La industria naval y su necesidad de superar los claroscuros

En la semana que se celebró el Día del sector, se botó un barco y se anticiparon nuevas construcciones junto a la incorporación de mano de obra y renovación de maquinaria. Pero buena parte de la pesca local no está en condiciones de iniciar el proceso de renovación de flota.

14 de Septiembre de 2017 08:10

La botadura del costero fresquero multipropósito “Punta Pardelas”, en las gradas de Astillero Contessi, en el Día de la Industria Naval, sirvió para poner en agenda los desafíos de un sector que espera mejores señales para encarar la renovación que la flota pesquera necesita y desarrollar todo su potencial como generador de empleo de calidad.

El proyecto de ley de la marina mercante y la industria naval, iniciativa de Pino Solanas, fue aprobado en Senadores pero está trabada en Diputados. Con aporte de legisladores, industriales, profesionales y gremios, los navales retocaron algunos puntos ríspidos del proyecto cuyo norte está centrado en la generación de empleo y aumento de la producción.

Enrique Godoy, presidente de Tecnopesca, uno de los tres astilleros que funcionan en el puerto local, dijo en su discurso del martes que “abrigan la esperanza que en breve se sancione la ley que sentará las bases de la actividad”. Godoy habló como vocal de la Federación de la Industria Naval Argentina (Fina). En octubre asumirá la presidencia.

La mirada multisectorial le quitó motivos de preocupación al Ministerio de Economía. Hasta ahora, desde el despacho de Dujovne bajó la orden a legisladores oficialistas para que no le dieran tratamiento.

El proyecto ha resuelto lo más importante. Los fondos para financiar nuevas construcciones surgirían de un fondo de inversión con recursos ya asignados en el presupuesto. Los armadores solo deben presentar los proyectos de renovación de flota con lo cual el Estado se corre de la asignación de subsidios exclusivos, lo que atemorizaba al Ministro.

El problema es que tienen que aprobarse los dos juntos. Y en la reforma del proyecto de Marina Mercante no hay tantas coincidencias. Sigue haciendo ruido el charteo: la posibilidad y el plazo para que los armadores sigan incorporando barcos como bien de capital usado.

Más allá de la suerte del proyecto de ley, la industria naval ha recibido algunas señales positivas. El Decreto 1205 del año pasado le pone obstáculos a la incorporación de buques pesqueros al llevarlos a la posición arancelaria 89.

“Aduana solo autoriza el ingreso si el importador cuenta con un certificado de bien usado que otorga la Secretaria de Industria. Y lo avala Agroindustria si comprueba que el bien no afecta a la producción nacional”, aclara Godoy.

Las trabas burocráticas que frenaban el reemplazo de barcos parecen caerse. La semana pasada el Consejo Federal Pesquero autorizó el planteo formulado por Pesquera Veraz para construir un tangonero congelador de 40 metros y entregar el permiso de pesca del “Miss Patagonia”, la cuota de langostino del “Argentino” y la de la lancha artesanal “Doy Gracias a Dios”.

Domingo Contessi, en representación del Directorio del astillero, contó al pie del “Punta Pardelas” que comenzaron a incorporar nuevos trabajadores y a renovar el parque de herramientas para hacer frente a las construcciones que se vienen.

Bajo la nave principal del astillero ya comenzó a tomar forma otro costero similar al botado el martes y se proyecta un fresquero doble cubierta de 28 metros, con lo cual Contessi garantiza la continuidad laboral de sus más de 50 trabajadores por los próximos dos años.

Antes que el cura expresara buenos deseos a la embarcación y a su tripulación –se equivocó el nombre del barco, confirmando que el corte y pegue no es facultad propia de algunos portales de noticias sino que ha llegado a las bendiciones parroquiales- el Director del astillero adelantó que habían pedido una ampliación de las instalaciones al Consorcio Portuario.

En Contessi planean expandirse hacia el sur del varadero, donde hoy están en pie algunos galpones abandonados por Elevadores Mar del Plata. Hay que ver si en la licitación que planea hacer Merlini, el día que recupere el predio de los silos, hay lugar para otro astillero. Es su intención montar otro para la reparación y construcción de dragas, según confió su padrino Juan Aicega en más de una reunión.

La agenda de construcciones ocupada es una buena señal en Contessi si pensamos que el contrato con los armadores del “Punta Pardelas” se firmó la semana pasada. La construcción en stock, es decir, sin un comprador preciso a la hora de comenzar la obra, es la forma que el astillero encontró para mantener su actividad operativa.

Como los últimos botados, este costero de casi 21 metros tiene el mismo destino: el puerto de Rawson para operar al langostino, único recurso rentable y sobre abundante en el caladero nacional, cuya flota es la única en condiciones de pensar en una renovación.

De acuerdo a un relevamiento estadístico de TPA y Contessi, del total de barcos pesqueros operando en el caladero, el 52% son de origen nacional y el 48% importado. Pero en capacidad de bodega, la relación se desequilibra: El 9% apenas corresponde a barcos nacionales y el 91% a importados.

La flota artesanal de Mar del Plata parece más condenada a su extinción que a la chance de renovar embarcaciones. La “Doy Gracias a Dios” fue la última de una larga lista que pasó a desguace para ampliar el cupo de un barco de mayor porte, con el solo objetivo de pescar “especies no cuotificadas”, el eufemismo con que ahora se nombra al langostino.

“La planificación de los más chicos es vender el permiso a los más grandes. Eso es lo que está pasando, el predominio de la concentración pesquera”, confió un armador costero al cierre de esta columna. La flota costera se compone de 53 embarcaciones en el puerto local. Pensar que este sector pueda renovarse, es otra quimera.

Limitaciones en la captura de condrictios por la Resolución 11/17 emitida en la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, generó que a la fecha, ninguno de los 53 barcos estén armados con redes para capturar variado costero, su principal fuente de capturas. Para surtir su pescadería del Paseo Comercial de la banquina chica deben comprarle salmón, mero y besugo a los dueños de gomones.

Por más ley que se apruebe, si el desarrollo de la industria naval está atado a la suerte de la industria pesquera, será indispensable que ésta recupere rentabilidad en los eslabones más débiles de la cadena. Porque los más poderosos, construyen los barcos en Europa.