Poe o lo tenebroso de la vida del ser humano (tres cuentos para abordar su obra)

Edgar Allan Poe fue el padre del cuento moderno. Sus cuentos completos, en traducción de Julio Cortázar, son de lectura obligatoria. Una muy feliz forma de entrar en la literatura. Su vida y su obra bajo las mismas características: lo tenebroso y lo profundo del alma de cada uno.

24 de Febrero de 2019 19:34

Decía Borges que “la literatura actual es inconcebible sin Whitman y sin Poe”. Este último fue el autor favorito de Nietzsche, Kafka, Valéry y otros tantos grandes. De hecho, el poeta sostenía que “creó la forma a partir de la nada” y la instala dentro de nosotros, o nos hace descubrirla.

Edgar Allan Poe, para muchos el padre del cuento moderno, no centraba su interés en los paisajes de los escenarios, sino, por el contrario, en todo aquello que el alma sembraba de misterio y sombra, al descender a los infiernos.

Declaro mi amor por toda la producción literaria de Poe. Me hizo festejar la literatura y conocer al ser humano. De ahí mi amor por sus fantasías, sus fantasmas y sus traumas.

Edgar Allan Poe, Allan era su segundo apellido, aunque para él se convertiría en nombre, nos ha legado maravillosos cuentos y poemas. Charles Baudelaire tradujo su obra al francés y se obsesionó con él. Llegó a confesar que le rezaba cada noche. Borges, por otro lado, reconoce que “de un solo cuento de 1841, The murders in the rue Morgue, procede todo el género policial”.

Poe descreía de la musa como generadora del poema. En su The philosophy of composition, su última obra, asegura que la práctica de un poema es una operación intelectual, asemejándose a cualquier argumento de Auguste Dupin, su detective más celebre. También sostuvo que el horror llega desde el alma, haciendo de esta una sentencia que cruza casi toda su obra literaria.

 

Edgar Allan Poe murió a las tres de la madrugada del 7 de octubre de 1849. “Que Dios ayude a mi pobre alma”, dicen que fueron sus últimas palabras. La leyenda ya había comenzado a rodar en vida del propio autor. Su vida, marcada por las desgracias y su depresión psíquica, lo empujan al alcohol. Su matrimonio con una prima de 13 años, Virginia Clemm, no logró calmar sus tormentos del alma. Siempre al filo de la locura, proyectó sobre sus personajes aquellas tempestades.

Pero esas incursiones al infierno lo llevan a crear un estilo puntual y preciso, donde los personajes son movidos por fuerzas que los superan, sometidos a todos los cambios físicos y morales que constituyen la vida de cualquier ser humano.

Pero, insisto, el mito ya rodaba por el mundo.

Aseguran que en sus períodos de depresión acudía al alcohol como estimulante, pero apenas bebía, su cerebro y su alma pagaban las consecuencias. “Bebía como un salvaje, con una energía totalmente americana… como si asesinara”, dijo Baudelaire.

Una última visita a un amigo, ya ebrio él, sería el último dato certero que se tiene de su vida. Pasarían cinco días hasta que un médico conocido de Poe, recibe un mensaje informándole que “un caballero más bien mal vestido, necesitaba de su ayuda urgentemente”. Un tipógrafo reconoció a Edgar Allan Poe, borracho y semiinconsciente, en una taberna de Baltimore.

“Eran días de elecciones, y los partidos en pugna hacían votar repetidas veces a pobres diablos, a quienes emborrachaban previamente para llevarlos de un comicio a otro. Sin que exista prueba concreta, lo más probable es que Poe fuera utilizado como votante y abandonado finalmente en la taberna donde acababan de identificarlo”, relata Julio Cortázar.

 

El médico dirá en su informe que ya a esa altura estaba alejado de este mundo y perdido en sus visiones. Cinco días después, en el hospital, peleaba con las enfermeras y con aquellos fantasmas que lo visitaban, seguramente, para cobrarle toda aquella inspiración que le habían convidado en vida.

Dicen, también, que llamaba desesperadamente a Reynolds, el explorador polar que había inspirado al personaje principal de su obra La narración de A. Gordon Pym, quizás para compartir la búsqueda de aquella gigantesca imagen de hielo que cierra la novela. Su única novela.

Nadie lo acompañaba. Pocos sabían quién era. Menos aun, eran los que lo habían leído. “En un intervalo de lucidez, parece haber preguntado si quedaba alguna esperanza. Como le dijeron que estaba muy grave, rectificó: No quiero decir eso. Quiero saber si hay esperanza para un miserable como yo, apuntan las crónicas de aquellas últimas horas.

La impronta que le da su propia vida hace que los textos, las narraciones de Poe, se vuelvan nuestras página tras página. Los temblores y temores de nuestra alma cruzan la intención del autor, de persistir con sus fantasmas en nuestra existencia.

 

Tres cuentos para abordar a Edgar Allan Poe.

Toda selección es arbitraria. Esta también lo es:

1-El gato negro

Uno de los cuentos de Poe más celebrados. Un joven matrimonio en el que el marido tiene problemas con el alcohol. Tras una fuerte discusión en la que pierde los estribos, termina asesinando a su mascota, un gato negro. Pero el felino vuelve a la vida para tormento de su amo. La figura del gato, así como lo perverso del alcohol en el ser humano, son reveladores en la trama.

Sostiene Andrea Maturana sobre este cuento que “…pareciera que este cuento está relatado en susurros, solo que susurros que nos ponen la piel de gallina, que tienen un significado perverso y oculto detrás de palabras simples como “hombre” o “gato””. Y agrega, “Todas las cosas estremecedoras que suceden, aunque a veces sean algo improbables, son posibles. No hay monstruos que salen de las alcantarillas ni extrañas conversiones en criaturas inexistentes. Hay un hombre, una mujer y un gato negro”.

 

2-Berenice

Dos primos con vidas completamente distintas, Egaeus y Berenice, que de pronto ven interrumpidas por la enfermedad de ella y la obsesión de él por los dientes de su prima. La obsesión marca el ritmo de la trama y cada detalle de lo narrado tiene relevancia para el final del camino. Eduardo Berti comenta sobre el cuento que, “Es probable que Poe eligiera el nombre de Berenice no tanto por su etimología (portadora de la victoria) como por la obra teatral de Racine, que presentaba un amor imposible. He leído por allí que Berenice solía rimarse, en tiempos de Poe, con ‘very spicy’. No he leído, en cambio, que suena casi como ‘very nice’”.

3-La caída de la casa Usher

Un caballero es invitado al viejo caserón de un amigo de la infancia, Roderick Usher, que vive recluido solo con su hermana. Ambos sufren una enfermedad indefinida. Uno de los dos muere. El papel de la casa y de la asfixia de toda intimidad acompañan al trágico acontecimiento final.

Ray Bradbury escribió una segunda versión del cuento en sus Crónicas Marcianas. Es uno de los cuentos más populares de Poe que ha logrado aparecer hasta en la serie Los Simpson. Álvaro Bisama sostiene que “Es un cuento sobre la literatura… Inevitablemente, como un desastre o un milagro exquisito, esa casa siempre es la de Usher”