fue el 13 de agosto y le ganamos a Cambiemos. Y creo que en octubre vamos a volver a ganar.

-¿Por qué cree eso?

-Porque vamos a hacer que vote más gente, vamos a auspiciar la mayor participación que normalmente se da en las elecciones generales que en las Paso. Y sobre todo porque creemos que van a votar más jóvenes, que se inclinan en una proporción importante a Unidad Ciudadana. Y creemos que van a votar más personas que están en la sección periurbana o en las barriadas más alejadas y vulnerables que tuvieron muchas dificultades para votar en las Paso. Hubo mucho cambio de padrón, modificación de mesas y eso afectó la participación.

-¿Y podrán sumar votos de otros sectores?

-Confiamos en que así como en las Paso se vio a dónde está la inmensa mayoría del voto peronista, que apoya Unidad Ciudadana, creemos que eso va a generar que votantes peronistas que acompañaron otras listas apoyen a Unidad Ciudadana.

-¿Por qué cree que un votante que no los acompañó en las Paso los puede acompañar ahora?

- Si lo que se busca es decirle al gobierno con un mensaje claro que hay que cambiar el rumbo y que no estamos satisfechos con lo que está haciendo, está claro que el objetivo concreto es derrotarlo electoralmente. Si se trata de eso, la única opción es Unidad Ciudadana. Eso va a hacer que quienes razonen de esta manera (que entiendo serán muchos), más allá de las diferencias que puedan tener, decidan apoyar a Unidad Ciudadana porque es lo que garantiza el éxito político.

-¿Cómo ve la campaña?

-Es una campaña que tiene un desequilibrio. Hay un poder institucional importante (Presidencia de la Nación, gobierno de la Provincia y de hecho la Ciudad de Buenos Aires que tiene un derrame fuerte sobre la provincia), acompañado de una concentración de poder real muy grande, totalmente identificada con el gobierno. Me refiero al poder económico, financiero, a las grandes empresas y grandes medios. Todo ese bloque es muy poderoso y la única forma de derrotarlo es a través de una participación más activa de la ciudadanía y sobre todo de la militancia en la campaña electoral.

Es una campaña en la que los grandes medios se enfrentan a la militancia. Yo he participado de varias de esas batallas y en general hemos ganado los militantes.

-¿Le sorprende que el gobierno tena 35% de apoyo?

-No, es una tercera parte de la provincia o del país. Casi todos los gobiernos en sus dos primeros años tuvieron una votación parecida o mejor. Alfonsín tuvo más votos en el '85.En el '91 Menem también. En 2001 incluso la Alianza tuvo una votación de cierta importancia a pesar de que hubo mucho voto en blanco y nulo. Y Néstor Kirchner en 2005 también tuvo un voto importante. No es tan sorprendente que saque un tercio de los votos.

Sí dividiría ese voto en dos sectores. Uno tiene que ver con los beneficiarios directos de un proyecto de minoría, que obviamente beneficia a sectores. Pero también hay una serie de personas que tienen un voto aspiracional, que no son directos beneficiarios de esa política, pero que creen que en algún momento pueden beneficiarse o incorporarse. Lo que pasa es que ellos además lo que buscan es la división del voto opositor. Aquel famoso principio de Divide y reinarás. Con ese tercio creen que dividiendo a la oposición pueden buscar mayoría, construir.

-Se habla de un nuevo ajuste después de las elecciones. ¿Qué pueden plantear desde el Congreso teniendo en cuenta que hasta hoy Cambiemos no tiene mayoría en las cámaras y pudo avanzar con sus políticas?

-Lo primero es derrotarlo políticamente y la elección que vale es la de la provincia de Buenos Aires. Si ellos volvieran a ganar lo que quedaría es un fuerte impulso para avanzar con un respaldo político. Ganamos las elecciones. Aunque no tengan mayoría van a querer forzar con diversas artes que sectores del Congreso apoyen sus propuestas. Si son derrotados va a ser más difícil que logren generar ese apoyo para transformar la mayoría en minoría.  La entrada de nosotros victoriosos al Congreso dará más fuerza a una política opositora.

Lo que ha hecho el gobierno es confundir: dice que gobernabilidad es sinónimo de apoyo a las políticas de gobierno. Y no es así. Gobernabilidad es defender el sistema democrático, defender la participación ciudadana y representar a los sectores que nos dieron su voto con nuestras propuestas. Y eso es lo que vamos a hacer: defender el trabajo y la producción nacional. Y sobre todo defendernos de un endeudamiento externo irresponsable. Eso quizás no se ve ahora, pero seguir con este ritmo de endeudarnos en más de 40 mil millones de dólares el año que viene y que ya el pago de los intereses de la deuda sea el 13%, son cosas que nosotros vamos a buscar limitar.

