Diez años de prisión a una joven que baleó a sexagenario durante un asalto

A Nadia Rosa Verón la detuvieron dos meses después del hecho cometido en agosto de 2015. La hallaron autora de robo calificado y homicidio criminis causa en grado de tentativa.

Verón fue detenida dos meses después del hecho. (Foto: archivo 0223).

3 de Marzo de 2017 08:07

Por Redacción 0223

PARA 0223

Una joven que baleó a un hombre en el cuello durante un asalto en una panadería en el barrio Florencio Sánchez en agosto de 2015 fue condenada a diez años de prisión como autora penalmente responsable del delito de robo calificado y homicidio criminis causa en grado de tentativa, Nadia Rosa Verón seguirá cumpliendo la pena en la Unidad Penal 50 de Batán.

A lo largo del debate que culminó la semana pasada en el Tribunal Oral en lo Criminal 1, no quedaron dudas acerca de la responsabilidad de la joven de 24 años en el hecho investigado. Testimonios, fotografías, filmaciones, y reconocimientos positivos confirmaron que Verón fue la persona que ingresó al comercio ubicado en Jacinto Peralta Ramos al 2100. Luego de pedir una docena de sandwiches de miga y al observar que un hombre ingresó al local, trabó la puerta de entrada, sacó un arma y exigió que le entregaran todo el dinero “o los llenaría de plomo”.

Luego de que el cliente cayera al piso tras un forcejeo, Verón le disparó dos veces hiriéndolo en el cuello, tomó los sandwiches, cien pesos y salió corriendo del local. La víctima -identificada como Carlos Pomphile- fue trasladada de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) y tuvo una milagrosa recuperación.

Si bien la mujer logró darse a la fuga, fue detenida mientras caminaba por Nápoles al 5000 luego de estar dos meses prófuga cuando el personal policial la reconoció por un tatuaje que tenía en el cuello con la inscripción Dylan. Ese era el nombre de su hermano que murió asesinado dos días antes de que ella robara el comercio.

El juez Aldo Carnevale descartó cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y consideró como atenuantes la ausencia de condenas penales, la  juventud de la imputada y el informe socio ambiental. Tras considerar como agravantes la modalidad del hecho y la extensión del daño causado, el magistrado condenó a la encausada a la pena de diez años de prisión más las costas del proceso legal.