Algo cruje en Sudamérica

Puntos claves de lo que pasó en Perú, Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia. Crisis, revueltas y reacciones conservadoras.

23 de Diciembre de 2019 14:24

El 2019 termina con una región conflictiva y convulsionada. La región parece haber abandonado esa paz con la que en otros momentos se analizaba a esta parte del continente para comenzar un proceso de crisis profunda. 

Si bien hay hechos que anteriores que refuerzan la teoria de la convulsion, la particularidad del cierre de año se da en la escalada de situaciones en poco tiempo en Perú, Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia. 

Esta "primavera sudamericana" reúne elementos diversos que confluyen en el grado de disputa en el que se encuentran los proyectos de la region. Para entender mejor lo que sucede debemos diferenciar revueltas populares como la de Ecuador, Chile y Colombia con la reacción conservadora expresada en el golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia y la salida de constitucional que encontró el presidente de Perú para resolver la obstaculización del Congreso y pensar la manera de abordar la crisis de representatividad del sistema político con la sociedad. 

 

Perú: el intento de salvar a la política

Martín Vizcarra se juega mucho. Las elecciones legislativas del 26 de enero no solo son el paso necesario para normalizar el paìs en términos institucionales sino la posibilidad de construir una correlación de fuerzas favorable para cumplir uno de sus objetivos truncos del año: reformar la constitución, adelantar las elecciones generales para el 2020 y postularse como candidato. 

 

Este escenario también es propicio para la construccion de una alternativa progresista que sea competitiva, recogiendo la buena experiencia de Veronika Mendoza en 2017. ¿Habrá una alianza del Frente Amplio y Nuevo Perú con Vizcarra? Dependerá de los resultados de los comicios de enero, lo que está claro es que el jefe de estado está construyendo un liderazgo nacionalista que lo aleje de la derecha más dura y aliada de Estados Unidos.

Las fuerzas democráticas buscarán adjudicarle a Fuerza Popular parte de la responsabilidad de los casos de corrupción del país y para eso deben demostrarlo con una buena elección. No obstante, el fujimorismo sigue teniendo representación en una sociedad dividida y no será sencillo correrlo del escenario político.

 

Ecuador: ajuste, rebelión y persecución 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el jueves el segundo y tercer tramo del crédito de 4.200 millones a tres años acordado con Ecuador en marzo a cambio de un ajuste fiscal para “reducir el déficit”. Esto fue elogiado por el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, quien celebró el alineamiento del goiberno de Lenin Moreno con el organismo de créditos y la Casa Blanca.

En el marco de este vínculo fue el paquetazo que intentó quitar el subsidio al combustible y desató la ira en las calles que duró dos semanas y provocó muertos y detenciones arbitrarias de parte de las fuerzas de seguridad y el ejército.

El gobierno logró descomprimir la tension acusando a Rafael Correa, persiguiendo y encarcelando a sus principales dirigentes como la prefecta de Pichincha, Paola Pabon y el exasambleista Virgilio Hernández por los delitos de rebelión.

Esto tuvo el aval de las organizaciones indìgenas que optaron por ganar centralidad en la negociacion politca a cambio de una verdadera cacería contra el correismo. Como en los casos que contaremos a continuacion, la CIDH y las Naciones Unidas denunciaron la gravedad de la situacion ecuatoriana.

Varios meses después, el gobierno de Moreno sigue proponiendo políticas de ajuste y, con la imagen por el suelo y sin chances de reelección, esta convencido de hacer el trabajo sucio. La derecha tradicional se prepara para reemplazarlo frente a un correísmo con Rafael Correa inhabilitado y cuyos cuadros principales están en prisión o exiliado. 

Chile y Colombia: alumnos modelo en problemas

Las protestas en Chile y Colombia surgieron de la misma forma. Comenzó con reclamos sectoriales, especialmente del estudiantil, y derivo en un fuerte malestar sobre el funcionamiento del Estado. Salud, educación, trabajo, seguridad y jubilaciones son los pedidos mas escuchados.