-Se menciona reforma laboral, cambios en el sistema jubilatorio, nuevos tarifazos para después del 22 de octubre. ¿Qué es lo que más le preocupa?

-Son un combo. La precarización laboral va unida a la apertura económica. Y la apertura económica va unida a la desindustrialización. Usted está precarizando y expulsando mano de obra y como consecuencia de eso va a aumentar la desocupación. Están buscando una caída del salario vía una mano de obra que acepte condiciones de muy baja protección y salarios.

El problema es que no solo es injusto hacia los trabajadores, sino que es un disparate desde el punto de vista económico. Argentina solo puede desarrollarse a partir del crecimiento de su demanda interna, por una mejora en los ingresos y en la cantidad de puestos de trabajo. Si no apostamos a eso no hay desarrollo sostenible.

-En el caso de la reforma laboral, también encontraron apoyos de la clase media que rechaza algunas prácticas sindicales. Se vio claro con el caso del Pata Medina, pero ya venía de antes.

-El gobierno utiliza los medios de una manera muy parcial. Hacen mérito de la cuestión judicial del Pata Medina -lo cual me parece bien porque es un señor que poco tenía que ver con nosotros y nos atacó en varias oportunidades- pero nada dicen de que el sindicalista más amigo del presidente, que acaba de fallecer y es el Momo Venegas, tiene una hija que denuncia que los testaferros le están robando. Y que una de esas cosas que le robaron es un campo de 20 millones de dólares. No veo cómo un peón rural pueda hacerse de 20 millones de dólares en una propiedad. Y eso no se investiga. No me parece que sea serio que se esté luchando contra las mafias.

Taiana se encontró con el dirigente sindical Julio Piumatto, quien fue aliado del kirchnerismo y luego se distanció.

-¿Qué cree?

-Que se utilizan algunos casos que se piensa pueden tener ventaja política para tratar de sacar un rédito electoral. Hacen lo mismo con la seguridad. La inseguridad ha crecido, han hecho mucha propaganda con los policías que ponen a disposición, pero no hay una reforma integral de la policía bonaerense. Y las cifras mismas del delito dicen que creció el delito violento, el secuestro exprés, los casos de violencia de género y los robos a mano armada. Tampoco hay mejora ahí, aunque ellos digan que sí.

-¿Y por qué cree que ese discurso es eficaz en un sector de la población?

-Hay varias cosas que se combinan. Ellos nos ganaron la elección hace menos de dos años, lo cual demuestra una cierta expectativa de la sociedad de tener algún cambio. Señalaron que iban a mantener todo lo que estaba bien y mejorar lo que estaba mal. Y en realidad arruinaron lo que estaba bien y empeoraron lo que estaba mal. Pero todavía hay un sector de la sociedad que puede pensar que conviene darle un poco más de tiempo a ver si mejoran. Y ellos dicen eso: Sabemos que no todo está bien, pero dennos un poco más de tiempo que va a mejorar. La mala noticia es que las cosas no van a mejorar en el sentido de beneficiar al conjunto de la población porque aplican una política basada en una Argentina agroexportadora y la especulación financiera.

Más allá de cómo estén los números macro habrá una creciente precarización del trabajo, una pérdida de puestos de trabajo y un crecimiento de la desocupación y la desigualdad. Un sufrimiento de la pequeña y mediana empresa.

-¿Coincide con Cristina en que vivimos en una democracia debilitada?

-Sí, es indudable que es una democracia, pero también es indudable que algunas cosas vinculadas a derechos se están debilitando. La situación de Milagro Sala es un ejemplo. Tuvo una admonición internacional que el gobierno insiste en tratar de desoír. La desaparición de Santiago Maldonado es una situación de una gravedad extraordinaria. Y más grave todavía es que el gobierno pretende echarle la culpa a la víctima en lugar de investigar a la fuerza de seguridad que corresponde. Desaparición forzosa es algo gravísimo en la Argentina. Estamos viendo algunas cosas en relación a la prensa que no habíamos visto, presiones, gente que no tiene que estar, apretar a través de los recursos económicos. Hay una serie de medidas que muestran un nivel de intolerancia por parte del gobierno  a la oposición y a las críticas que es preocupante.