Condenaron a otros cinco integrantes de la “Banda de los Mataperros”

La banda también monitoreaba la frecuencia policial. (Foto: archivo 0223)

26 de Octubre de 2019 15:15

Por Redacción 0223

PARA 0223

Cinco de los integrantes de la denominada “Banda de los mataperros” que cometió varias entraderas en distintos barrios de la ciudad en 2015 fueron condenados a penas de entre tres y ocho años de prisión tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal 4. En virtud de la vigencia de una pena anterior, a uno de ellos se le impuso una pena única de dieciséis años de prisión.

El acuerdo rubricado el mes pasado se dio poco más de un año después de que se le impusiera a los hermanos Luis Diego y Marco Antonio Alegría en otro juicio abreviado, penas de seis y nueve años de prisión, respectivamente.

De acuerdo a la sentencia a la que tuvo acceso 0223, el fiscal Mariano Moyano presentó el acuerdo que fue rubricado por los imputados Alejandro Arcenegui, Lucas Arcenegui, Argetino Arcenegui,  Félix Sosa y Walter Adrián Peluffo. Los cuatro primeros fueron representados por el abogado Lucas Tornini y el restante por Mariano Ayesa.

El Juez Gustavo Fissore consideró que los imputados prestaron libremente el consentimiento para la abreviación del juicio y que “todos comprendieron el alcance de los acuerdos celebrados, en especial, las consecuencias que acarrea el referido juicio abreviado”. Los acuerdos aludidos fueron presentados en tiempo y forma, mientras que las penas acordadas no exhibieron incongruencias con las escalas penales aplicables.

Hechos variados

A lo largo de la investigación que permitió desbaratar a la banda, el fiscal Mariano Moyano estableció que desde el 12 de junio del año 2015 se conformó una organización integrada –entre otros- por Luis Diego “Oreja” Romano Alegría, Marcos Antonio Alegría, Damián “Ale” Arcenegui, Félix “Quique” Sosa y Walter “El gordo postre” Peluffo que tenía como finalidad cometer múltiples delitos contra la propiedad, especialmente entraderas y “escruches”.

Los miembros de la organización cometían los robos accionando en banda, teniendo roles determinados y dividiendo sus funciones. Asimismo, para la ejecución de los robos utilizaban vehículos; empleaban equipos de comunicación, aparatos telefónicos, herramientas como llaves francesas, destornilladores, linternas, guantes y otros elementos.

La banda efectuaba una tarea de investigación previa de los domicilios con el objeto de diagramar la ejecución de los robos, establecer el posible alcance y rédito económico del injusto, estudiar las características de la propiedad y sus accesos y seleccionar sus víctimas las cuales consistían, especialmente, en personas de la tercera edad por resultar las mismas más vulnerables.

La asociación criminal contaba con la activa participación de Lucas “Chicho”  Arcenegui que tenía a su cargo la tarea de escuchar y supervisar las comunicaciones radiales de la policía para facilitar la fuga y evitar la identificación y aprehensión de los miembros de la banda. En la investigación se estableció que también era el encargado de llamar por teléfono a los domicilios a fin de verificar la presencia de moradores en su interior.

En algunos casos y con el propósito de garantizar la comisión del delito, envenenaban a los perros e ingresaban una vez que los animales habían muerto. También quedó claro que en algunas ocasiones simulaban ser policías o personal de correo para ganar la confianza de las víctimas y lograr que les permitieran ingresar a los inmuebles.

Un extenso y pormenorizado trabajo del fiscal permitió establecer –a partir del hallazgo de un celular que olvidaron en un robo en una casa en Rondeau al 3000- como estaba conformada la banda y el modus operandi de la misma. La banda obtenía información de diversos domicilios de personas que les resultaban conocidas y a partir de allí tramaban la forma en que podían ingresar a sus viviendas, sea obteniendo las llaves de manera ilegal o esperando a que se retiren de la misma.

 El Ministerio Público Fiscal detalló un total de quince hechos, la participación que tuvieron los imputados en cada uno de ellos y el fiscal valoró las evidencias que incriminaba a cada uno de ellos. En ese sentido se tuvo en cuenta la declaración que uno de los hermanos Alegría dio en el juicio anterior.

Tras valorar los atenuantes y agravantes propuestos por las partes, el magistrado calificó a los hechos como constitutivos de los delitos de asociación ilícita, robos agravados, hurto agravado, robo y encubrimiento y dispuso las penas de acuerdo a la participación que pudo probarse de cada uno de ellos.

La pena menor de tres años  –y la única de ejecución condicional- fue para Argentino Damián Arcenegui, mientras que a Damián Alejandro Arcenegui se le impuso siete años y seis meses de prisión. Por su parte Felix Enrique Sosa fue condenado a siete años de prisión y declarado reincidente, mientras que a Lucas Martín Arcenegui se le impuso ocho años.

Aunque a Walter Adrián Peluffo se le impuso una pena de ocho años de prisión, correspondió imponer una pena única de dieciséis más la declaración de reincidencia por ser comprensiva de ésta última y otra de once años impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal 1.

El Juez también ordenó decomisar los elementos utilizados para la perpetración de los ilícitos, incluyendo los automóviles Peugeot 208 y un Chevrolet Corsa.