En ambos casos, se trata de modelos de desarrollo destacados por el FMI, la OCDE y el Banco Mundial con un crecimiento sostenido importante pero con severas dificultades en la distribución del ingreso.

La respuesta de los gobiernos tambien fue calcada: represión de las fuerzas de seguridad y centralidad del ejército. La situacion esta lejos de desomprimirse, ya que, las movilizaciones continúan y el descontento crece. A su vez, el desafío del progresismo para capitalizarlo es fundamental para evitar una salida autoritaria.

En el caso chileno, el 2020 arranca con un cronograma electoral intenso que incluye el plebsicito por una nueva Constitución que comienza en abril y culmina en octubre con elecciones a gobernadores, alcaldes, concejales y delegados constituyentes. Si la bronca se mantiene y no aparecen reformas estrucutrales que empiecen a darle respuesta a las demandas, no hay que destacar un adelantamieto de las elecciones presidenciales previstas para el 2021.

Por su parte, Colombia volverá a elegir presidente en 2022 y el partido de gobierno viene de una estrepitosa derrota en las muncipales. El 2020 terminará marcando el ritmo de lo que vendrá y confirmara si Gustavo Petro es la personas mas adecuada para capitalizar la crisis. No hay consenso a este respecto.

 

Golpe de Estado en Bolivia

La rebelión chilena, la liberación de Lula en Brasil y la victoria de Alberto Fernandez en Argentina fueron indicios de la imposibilidad de una hegemonia neoliberal en la region. Por eso, la manera en que se precipitó el golpe contra Evo Morales nos hacen pensar que la reaccion conservadora que depuso al presidente electo por más del 63 por ciento de los votos fue una respuesta geopolítica contundente. El rol de Estados Unidos y la OEA confirman las sospechas.

Ademas de alterarse el orden democrático, los golpistas asesinaron a 36 personas, pusieron en debate el carácter plurinacional de Estado y comenzaron con un proceso de saqueo económico que incluye privatizaciones y alineamientos directos con Estados Unidos.

Lo que viene no parece ser prometedor. Elecciones con cancha inclinada, restricciones que podrian impedir el sufragio en El Chapare (bastión del MAS), observadores parciales y el tribunal electoral a cargo de un amigo del candidato opositor, Carlos Mesa. Como lo explicó el vicepresidente depuesto de Bolivia, Alvaro García Linera en una reciente entrevista con Carlos Pagni en La Nación, "hay tres actores para el proceso electoral: la izquierda democrática (el MAS), un centro ambiguo (Carlos Mesa) y una derecha reaccionaria (Luis Fernando Camacho)"

La division puede favorecer al partido de Evo Morales que defnirá el binomio el próximo 29 de diciembre con el jóven dirigente cocalero Andrónico Rodríguez como favorito.

Una luz alerta

Hablar de primavera es solo una forma estética de denominar una concatenación de hechos que ponen en alerta el devenir sudamericano. En ese articulo no abordamos el autoritarismo imperante en Brasil  y Venezuela, ambos deben formar parte de un análisis más completo como también la vuelta del peronismo a Argentina y el retorno del Partido Nacional en Uruguay.

El común denominador de todos los casos citados es la preponderancia de las Fuerzas Armadas, ya sea para garantizar gobernabilidad por la fuerza como para generar condiciones para un derrocamiento.

La violencia explicita expone el malestar ante las demandas insatisfechas y la clara voluntad de los gobiernos cuestionados para ampliar la frontera de lo posible con el poder judicial y la represión estatal.

Lo que cruje es el perfil del Estado, la relación del sistema político con la ciudadania y los valores democráticos y de preservación de la vida. Luego de años de relativa estabilidad, la región volvió a discutir la necesidad de defender los Derechos Humanos, un retroceso alarmante que espero podamos revertir.