Milagros Gismondi, la marplatense que estuvo en el Ministerio de Economía: "Dejamos una macroeconomía más sana"

La licenciada reflexionó con 0223 sobre lo que fue su paso por la cartera que condujo Hernán Lacunza en los meses de mayor convulsión económica para Mauricio Macri.

Gismondi, junto a Lacunza, en conferencia de prensa

21 de Diciembre de 2019 12:08

Se sentó y tuvo voz en la mesa chica donde se definieron los destinos de la economía durante los meses de mayor volatilidad para Mauricio Macri. El saldo de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) no sólo se tradujo en una amplia derrota electoral para el oficialismo: significó también la salida de Nicolás Dujovne, de más devaluación y, en consecuencia, de otra alarma latente por una posible disparada de precios en las góndolas.

Ése complejo escenario fue el que tuvo que afrontar desde el 20 de agosto Hernán Lacunza al asumir como responsable del Ministerio de Economía de la Nación. Por supuesto que no lo hizo solo: lo hizo junto al mismo equipo de trabajo que ya lo había acompañado desde el 2015 en el Gobierno de María Eugenia Vidal y que, entre sus integrantes, reunía a una mujer: Milagros Gismondi.

La marplatense, licenciada en Economía por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), cumplió en estos años roles claves dentro de los gabinetes de gestión de Lacunza: en la Provincia, se desempeñó primero como jefa de Asesores del Ministerio y luego fue designada como Subsecretaria de Hacienda; en la Nación, en tanto, fue la titular de la Unidad de Coordinación General de la cartera en reemplazo de Fernando Jasnis.

Tras haber culminado su paso por la gestión, Gismondi, quien también cuenta con una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Di Tella y un master en Evaluación de Impacto en la Universidad de East Anglia (Inglaterra), compartió su mirada en torno a la vasta experiencia que supo construir dentro de la función pública.

Según el objeto de análisis, la marplatense dice estar "conforme" con los resultados alcanzados dentro del poco tiempo que ocupó en el Gobierno nacional, en plena vorágine electoral y en los meses más caldeados de la economía, pero al mismo tiempo no duda en manifestar su insatisfacción cuando se detiene a mirar los elevados índices de pobreza con los que se retiró Macri.

"Había un objetivo muy claro que era cuidar a los argentinos de la incertidumbre electoral con la cual asumimos y eso se logró. Pero como todo balance, obviamente, tiene luces y sombras. Y los resultados, particularmente en materia de bienestar, fueron peores de los esperados; no sólo en estos cuatro meses sino en el balance de la gestión en general. Es inaceptable que un tercio de los argentinos esté debajo de la línea de pobreza", reflexiona.

Si bien reconoce que el camino que queda por recorrer no es un "lecho de rosas", Gismondi asegura que en la gestión se logró construir "cimientos más sólidos" para moldear una macroeconomía "más sana", por lo que confía que la flamante administración de Alberto Fernández - que tiene a Martín Guzmán como su principal referente en Economía - puede aspirar a alcanzar otro tipo de "horizonte" con sus políticas.

En la extensa entrevista que le concedió a 0223, la marplatense también habló sobre la situación económica que recibe Axel Kicillof en la Provincia, sus desafíos personales a futuro y mostró fuertes expectativas por la llegada de Guillermo Montenegro a la intendencia de Mar del Plata:

-¿Qué balance trazás de tu experiencia en el Ministerio de Economía de la Nación junto a Hernán Lacunza? ¿Te vas conforme?

-Obviamente, en líneas generales, para el tiempo que tuvimos de gestión y demás, nos vamos conformes. Había un objetivo muy claro que era cuidar a los argentinos de la incertidumbre electoral con la cual asumimos y eso se logró. No sólo se logró por aciertos del equipo económico sino también porque la oposición y el oficialismo y todos los actores políticos entendieron que no era tiempo, más allá de cualquier contienda electoral, de para agitar más fantasmas porque eso era perjudicial para todos los argentinos.

Hubo un consenso de llevar el plano electoral con la mayor calma posible y se tomaron las medidas para eso. Desde ese lado, sin dudas que nos vamos conformes porque el objetivo especifico de la corta gestión estuvo cumplido. La intención es que el período electoral y la transición transcurrieran sin nuevos saltos del dólar y sin mayor ruido para los argentinos.

