River, el dueño de la historia

El conjunto de Marcelo Gallardo se quedó con el superclásico más largo del mundo, en Madrid, le dio vuelta el partido a Boca y en el suplementario lo ganó con una joya de Quinteros para festejar su cuarta Copa Libertadores

River con la Copa Libertadores en pleno Santiago Bernabeu. (Foto: NA)

9 de Diciembre de 2018 19:01

Por Redacción 0223

PARA 0223

En una final para el infarto, mal jugada, con pocas situaciones, cuanto más largo fue más le favoreció a River que llegó entero al suplementario, la expulsión de Barrios le terminó de acomodar el partido y el zurdazo de Quintero rompió definitivamente la final más larga de la historia, el superclásico que se jugó adentro y afuera, que Conmebol increíblemente mudó a Madrid y que los dirigidos por Marcelo Gallardo se alzaron con la gloria eterna y le asestaron el golpe más duro a Boca de sus 115 años de vida. Fue 3 a 1 para los "millonarios" que suman su cuarta Copa Libertadores y cambian para siempre el rumbo de los clásicos.

El conjunto boquense fue mejor en el primer tiempo, con un esquema cerrado, casi sin fisuras, y generando peligro, sobre todo en la pelota parada y alguna corrida, como la del tanto de Benedetto, tras una fantástica asistencia de Nahitan Nández, el delantero dejó en el camino a Maidana y definió con jerarquía ante la salida de Armani.

En el complemento, River mejoró en el juego y la entrada de Juan Fernando Quintero fue determinante para agregarle al dominio territorial mayor profundidad. Promediando la etaa, una gran jugada colectiva terminó con la definición de Lucas Pratto y todo como al principio. De ahí hasta el final, los de Gallardo fueron más, pero no llegaron con demasiado peligro y equivocaron los caminos.

El arranque del suplementario terminó de inclinar la balanza para el lado de River. Wilmar Barrios trabó fuerte abajo, Cunha entendió que era para amarilla y lo mandó a las duchas. Si ya de por sí el trabajo en el medio visitante se había resentido con la salida de Pérez, sin el colombiano aún más. Se lo intentó llevar por delante con la pelota al piso y costó entrar ante un planteo sumamente cerrado. En el segundo tiempo extra, en el arranque, se volvieron a juntar por la derecha, Juanfer Quintero recibió apenas tirado sobre ese sector y se acomodó para la zurda, con la que sacó un remate bárbaro, arriba, que pegó en el travesaño y entró.

Con poco tiempo en el reloj, sin piernas y desesperado, Boca fue como pudo y tuvo algunas aproximaciones más por empuje que por juego. Leonardo Jara tuvo el empate con un derechazo que se estrelló en el palo y, en la última, con todos en el área de Armani para un córner (y con 10, porque Gago salió lesionado), el arquero rechazó con los puños y Gonzalo Martínez recibió detrás de mitad de cancha para hacer una corrida memorable, sin nadie por delante para empujar y sellar el 3 a 1 definitivo. 

De esta forma, River logró su cuarta Copa Libertadores, segunda bajo el mandato de Marcelo Gallardo, que se suma a las de 2015, 1996 y 1986.
 

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