La rubia, Chichilo, Sobremonte, y una noche inolvidable con Calamaro en Mar del Plata

En su regreso a la ciudad, el artista brindó un concierto en un Polideportivo repleto. Recordó varias anécdotas, homenajeó a Maradona, tocó muchos de sus éxitos y presentó su último trabajo "Cargar la suerte".

Foto: Mara Sosti para NA Producciones.
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Foto: Mara Sosti para NA Producciones.
14 de Octubre de 2019 19:24

Fotos: Mara Sosti para NA Producciones.

La música de Andrés Calamaro volvió a cautivar a miles de marplatenses y algunos turistas que colmaron el Polideportivo en una noche cargada de canciones entrañables, temas nuevos, anécdotas y homenajes, por parte de un artista clave en la historia del rock nacional. Un ícono de cientos de hits eternos e inoxidables. Desde lo musical, fue un recital impecable, sin fisuras. Un viaje a través del mar y en contra de la corriente, río arriba, como el Salmón.

La presencia de Calamaro siempre genera expectativa, más cuando se trataba del regreso a los escenarios marplatenses después de seis años y su vuelta a la Argentina en medio de una gira de presentación de su último trabajo, "Cargar la suerte". Fue así que el público respondió de gran manera y reventó el Poli que, minutos antes de que "Andrelo" saliera a escena ya lucía como en sus noches más recordadas. La disposición del escenario, paralelo a las bandas del campo de juego, de frente a la platea de avenida De las Olimpiadas, hacía que el estadio pareciera un imponente anfiteatro.

A las 21:07 se apagaron las luces del Polideportivo e inmediatamente Calamaro y sus músicos saltaron al escenario. El cantante se sentó al piano luciendo una vincha negra con calaveras, camisa estampada y saco negro. Enseguida sonaron los primeros acordes del primer hit de la noche: "Alta suciedad". Así, sin mayores preámbulos, el Salmón se presentaba ante su público.

Intercalado con los temas nuevos, llegó la primera reminiscencia a la época de Andrés en España junto a Los Rodríguez: "A los ojos", y la multitud que coreó con énfasis "sin decir una palabra, casi sin decirnos nada, sin mirarnos a los ojos, yo me pregunto por qué, me tuvo que pasar a mi". Como parte de ese primer puñado de canciones, también sonó esa búsqueda interminable de "Algún lugar encontraré".

El primer homenaje de la velada llegó cuando el propio Calamaro presentó "Diego Armando Canciones" y habló de Diego Maradona, aunque la letra parece hablar más del músico que del crack del fútbol: "Cultivo el bajo perfil, flor de cultivo y vapor, para un coloque señor, y los versos van saliendo. Para qué guardar rencor, si puedo cantar durmiendo".

Calamaro, termo y mate en mano entre tema y tema, habló de Mar del Plata, y hasta dedicó unos pasajes al músico local que giró por el mundo, Astor Piazzolla, e inevitablemente recordó al Negro Olmedo y su muerte en la costa de nuestra ciudad, hecho que lo sigue conmoviendo. Luego del tema "Falso L.V.", enteramente graficado desde las pantallas gigantes del escenario con imágenes de Perón y sus primeros años en la presidencia, Andrés, con un tono de preocupación en la voz, dedicó una reflexión a la vida en los barrios marginales de la Argentina.

La lista siguió intercalando temas de "Cargar la suerte" con los clásicos de siempre, el primer momento bien romántico con "Crímenes Perfectos" y un fenomenal "Loco" que hizo saltar y bailar a varios en el campo y las plateas. 

A las 22:25 llegó un gran momento. Calamaro, ya mucho más relajado después de más de una hora de show y varios mates, contó una de esas anécdotas, en este caso relacionada con Mar del Plata, de las que todos conocemos un poco y suponemos el resto, aunque parece que son mucho más increíbles de lo que pensamos: una historia que habla de una "rubia bárbara", una mujer despampanante que cautivó no sólo al cantante, sino a todos sus músicos y a cualquiera que la hubiera visto aquella noche. Una cena en "Chichilo", una escapada hasta "Sobremonte", todo muy '90s. Por aquel entonces, Andrés estaba casado en España, país hasta el que llegó una foto de las revistas argentinas que inmortalizaron al artista junto a aquella chica marplatense... "no pasó nada", dijo Calamaro y remató: "bueno, sí pasó, me tuve que divorciar".

Las risas que generó la historia de la rubia, fueron el preámbulo para una versión del tema de Los Redondos "Esa estrella era mi lujo", otro homenaje, esta vez para el Indio Solari, con el que grabaron juntos "Veneno Paciente" en el segundo álbum solista del ex Redonditos, "Porco Rex", y que presentaron juntos en el Estadio Único de La Plata, allá por 2008. Después, interpretó "El Salmón", tema que según Calamaro lo define y que también lo une al Indio Solari, quien tiene su propia versión de este hitazo.

Luego vino, tal vez, el momento más emotivo de la noche: el Polideportivo entero cantó con "Estadio Azteca", mientras un compilado de imágenes de Diego Maradona ilustraba las pantallas y hacía que a más de uno se le piante un lagrimón. Siguieron más homenajes: el tango "Los Mareados", de Cobián y Cadícamo, a capella, las imágenes de la Virgen de Guadalupe, el Gauchito Gil, Osvaldo Pugliese, Luca Prodan, el "Flaco" Spinetta, Pappo y Gustavo Ceratti, entre otros , segmento que derivó en una rockera versión de "De música ligera", de Soda Stereo, la cual enganchó con un tema de la banda estadounidense The Ramones.

Luego de un breve intervalo de un minuto, llegó el gran final con los clásicos "Milonga del marinero y el capitán" y "Sin documentos", de Los Rodríguez; el ultra romántico "Paloma" y, después del último mate el último tema por pedido del público: "Flaca". El Polideportivo, con notables medidas de seguridad en todo momento, se vació rápidamente pese a los miles de asistentes que deliraron y se emocionaron con las canciones del Salmón.

 

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