Leo Grosso: "Vamos a un gobierno de coalición y Cristina tiene un rol central"

El diputado nacional del Movimiento Evita señala que la expresidenta es la mejor posicionada de la oposición, pero admite que sola no le alcanza. "La unidad se construye, no se declama", dice. 

26 de Enero de 2019 09:38

Caminatas por la playa, charlas en comedores, reuniones con dirigentes de distintas fuerzas, el diputado nacional del Movimiento Evita Leo Grosso hizo de todo en su visita a Mar del Plata. Y lo repitió en cada distrito de la Costa Atlántica que recorrió esta semana. Tiene en claro que eso (y más) es necesario para lograr una unidad "con todos los que creemos que Macri está llevando la Argentina al abismo".

El legislador entiende que Cristina Kirchner, por ser la mejor posicionada, tiene un rol central en la construcción de esa unidad y del futuro gobierno de coalición. Pero también aclara que "sola no le alcanza" y por eso su responsabilidad es aún mayor. 

"Hay que hablar de la unidad en vos alta. La unidad se construye, no se declama", sostiene Grosso.

En su recorrida por distintos ámbitos, el referente del Movimiento Evita charló con comerciantes, turistas, militantes y ciudadanos de a pié. "Todo el mundo tiene un problema. Mi conclusión es que el problema que tenemos todos es el gobierno", resume.

-¿Cómo encontraste Mar del Plata?

-El impacto de la crisis económica es lamentablemente parejo en todos lados. Mar del Plata no pudo escapar a la situación de caída del empleo, de merma del mercado interno, de caída de poder adquisitivo de los trabajadores, los comerciantes acá también tienen el problema del tarifazo y la apertura de las importaciones.

La crisis se ve en todos lados, pero quizás en esta ciudad siempre se ve con grandes contrastes porque ha sido una de las principales víctimas de los avances neoliberales y todos los modelos de exclusión que sufrió la Argentina en distintos ciclos de su historia.

 

-¿Y cómo encontraste a los marplatenses?

-La contracara de eso es la solidaridad, el esfuerzo, el trabajo de las organizaciones, los sindicatos y la sociedad en general que rema para tratar de construir un presente un poco más justo de ser vivido. Eso también está bueno ponerlo en valor. Recorrimos una cantidad de barrios muy castigados, pero donde los compañeros construyen un merendero y comedor, hacen una huerta para abastecer a los lugares, están construyendo viviendas, buscan gestionar el agua, tratan de hacer esfuerzos enormes en contra del estado nacional, provincial y municipal que ha decidido defender un puñadito de empresas y dejar al resto de la gente afuera.

-Tuviste la oportunidad de caminar por la playa. ¿Los turistas, el ciudadano promedio, qué te dice?

-Todos tienen un problema, eso es lo común. Vas a la feria y te dicen Estamos vendiendo menos. Vas al que tiene un boliche frente a la playa y te dice La gente viene, pero se va más rápido y gasta menos. Vas a una Pyme y te dice Estamos al horno, no podemos afrontar el tarifazo. Todo el mundo tiene un problema. Mi conclusión es que el problema que tenemos todos es el gobierno. La sensación es que todos los días estás un  poco peor. El gobierno de Macri nos genera problemas a todos. 

-¿Ellos también lo identifican?

-Hay sectores que lo identifican más y otros menos. Ahí está el trabajo de la militancia, pero también de la política y la oposición. Poder ordenar esas cosas. 

Por eso la otra cara de la recorrida y de la campaña que se inicia este año tiene que ver con la necesidad de unidad, de confluencia, que es lo que demanda nuestro pueblo. 

-En 2017 la oposición decidió dividirse y Cambiemos ganó la elección. ¿Aprendieron la lección?

-Creo que sí. A nadie le sobra nada. A la que mejor está posicionada o al que peor está posicionado de cualquiera de los sectores de la oposición, solo no le alcanza. Y no solo por una cuestión matemática, sino también por una cuestión política. Nuestra sociedad nos está demandando: júntense para resolvernos los problemas. No nos piden que ordenemos las listas, esa es una tarea de la política. Hay un desafío grande. Todos creemos que la política es vocación de servicio y sirve para transformar la realidad. Y que este país podría tener una forma de organizarse económicamente donde todos y todas nos podamos desarrollar. Tiene potencial, riqueza, calidad humana. Es un tema de ponernos de acuerdo con los que creemos que Macri está llevando a la Argentina al abismo. Hay que hablar de la unidad en vos alta. La unidad se construye, no se declama.

-¿Y cómo se hace?

-Para construir la unidad hay que sentarse a limar asperezas y construir coincidencias. Por eso nos juntamos con el Frente Renovador, con Unidad Ciudadana, con el PJ, con distintos sectores de Mar del Plata y así seguiremos por otros distritos. Queremos plantear cuáles son los problemas que tiene nuestro pueblo y proponer que nos pongamos de acuerdo. No es muy difícil.

