Torres y Liva: el corte de calles genera cuantiosas pérdidas a los comerciantes de la zona

Un grupo de comerciantes hablaron con 0223 sobre la tragedia y cómo los afectó emocional y laboralmente. Trabajan entre un 20 y un 40% de antes del siniestro.

4 de Enero de 2020 12:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

Pasaron 20 días del incendio intencional de Torres y Liva, que dejó a familias en la calle y pérdidas millonarias: en ese contexto, mientras el Municipio intenta avanzar para realizar la demolición de los restos del edificio, un grupo de comerciantes afrontan estos penosos días envueltos en una singular preocupación: sus negocios están trabajando muy poco debido a que aún permanecen cortadas al tránsito vehicular varias calles de la zona.

En diálogo con 0223, Antonela, propietaria del autoservicio "Valientes", ubicado en la esquina de Rivadavia y 20 de Septiembre, en diagonal al siniestrado mayorista, mostró su dolor por cómo afectó la tragedia al barrio, "con gente que aún hoy viene a llorar porque perdió sus casas" pero pidió por la reapertura de las calles porque tanto ella como sus colegas “estamos igual que desde el primer día posterior al incendio”.

“Esta zona era una esquina casi céntrica, donde hay colegios, pasaban colectivos y mucho tránsito. Y ahora está todo muy parado porque mucha gente se fue y la gente no pasa mucho por la vereda. Estoy trabajando un 20% de lo que hacía antes. Esperemos que esto se solucione rápido porque nosotros vivimos de esto”, expresó la mujer, que mostró su preocupación por su situación económica, que la afectó desde el primer momento, cuando se cortó la luz en la cuadra y muchos productos se echaron a perder por la pérdida del frío.

Por su parte Adolfo Capalbo, un peluquero con desde hace 40 años tiene su local en Rivadavia casi 20 de septiembre, relató cómo se vive el día a día.

“La verdad que tenemos bastantes problemas por el tema de las calles cerradas. Yo tengo una clientela de años y ellos se comunica a ver cómo puede pasar. Pero el trabajo se cortó un poco porque algunos piensan que como está cerrado la calle, no abrimos”, razonó.

Por último Marianella, se mostró angustiada por los vecinos, colegas y empleados que fueron afectados por el siniestro pero no dudó en mostrar su preocupación por las bajas ventas que tiene su local desde el pasado 15 de diciembre. 

“Nosotros estamos afectados de manera directa, porque tengo empleados que debo mantener en tiempo y regla sus sueldos. Estos meses son los mas importantes y uno espera el verano para ponerse al día, después de un año malo y de años que no fueron buenos. Pero porque las calles que rodean al negocio están bloqueadas, estamos trabajando al 40% de lo normal”, estimó.

Consultada acerca de cómo fue la noche en que se enteró del siniestro, la comerciante recordó: “Fue una noche sin dormir, pedir que el viento no sople en dirección contraria, porque si nos tocaba, era muy difícil levantarse de algo así”.