Cambiemos: en Mar del Plata, todos se preparan para una Paso

La decisión de María Eugenia Vidal de no desdoblar las elecciones en la provincia le da impulso a la posibilidad de que compitan varios precandidatos a intendente. ¿Dos, tres, cuatro? Por ahora, es una incógnita.

¿La foto que anticipa la Paso?

30 de Enero de 2019 21:15

“Si las elecciones se desdoblan, no hay ninguna chance de que haya Paso”. La definición la dio, tiempo atrás, un hombre de peso en Cambiemos, cuando la posibilidad de que los bonaerenses voten primero para gobernador e intendente y, en otra fecha, para presidente. María Eugenia Vidal se reunió con el presidente Mauricio Macri este martes. Y acordaron descartar el desdoblamiento. La decisión tiene una implicancia directa en Mar del Plata: hoy, todos los precandidatos trabajan con la idea de que deberán competir en una Paso.

Hasta el momento, hay cuatro dirigentes anotados en la carrera por la Intendencia: el actual jefe comunal Carlos Arroyo, el diputado nacional Guillermo Montenegro, la concejal Vilma Baragiola y el jefe de la bancada de Cambiemos en la Cámara de Diputados Maximiliano Abad.

Todos presagian que será difícil que haya un candidato único. En una campaña corta como hubiera sido con las elecciones desdobladas, en Cambiemos consideraban que una primaria hubiese traído más dolores de cabeza que beneficios. Analizaban que sería Vidal la traccionadora de los votos.

Con la elección unificada y un Macri lejos de sus mejores niveles de popularidad, el razonamiento es que será necesario unir la mayor cantidad de voluntades posibles para “sumar hacia arriba”. En el otro extremo de la boleta ya no estará Vidal, que aún goza de un respaldo popular fuerte, si no un presidente que desencantó a muchos de los que lo votaron en 2015 y lo respaldaron en 2017.

Entonces, ¿habrá cuatro precandidatos a intendente en el oficialismo? Difícil. En primer lugar, dos de los cuatro mencionados forman parte del mismo partido, por ende, uno de ellos debería quedar al margen.

 

Vilma Baragiola es la dirigente mejor posicionada dentro de Cambiemos. Las encuestas conocidas así lo reflejan. Aunque las encuestan fracasaron en las últimas elecciones, siguen siendo la principal herramienta que utilizan los dirigentes antes de las elecciones. Pese a los números, en las altas esferas de Cambiemos creen que Vilma no es la mejor candidata.

Abad está lejos de tener los números de Baragiola, pero en cambio acredita más aceptación en el mundo Cambiemos. Sin formar parte del riñón del Pro, llegó a conducir el bloque de Diputados provinciales y ser uno de los principales articuladores de la gobernadora en la legislatura bonaerense. En las últimas horas, confirmó en una entrevista en Radio Brisas su voluntad de competir por la Intendencia: “Tengo vocación y voluntad”.

Si solo puede llegar un radical a la Paso, ¿cuál de los dos será? Es difícil dar una respuesta hoy, dependerá seguramente de la necesidad de Cambiemos. Si la economía mejora y el oficialismo nacional recupera algo de confianza de su electorado, la garantía de votos locales tal vez no sea tan necesaria. Si la cuestión es generar una Paso atractiva para sumarle sufragios a Cambiemos, las acciones de Baragiola crecen.

Montenegro sigue siendo el favorito de Vidal. La gobernadora ya lo ratificó en privado ante todos sus ministros y lo demuestra con gestos cada vez que visita Mar del Plata, donde le da un lugar principal al legislador nacional. En las últimas semanas, junto al senador Lucas Fiorini, compartieron varias actividades vinculadas a fortalecer la imagen de la gobernadora en Mar del Plata, para ratificar su lealtad a la mandataria bonaerense.

No obstante, el último lunes, cuando recorrió el ex Emhsa con el presidente Macri permitió una foto con todos los precandidatos. “Ella quiere que sea Montenegro y trabaja para eso, pero si es necesario que haya una Paso para garantizar votos se hará”, resumieron operadores de la mandataria. Con esa salvedad, el diputado nacional sigue firme en la carrera. Y si bien su apuesta era convertirse en candidato único, desde su entorno afirman que no le escaparía a una interna.

 

“El Pro en campaña es una máquina perfectamente aceitada. Guillermo la sufrió cuando (Gabriela) Michetti compitió con (Horacio) Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires. Gabriela tenía mucha más intención de voto antes de la campaña y después la historia cambió por completo”, recordaron sus allegados.

Una Paso con más de dos candidatos podría ser un escenario complejo para el exministro de Seguridad porteño, que logró que su imagen sea más conocida en Mar del Plata, pero por ahora lejos de los niveles de Baragiola y Arroyo.

El último en la lista es el actual jefe comunal. Arroyo sabe que en el gobierno provincial no quieren saber nada con su reelección, pero también es consciente de que no pueden dejarlo ir. Él, por ahora, sigue convencido de la necesidad de postularse para terminar las cuestiones que le quedaron pendientes. Y con el conocimiento de que lo quieren dentro de Cambiemos, Arroyo buscará hacer valer sus votos (sean muchos o pocos).

Lo que nos pasó en 2017 no nos puede volver a ocurrir. Y no lo vamos a permitir”, dijeron desde el entorno de Arroyo, al recordar que en aquel entonces, su candidato Mauricio Loria ocupó el sexto lugar en la lista.

 

Con la realidad actual, todos coinciden en que es necesario contener a Arroyo dentro de Cambiemos. Una lista vecinal por fuera serían votos que se le escaparían directamente al oficialismo. Los armadores de Cambiemos harán lo posible para lograrlo, sin habilitarle una lista para que él encabece. “Seguramente pueda poner algún diputado y concejal en lugares a  entrar”, dicen. ¿Será suficiente para que el intendente abandone su deseo reeleccionista?

El panorama en Cambiemos es una incógnita, aunque todo indica que la Paso se cristalizará. Desde otro sector opinan que lo más razonable sería una disputa entre un candidato radical y otro de Cambiemos. Los nombres propios son los que suenan, aunque no descartan que pueda darse una sorpresa.