"Lo de Etchecolatz es una libertad domiciliaria”

“El 2017 fue un año de mierda, pero esto nos terminó de matar”. Rubén, hijo de Julio López, el testigo clave que permitió condenar al genocida Miguel Etchecolatz por crímenes de lesa humanidad y que está desaparecido desde 2006, definió con esas palabras lo que sintió el 27 de diciembre pasado, día en el que se enteró que el represor había recibido el beneficio de la prisión domiciliaria.

“Tengo mucho dolor y mucha bronca porque mi mamá se murió sin saber en dónde está s había sido un año malo, nos terminó de matar”, dijo en declaraciones a 0223 previo a participar de la conferencia en la que los organismos de derechos humanos convocaron a marchar este sábado a las 18 desde el TOF a la rambla.

Para el hijo de Julio López, a Etchecolatz le otorgaron “una libertad domiciliaria porque lo que menos tiene es de prisión”. En ese sentido, subrayó que el represor “está al cuidado de la esposa” y afuera de su casa del Bosque Peralta Ramos sólo “hay algunos agentes de Prefectura o de Policía de la Provincia de Buenos Aires pero no para vigilarlo sino cuidándolo de que la gente no lo agreda”.

Y comparó con el caso de Milagro Sala: "Le ponen 30 gendarmes, 8 cámaras y está casi condenada sin pruebas, mientras que Etchecolatz que tiene 6 condenas, lo vigilan para que nadie lo agreda, es una locura".

A su entender, “con estos fallos, los jueces están demostrando su pensamiento político” pero “también se debe a que quieren tener una buena relación con el gobierno y, por otra parte, porque están presionados”. “Esto es evidente cuando vemos que están excarcelando a los genocidas y encarcelando a los dirigentes políticos sin pruebas”, sostuvo.

En ese sentido, lamentó que "todo lo que se había logrado" en materia de derechos humanos "se perdió durante los últimos dos años" y mencionó, a modo de ejemplo, el fallo de Corte Suprema que autorizaba la aplicación de la denominada ley del 2 por 1 en casos en los que estuvieran involucrados represores.

“En su momento se logró poner a Videla tras las rejas porque había un gobierno que facilitaba que los juicios se llevaran adelante, algo que no ocurre ahora. De hecho, no escuché ni una sola queja en contra de la prisión domiciliaria de Etchecolatz pero denuncian a los diputados nacionales que defendieron al pueblo cuando se los reprimió el 14 y el 18 de diciembre en el Congreso”, aseveró.