 

-Más allá del debate político, también pesa la matemática. Hoy Cristina Kirchner es quien más mide, pero algunos dicen que no ganaría un ballotage. Otros temen que sin ella no se llegue a un ballotage. ¿Cómo lo ves?

-Si fuera así, lo que hace es asignarle una responsabilidad mayor a Cristina a la hora de construir un espacio de unidad. No solo es matemática para ganar las elecciones, también va a ser política para reconstruir la Argentina. Vamos a necesitar de todos los sectores. ¿De dónde vamos a sacar la plata para pagar la deuda? ¿Qué vamos a hacer con el Fondo Monetario? ¿Cómo vamos a resolver el tema de las tarifas? ¿Qué vamos a hacer con la industria y el mercado interno? ¿Cómo vamos a reabrir las paritarias atrasadas durante tres años con una devaluación del 50%? Son problemas muy grandes que está dejando Macri en la Argentina y para eso necesitamos soluciones grandes que implican grandes acuerdos. Vamos a un gobierno de coalición. Y para construir eso Cristina tiene un rol central.

-¿Qué debería hacer?

-Yo no le puedo decir a Cristina, pero todos y todas tenemos que poner nuestro grano de arena en el lugar en el que estamos. Y el aporte que podemos hacer tiene que ver con el espacio que representamos o el potencial que tenemos. Eso es lo que quiero decir con que Cristina tiene una gran responsabilidad. 

-¿El tema de la crisis económica es lo central en el debate?

-Hay otro gran desafío que es no quedarnos solo con las cuestiones económicas. Tenemos que asumir la política. En la Argentina han pasado muchas cosas en tres años. Los estudiantes han salido a la calle para defender la educación pública y eso tiene que ser parte de la agenda de cualquier coalición opositora. Las mujeres, los feminismos han instalado el debate por el aborto y la violencia de género con la consigna del #NiUnaMenos. Eso tiene que ser incorporado en la agenda de cualquier coalición.

-El gobierno ya anticipó que pondrá en agenda algunos temas para correr la crisis económica del centro del debate. ¿Se pueden debatir en un año electoral?

-No hay que escaparle a ninguna discusión. No estoy de acuerdo con aquellos que creen que hay que escaparle a las discusiones punitivas, por ejemplo o del aborto. Las mujeres han dado cuenta de que construyeron una mayoría social enorme y la política tiene una deuda con ellas. Particularmente el Senado.

Hay que construir una agenda de discusión nacional. Cuando se instala la agenda de discusión liberal, nosotros retrocedemos. Las mayorías, los sectores sociales que dependen del abrazo del Estado o del mercado interno, pierden. Cuando se instala la agenda nacional (el trabajo, la educación, la salud, los intereses de la industria nacional, la alianza latinoamericana, los feminismos, los estudiantes) es cuando podemos avanzar. Ahí está el secreto de no entrar en la lógica que ellos nos proponen.

 

-Uno de los más espinosos es la bajad de edad de imputabilidad. ¿Qué opinás?

-El gobierno propone najar la edad de imputabilidad en menores. ¿Por qué el Estado tiene que tomar esta medida? Porque tengo un problema acá, deben decir ellos. Pero cuando vas a los números lo único que hay es en 2015 y dice que en la Ciudad de Buenos Aires un homicidio de cada 175 en el año fue cometido por un menor de 16 años. Entonces para qué bajar la edad de imputabilidad cuando los números muestran que los dos millones de pobres nuevos que hay en la Argentina un millón son niños, niñas y adolescentes. El problema es otro. 

No tengo dudas de que ellos instalan esa agenda para poder desviar el debate. La realidad es que el delito tampoco se resuelve agarrando al último eslabón de la cadena de cada uno de los delitos, como podría ser un pibe o un extranjero. El delito se combate cuando agarrás el núcleo del delito: la trata, el narcotráfico, la venta de armas, el blanqueo ilegal del dinero que generan esos negocios. Ahí no hay menores, no hay extranjeros. Hay grandes empresarios, hay socios del gobierno, banqueros, constructores de torres. 

-¿Qué hizo bien este gobierno?

-Dividir a la oposición. Cambiar la agenda abruptamente de algo que venía construyéndose en América Latina y no dejarnos respirar. Nosotros necesitamos hacer una autocrítica de por qué perdimos. Qué fue lo que hicimos para conectar con nuestro pueblo, qué dejamos de hacer. Errar es humano. Después de todas las cosas que se hicieron, seguramente muchas se hicieron mal. 

-¿Y de gestión?

-De temas de gestión es muy difícil encontrar algo bueno. Porque la realidad es que nuestro pueblo está sufriendo mucho. El sector que pretendo representar o donde trabajo cotidianamente está sufriendo muchísimo. Hay una experiencia acumulada de nuestro sector que tiene que ver con la crisis de 2001 a donde no queremos llegar. Estuvimos 12 años para dejar de hacer comedores y en tres años volvimos a abrir miles de comedores en todo el país. Es muy triste.