Crimen de Tristán Ventimiglia: más de 4 años sin pistas firmes y un destino de archivo

La investigación por el asesinato del abogado se cerrará los próximos días. La recompensa por brindar información continúa vigente.

El cuerpo fue hallado en el interior de su oficina. (Foto: archivo 0223).

20 de Agosto de 2017 09:57

Por Redacción 0223

PARA 0223

“Cuando no pasa algo rápido, muchas veces es imposible esclarecer un homicidio”. Las palabras del ex director de Seguridad Ciudadana de Mar del Plata César Ventimiglia a 0223 no hacen referencia al ABC de la investigación criminal sino a la causa por el asesinato de su primo Tristán en su estudio jurídico del centro hace más de cuatro años que será archivada los próximos días.

El especialista en Derecho Civil y Comercial de 58 años fue encontrado sin vida el mediodía del 5 de abril de 2013 en su oficina situada en Catamarca  entre Colón y Bolívar. Más allá de las tareas que realizó la Dirección Departamental de Investigaciones bajo las órdenes del fiscal Mariano Moyano, nunca hubo una persona imputada –ni siquiera sospechosa- de ser el autor del hecho.

Al recordar que su primo fue hallado en una silla, con las manos atadas con precintos y ahorcado con su corbata, el ex director de Seguridad Ciudadana local afirma que se trató de “un mensaje rabioso”. Ventimiglia utilizó el término “pasional” y recordó que la hipótesis del robo fue descartada de manera inmediata por los investigadores.

Tristán Ventimiglia tenía en su muñeca un reloj Rolex cuando lo hallaron asesinado y en la oficina encontraron varios objetos de valor: desde computadoras, notebooks, celulares y anteojos de marca hasta cincuenta mil dólares. Su cuerpo fue hallado por un colega que tenía una reunión y que ingresó cuando vio salir corriendo a una persona del lugar que dejó la puerta abierta. Según la descripción era un hombre de casi 1,80 metros de altura, robusto y con el cabello negro corto que nunca pudo ser identificado.

En cercanías de la oficina funcionaba una de las primeras cámaras de seguridad municipales que se instalaron en la ciudad, pero ningún dato surgió de su análisis o de las cámaras privadas de la zona. Aunque los peritos pudieron rescatar rastros para la obtención de muestras de ADN, la falta de imputados nunca permitió cotejarlas.

A más de cuatro años del hecho, el ex funcionario municipal recordó que la familia ofreció algunos datos que recibieron de manera indirecta, pero que no condujeron a ninguna pista concreta.  “Según los fiscales –Moyano fue reemplazado por Alejandro Pelegrinelli- nunca hubo avances concretos porque los datos permitían sugerir algo, pero no hubo elementos para avanzar”, sostuvo.

Para Ventimiglia el paso del tiempo fue transformando el dolor de la familia en resignación y más allá que un abogado particular se acercó a la causa como representante del particular damnificado y solicitó una serie de medidas, tampoco obtuvieron resultados alentadores.

Pocos semanas después del homicidio, el Ministerio de Seguridad y Justicia Provincial ofreció una recompensa de entre $ 20.000 y $ 100.000, para las personas que aportaran datos que permitan esclarecer el crimen del colegiado, asegurando la estricta reserva de su identidad. El ofrecimiento sigue vigente, pero nunca posibilitó que se obtuviera información para el avance de la causa.

“Quizás el tiempo transcurrido nos de una mirada distintas si hacemos una relectura de la causa, aunque la familia es consciente que si no surge un dato de manera accidental la causa va a archivarse”, concluyó Ventimiglia. La falta de pistas concretas hará que ese sea el destino del expediente en pocos días.