Gabriel Mestre: el obispo que supera la inercia de una Iglesia renuente al cambio

Hace dos años se convirtió en el representante más joven de la historia en guiar la Iglesia local. De génesis marplatense y con una fuerte impronta político y social, su balance desde la ordenación episcopal y un pedido especial para el futuro, en entrevista con 0223.

26 de Agosto de 2019 19:46

Por Redacción 0223

PARA 0223

La sorpresiva llegada del papa Francisco a la conducción de la Iglesia católica en 2013 generó numerosas novedades para una institución en crisis, fracturada al más alto nivel y fuertemente desacreditada por los escándalos de pederastia a nivel planetario.

Mientras el Papa demandaba por el mundo a los obispos latinoamericanos avocarse a la tarea pastoral con el pueblo, en Mar del Plata el ejemplo discordante de esa Iglesia comenzaba a tener su réplica: el 26 de agosto de 2017, monseñor Gabriel Mestre se convertía en protagonista de una ordenación episcopal histórica para la diócesis local al asumir como el representante más joven de la Iglesia en la región.

Exactamente dos años después, Mestre se prestó al diálogo con 0223 a fin de realizar un balance de su gestión, una tarea que lo tiene muy involucrado en cuestiones de la coyuntura político-social más allá de los asuntos meramente ecleciásticos.

“En un sentido sí, no lo había pensado de ese modo en el contexto previo al nombramiento, pero sí me ha tocado realizar una tarea política -no de carácter partidario-, sino desde la perspectiva y el compromiso. Esa Iglesia que tiene un mensaje de carácter espiritual pero que se encarna en la historia concreta de cada día, como que me fue llevando de a poquito, como obispo y con el equipo de laicos con el que trabajo. Me hago eco de ámbitos específicos y es una tarea que desde el evangelio nos encuentra haciendo equilibrio ante las difíciles coyunturas que nos han tocado”, reconoció Mestre de inmediato.

 

¿Revolución pastoral?

La política que ha intentado aplicar Francisco, según el análisis de varios especialistas, es en definitiva una provocación a la capacidad de la Iglesia de dialogar con mayor franqueza y profundidad con la cultura contemporánea. Y Mestre ha hecho de eso un auténtico culto.

“Hay una frase de Jesús en el evangelio que dice `conocerás la verdad y la verdad los hará libres´. Creo que muchas veces en la Iglesia esa frase no la hicimos carne y por eso por ahí, en el tema concreto de los abusos, u otros temas que tienen que ver, por ejemplo, con la etapa de la dictadura, por no acercarnos a esa frase, hemos perdido credibilidad y transparencia, que es lo que de alguna manera las personas buscan en la iglesia” confió el obispo.

La idea de enfrentar inercias, identidades cosificadas y conductas viciadas de una Iglesia encapsulada en su historia, llevaron a Mestre a tomar una actitud diferente y el propio protagonista lo explica: “Guiado por esa frase yo en realidad no le tengo miedo a abrir las tapas de las ollas y encontrarnos con lo que nos tenemos que encontrar, para sanar, purificar y mejorar las cosas”, aseguró.

 

Lo que viene

Sin utilizar la doctrina como refugio, Francisco enfrenta actitudes de una Iglesia clericalmente imperial, renuente a cambios. Y Mestre copia sus pasos. “Ahora en concreto con esto de abrir el juego, vamos a encarar con la universidad y con un equipo interdisciplinario, una revisión de los archivos de nuestro obispado y ver qué cuestiones pueden llegar a aportar algún tipo de luz con respecto a la etapa de la dictadura. No creo que haya nada sorprendentemente revelador, pero pueden haber datos que sirvan para una investigación. No me da miedo en esto de ser fiel a la verdad lo de poner un equipo que pueda llegar a revisar material que por ahí nosotros no tenemos clasificado”, se sinceró.

 

Elecciones y política

Al momento de ser consultado por el crispado ambiente político en la Argentina, el obispo ha pedido con claridad, en medio de su jornada de celebración de aniversario, que los políticos, en sus decisiones, “tengan siempre presente la apuesta por una cultura de la tolerancia”. “Sea cual fuere el resultado de la elección” agrega de inmediato. 

“Cuando nos hacen obispos nosotros tenemos que elegir un lema y yo elegí una frase cortita de la biblia que dice Cristo es nuestra paz. Es cierto, eso tiene un sentido espiritual y teológico para los que tenemos fe, pero también hay una mirada positivamente secular que es el tema del valor de la paz. Para mí es un valor esencial e importante y que hay que construirlo día a día desde el lugar en el que estés. Y ante esta confrontación que visualizo, veo, percibo e incluso en algún momento he padecido, creo que todo planteo que tiene que ser claro en la diversidad también tiene que ser hecho en un clima de paz, en el marco de una cultura del encuentro y de la amistad social, palabras que el Papa expresa en diversos lugares y que cada uno de nosotros tiene que aprender a conjugar en su sitio en particular”, analizó.

Para Mestre, “más que nunca en esta etapa de transición, sea cual fuere el resultado de la elección, tenemos que apostar a una cultura de la tolerancia. Yo me pongo claramente por esa línea, confío y apuesto a eso.Trato de tener contacto con todos los sectores políticos y partidarios. A todos los animo a que cada uno desde su lugar sea constructor de esta perspectiva. Ganes o pierdas, en esta elección o en la otra, tenés que ser un constructor de la paz social, insisto, en la diferencia y en la positiva confrontación. No le tengo miedo a confrontar, pero hecho de manera pacífica. En la misma Iglesia hay actitudes reactivas en ese sentido y tenemos que superar esa tentación”, concluyó.

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