Piden perpetua para el carnicero que mató a Diamela Sánchez delante de su pequeña hija

Sin duda ni discusión acerca de su autoría en el crimen de Diamela Sánchez cometido en enero del año pasado en una vivienda del barrio Malvinas Argentinas, el juicio que se le siguió a Ariel González develará la próxima semana si el carnicero es condenado como autor de homicidio agravado por ensañamiento u homicidio simple. La fiscalía sostuvo su calificación original y solicitó una pena de prisión perpetua.

En virtud de las múltiples pruebas recabadas durante la instrucción y del análisis que en el debate hizo la médica a su cargo de la autopsia, el fiscal Alejandro Pelegrinelli confirmó “el innecesario sufrimiento y la agonía prolongada” de la víctima. Sánchez estaba acompañada por su pequeña hija cuando fue atacada por el imputado entre la una y las cuatro de la madrugada del 20 de enero pasado en la casa ubicada en Falkner al 8100.

En la segunda y última jornada de debate la médica confirmó ante el Tribunal las lesiones que registraba el cuerpo de la mujer, incluyendo las ocho puñaladas que aplicó González y varias trompadas y patadas que tuvo en su cabeza. “La profesional reafirmó las conclusiones que ya teníamos y nos permitió solicitar el agravante del ensañamiento”, le dijo el fiscal a 0223 tras su alegato.

Mientras que la abogada Liliana Pérez en representación del particular damnificado acompañó ese pedido, la defensa a cargo de Hernán Mosquera mantuvo su planteo de no discutir la autoría pero sostuvo que el hecho debe encuadrarse como homicidio simple y solicitó el mínimo de la pena.

Los jueces Alfredo Deleonardis, Gustavo Fissore y Jorge Peralta darán a conocer su veredicto y sentencia el miércoles 16 de mayo en el quinto piso de Tribunales.

Un crimen conmocionante

El cuerpo de Sánchez fue hallado en su casa del barrio Malvinas Argentinas, con heridas punzocortantes en la zona del tórax y violentos golpes en el resto del cuerpo. En el lugar la policía halló a la hija de la víctima –de 2 años- que había pasado toda la madrugada junto al cuerpo de su madre.

Rápidamente la investigación se dirigió a la búsqueda de González, luego de que este le confesase a su hermana que se había "mandado una cagada" y fuera ella quien diera aviso al 911.

González vivía en una casa lindera a la de la víctima y huyó poco después del crimen. Si bien estuvo cinco días prófugo, se entregó por sus propios medios ante la policía en la zona de Estación Camet. Un día más tarde se negó a declarar y solicitó ser trasladado a la Unidad Penal 6 de Dolores para resguardar su seguridad.

Desde un comienzo los investigadores no tuvieron dudas de que el carnicero fue el autor del crimen y la hipótesis se reforzó con el examen médico que se le practicó: tenía lesiones en distintas partes del cuerpo, algunas por golpes y otras producidas con elementos cortantes. Durante la instrucción el resultado de las pericias de cotejo de ADN realizadas en el Laboratorio de Genética Forense de San Martín confirmó su responsabilidad.

Al igual que en su primera presentación en Tribunales González se negó a dar su versión de los hechos durante el debate que duró apenas dos jornadas y que se cerró este martes con los pedidos de penas de las partes.