Obviamente que se tomaron medidas poco simpáticas o que son mayoritariamente transitorias pero se daban justamente en el medio de un contexto determinado. Ahora, el equipo económico que llega tiene las herramientas como para desplegar un plan macroeconómico integral y ya es otro el horizonte, sin duda.

-Te tocó ser parte de las personas que definían los destinos de la economía del país en un momento en el que nadie parecía animarse, después de otra devaluación tan fuerte y la salida de Nicolás Dujovne, ¿Se pudo hacer todo lo que ustedes pretendían?¿Qué sentís que faltó?

-Intento no hacer demasiado análisis contra fácticos.*Estuvimos cuatro meses y estamos conformes con las cosas que se hicieron en ese tiempo. Acá si me remito a Mar del Plata: *a mi época de estudiante, porque la realidad de los libros y de la realidad, justamente, es muy distinta, y eso es algo que no solo veo en esta experiencia de Nación sino también en lo que se trabajó en la Provincia de Buenos Aires. Las cosas se evalúan con el contexto donde se implementan, no fuera de contexto. No hay una receta; la receta se da dependiendo el contexto de lo que se puede hacer. Y obviamente que se asumió con ciertos condicionamientos por eso evaluamos los resultados bajo el contexto en el que se tuvo que gestionar.

-¿Y qué situación encontraron cuando llegaron al Ministerio en Nación?

-Nosotros ya estábamos en la principal provincia del país por su peso en la economía y como el signo político era el mismo el contacto era permanente con Nación. No hubo sorpresas. Obviamente que no es lo mismo cuando analizás algo de afuera aunque sea muy cercano a cuando tenés que estar tomando las decisiones. Pero nos encontramos con un ministerio sumamente profesional, con empleados y trabajadores muy profesionales y que están desde hace años. Tanto el ministerio de la Provincia como de Nación tienen equipos muy profesionales y eso ayuda muchísimo para que este tipo de transiciones sean mucho más fáciles porque hay muchos procedimientos aceitados.

-¿Qué país sentís qué dejan?

-Sin dudas que es una economía que presenta algunas fragilidades. Los resultados fueron, particularmente en materia de bienestar, peores de los esperados, y no sólo en estos cuatro meses sino en el balance de la gestión en general. La economía está estancada y eso genera mayor pobreza. En términos de estos resultados, sin dudas que no nos vamos conformes.

Pero también sin dudas que los cimientos son mucho mejores. Hay problemas crónicos que llevaron a la economía nacional a estar ocho años estancada, con altos niveles de inflación y con una pobreza que mantiene un promedio desde el 36 por ciento desde que se recuperó la democracia. Son todas cosas inaceptables y que no son una excusa para juzgar esta gestión pero también es cierto que los problemas de Argentina no empezaron hace cuatro años sino que ya llevan varias décadas. Y en eso sí entendemos que hicimos mucho por dejar una macroeconomía más sólida en sus cimientos.

El déficit primario este año va a terminar con 0,5 puntos del PBI y cuando había empezado la gestión tenía 3,8 puntos de déficit primario sobre el PBI. Y cuando vemos también la cuenta corriente, que es la relación con el mundo y la generación de divisas, era deficitaria y eso quiere decir que gastábamos más dólares que los que producíamos. Sin embargo, ahora, este año terminar con un déficit mucho más chico, del 0,9, y se proyecta que va habrá superávit para el 2020. El nivel de tipo de cambio es competitivo y es mucho más alto en términos reales es mucho más alto que lo que tuvimos en los últimos años. Hay fundamentos macro mucho más sólidos.

Obviamente que hay un problema de liquidez en el corto plazo, más allá de los peores resultados en términos de bienestar, el tema de la deuda es lo primero que se tiene que abordar porque Argentina no puede vivir sin crédito. Pero las bases son más sólidas y estoy hablando de lo macro porque cuando ves a nivel micro la economía hay muchas reformas que se hicieron y que fueron muy importantes para garantizar un crecimiento. Muchas veces al Estado solamente cuando cobra un impuesto pero cuando querés inaugurar una empresa o una pyme y tenés que estar seis meses o un año o dos para recibir una habilitación también representa un costo para el productor. En eso se trabajó mucho, así como en la logística y la infraestructura.

Sin creer que es un lecho de rosas el camino a recorrer desde ahora, sí entendemos que se hicieron muchos cambios estructurales y que la macroeconomía es más sana.

