Transición de intendentes en Ayacucho: Cordonnier sustituirá a Zubiaurre

El actual jefe comunal por Cambiemos, reelecto en 2015, se presentó en Mar del Plata con su sucesor tras confirmar su renuncia al poder Ejecutivo local: “Por respeto al vecino, cuando uno se empieza a cansar tiene que dar un paso al costado”.

Pablo Zubiaurre (izquierda de la imagen) y su sucesor Emilio Cordonnier.

17 de Enero de 2018 14:43

Por Redacción 0223

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Por estos tiempos en Ayacucho ocurre algo que “no es común”. La definición, por cuenta y orden del propio protagonista, no podría ser más representativa. Pablo Zubiaurre, intendente del distrito desde el año 2011, decidió dejar su cargo y no evidencia dudas en su análisis: “El objetivo es el bienestar de la gente, cuando llega el momento en que uno cree que alguien puede hacer mejor las cosas, tiene que irse”.

La transición definitiva en el poder Ejecutivo ayacuchense tendrá lugar a partir del 1 de febrero. “Es parte de una decisión tomada hace mucho tiempo, la hemos programado y la veníamos planificando desde la reelección del 2015” cuenta Zubiaurre en diálogo con la prensa.

De gira por Mar del Plata con Emilio Cordonnier, su ex secretario de Gobierno, actual presidente del Concejo Deliberante e inminente sucesor, el intendente de Ayacucho explicó ante este medio que en su gestión “siempre trabajamos con un espíritu de conjunto, cumpliendo distintos roles”.

“La función de intendente en una ciudad chica es una función que consume mucha energía, te aleja de familia y amigos y es muy desgastante. Y nosotros entendemos que por una cuestión de respeto al vecino, cuando uno se empieza a cansar tiene que dar un paso al costado. Antes de que uno no rinda al 100 por 100 hay que irse” razonó Zubiaurre.

Seguro de que “ninguna función política provincial y nacional es tan desgastante como una intendencia de una ciudad chica”, el dirigente de Cambiemos afirmó que esta determinación “no se da por un ofrecimiento que haya tenido”. “En principio no me voy a ningún lado, lo que no quiere decir que mañana surja algún desafío para el que me sienta capacitado”, avisó.

Consultado por el impacto de la noticia en los 25 mil habitantes que componen Ayacucho, el intendente saliente contó: “Si hay algún premio es poder caminar por la calle. La gente es muy respetuosa y afectuosa en general, me siento muy halagado. Es difícil esto porque no es común, pero la gente me entiende, aunque sea algo que tendría que ser más común”, reparó de inmediato. 

 

 

A su turno, Cordonnier, electo 1° concejal en 2015, resaltó que la transición “se da a partir de la situación óptima en la que estamos. Tenemos un municipio muy ordenado, cuando llegamos estaba arruinado por donde se lo mire. Con un gran respaldo en las últimas elecciones, este es un momento muy bueno para Ayacucho, lo que facilita este cambio”, explicó.

En esa línea, el futuro intendente hasta el 2019 insistió: “No se va el intendente porque la situación está complicada, por el contrario, y eso es algo bueno”, destacó.

“Nosotros desde el inicio planteamos algunos objetivos que funcionaban como rectores de cada una de las acciones, que era generar igualdad de condiciones. Teníamos muchas diferencias en la provisión de servicios básicos. Y también apuntamos a generar condiciones de desarrollo. Habiendo cumplido con esos objetivos, con prácticamente un 100% de Ayacucho cubierto con red eléctrica, cloacas y agua potable, eso nos permite pensar en nuevos objetivos relacionados a la infraestructura urbana y generar las condiciones para el desarrollo industrial del partido”, concluyó Cordonnier.