-¿Y la experiencia en la Provincia de Buenos Aires cómo la analizás?¿Destacás algo en particular?

-Entendemos que la gestión del Ministerio de Economía de la Provincia fue distinta porque hubo otros tiempos, otra planificación y otro contexto. Se dejó en materia de gestión fiscal financiera una Provincia distinta. Se hizo un trabajo muy riguroso desde el primer día. Hay que pensar que cuando se asumió había 179 millones en la caja, que es el equivalente hoy a 700 millones, y que no alcanzaba para pagar prácticamente nada: no sólo sueldos, sino a ningún tipo de proveedor. Ahora se está dejando una caja de 33 mil millones de pesos y que más la recaudación de este mes garantiza el pago aguinaldos y sueldos hasta los primeros días de enero.

Más allá de eso, se hizo mucho trabajo desde el primer día en lo que nosotros llamamos ‘Plan de mejora del gasto’ para trabajar con cada una de las áreas y jurisdicciones para hacer más eficiente el gasto. La Provincia tiene múltiples necesidades en cuanto a los servicios que hay que brindar pero los recursos son escasos, y sobre todo antes de no tener la actualización del Fondo del Conurbano. Entonces, por ejemplo, en ese plan se redujo mucho el gasto de la política, se redujo muchísimo el gasto de la legislatura – prácticamente a la mitad en términos reales – y otras cosas mucho más micro como analizar y hacer compras centralizadas de bidones de agua. Por ahí había un mismo bidón con varios precios distintos porque no se hacía una compra como si fuese al por mayor. Con este tipo de acciones, se pudieron ahorra alrededor de 30 mil millones de pesos y que deja un ahorro permanente para el 2020 de 24 mil millones de pesos. Es realmente muchísimo si consideramos lo que se puede hacer con todo ese dinero.

Los dos hitos de gestión más importantes probablemente hayan sido la recuperación del Fondo del Conurbano y eficientizar del gasto. También hubo otras cosas como la mejora de la relación con los municipios y de las estadísticas públicas pero que quizás no son tan palpables para los bonaerenses. Y otro punto destacable fue la baja de la presión impositiva, que dentro del Consenso Fiscal que firmaron las provincias con la Nación se acordó un cronograma de reducción de sellos e ingresos brutos, fundamentalmente, que significó una reducción muy importante de los impuestos que tiene que pagar la industria, el agro, la construcción, y así se le devolvieron recursos al sector privado.

-¿Y cómo pensás seguir ahora en tu carrera profesional?

-No lo tengo definido ahora. Trabajé también como consultora económica, no es algo que descarto, pero tengo claramente una vocación pública que no empezó con la gestión con la Provincia sino antes. Mis estudios también tienen que ver con eso y mi trabajo previo en distintas actividades particulares que desarrollé se vincula con lo público. Creo que lo público es donde se puede transformar y estos casi cuatro años en la Provincia y estos meses en la Nación ratificaron eso: la capacidad de poder hacer estando en el sector público. Pero como todo balance, obviamente, tiene luces y sombras. El equipo y yo seguramente vamos a estar para seguir aportando a generar los consensos que hacen falta para que se pueda quebrar que un tercio de los argentinos están bajo la línea de pobreza, que creo que es inaceptable para todos.

-¿Lo conocés a Guillermo Montenegro?¿Tuviste algún contacto con él?

-Lo conozco a Guillermo y Creo que representa la misma forma de  Gobernar que representó María Eugenia Vidal y eso me pone muy contenta. Por mi trabajo en la Provincia, estaba siempre en vínculo con Mar del Plata, además del propio hecho de ser marplatense. Lo conozco mucho a Germán Blanco, con quien tengo de la mejor de las relaciones y, más allá de lo personal, me parece que es el profesional que necesita Mar del Plata para este momento. Hablé con ellos después de la elección y estoy siempre a disposición para ayudar desde la distancia con lo que se pueda. Quiero mucho a  la Provincia pero más a Mar del Plata así que todo lo que pueda hacer para contribuir lo haré.

-¿Te gustaría en algún momento poder desempeñarte en la función pública en Mar del Plata?

-No es algo que tenga pensado. Pero Mar del Plata es mi lugar en el mundo y obviamente que puede ser una opción. Hoy no lo es ni creo que lo sea en el corto plazo; estoy más para ayudar a la distancia aunque el equipo que hoy hay en Mar del Plata tiene sobrada experiencia para hacerlo y muy bien.