Mar del Plata, cerrada: ¿cuánto puede aguantar?

Un taxista intentó ingresar este miércoles a Mar del Plata a buscar pasajeros. Tuvo que volverse.

22 de Abril de 2020 21:19

Por Redacción 0223

PARA 0223

La camioneta venía por la autovía 2 cuando detectó el control policial a la altura de El Sosiego. Dobló para evitar ser detenido y se metió por los caminos rurales para intentar llegar a Mar del Plata, pese al decreto que prohíbe que trabajadores de otras provincias ingresen a la ciudad. En el vehículo iban trabajadores de Corrientes y Misiones que eran trasladados al puerto de Mar del Plata. Finalmente, tras una breve persecución, lograron detenerlo. “Se volvieron por la ruta 2, custodiados por la policía”, confió una fuente del ministerio de Seguridad de la provincia, a cargo del operativo.    

La semana pasada, el intendente Guillermo Montenegro y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, charlaron mucho de este tema. Luego de la conferencia de prensa que dieron en conjunto en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), los dos se subieron al auto del jefe comunal y se fueron juntos a ver un control vehicular y los avances del hospital modular. En ese viaje, Montenegro le planteó su preocupación por los ingresos a Mar del Plata y la necesidad de reforzar los controles. Le anticipó la idea de firmar un decreto para prohibir la llegada de trabajadores golondrina. Y el ministro de Kicillof le dio la orden a su hombre en Mar del Plata, Rodolfo “Manino” Iriart, para que refuerce los controles.

 

Por estas horas, las autoridades municipales tienen una obsesión: lograr que el coronavirus no tenga circulación comunitaria. “Todos los infectados que tenemos sabemos dónde se contagiaron. Mientras podamos mantenernos de esa manera vamos a poder controlar la situación”, confió una fuente del Ejecutivo, quien afirmó que el gobierno municipal está decidido a endurecer su postura para sostener esa situación.

Pero, ¿hasta cuándo se puede sostener eso? Nadie tiene la respuesta. 

Los dos casos positivos que se conocieron en las últimas horas en el Puerto de Mar del Plata sacudieron la “calma” que atravesaban las autoridades. Primero, porque en los últimas dos semanas apenas se había detectado un nuevo infectado. Y además se trata de un paciente que cumple el aislamiento en su casa, sin síntomas y prontamente será dado de alta. Y segundo, y fundamental, porque las confirmaciones trajeron una pregunta ineludible: ¿cómo se contagiaron?

Hay algunas hipótesis, pero lo cierto es que el nexo epidemiológico en estos casos no está del todo claro. Mientras se buscan esas precisiones, la tarea ahora está centrada en controlar el daño. Si bien se sabe que ambos trabajadores contrajeron el virus, recién hoy el Ministerio de Salud de la Nación confirmó que uno de ellos dio positivo. Del otro todavía no llegó la información oficial. Casi al mismo tiempo que el marinero del Atlantic Surf III fue confirmado como un nuevo infectado, el gobierno municipal recibió una buena noticia: el segundo testeo que se le realizó en las últimas horas dio negativo.

“Esto va a tardar unos días en aparecer en el sistema del Ministerio de Salud, pero extraoficialmente sabemos que ya no está infectado, se recuperó”, señaló una fuente municipal. Desde la empresa también confirmaron que el nuevo test dio negativo. “Es una tranquilidad muy importante”, indicaron y anticiparon que este jueves se les hará el hisopado a los cuatro trabajadores del barco que tuvieron contacto más estrecho con él. “Si ellos también dan negativo vamos a saber que no contagió”, agregaron.

Las comparaciones con otras ciudades de similares características pone a Mar del Plata en una posición ventajosa. En La Plata ya contabilizan casi 40 infectados, el 30% corresponden son profesionales de la salud. En Bahía Blanca, actualmente hay 24 personas con coronavirus. “El 70% de los casos están relacionados a los desmanejos del Hospital de la Asociación Médica”, confió una fuente de aquella ciudad. El mal desempeño en esa institución sanitaria provocó un desmadre en la ciudad del sur bonaerense.

Montenegro quiere evitar a toda costa que en Mar del Plata pase algo similar. Por eso, prohibió que ingrese a la ciudad gente que no sea de Mar del Plata. Ya les anticipó a los empresarios que aquellos que contrataban a personas de otras provincias para hacer los trabajos deberán empezar a buscar la mano de obra en Mar del Plata.

 

“Manino” Iriart extremó los controles en los accesos. En la ruta 88 se llegaron a generar 5 kilómetros de cola de autos y camiones que esperaban ser revisados. El funcionario había dispuesto seis retenes en los accesos a Mar del Plata:

  • Ruta 2 (altura “El Sosiego")
  • Ruta 226 (altura "El Dorado")
  • Ruta 88: (kilómetro 12).
  • Camino Viejo a Miramar (Antártida Argentina y calle Chuyantuya).
  • Ruta 11 (peaje Mar Chiquita).
  • Ruta 11 (Peaje “Las Palomas” Norte)

“Este miércoles se decidió poner un séptimo control en el camino que une la autovía 2 y la ruta 11”, precisaron desde el Ministerio de Seguridad.

Por la misma razón Montenegro redobló los controles para los repatriados. Todos deberán permanecer aislados en hoteles que se adaptaron especialmente para recibir a estas personas. Actualmente hay 61 en el Regidor y La Posta del Viajante. A ninguno de ellos le cayó bien la decisión: algunos esperaban desde hace semanas poder volver a su hogar y se encontraron con la noticia de que debían pasar 14 días aislados en un hotel. El jefe comunal está decidido a avanzar con esta idea y ya tiene avanzadas las tratativas para habilitar el hotel 13 de Julio cuando sea necesario.

Más allá de los esfuerzos saben que hay un factor que hace que la carrera sea cuesta arriba: el frío. A medida que se acerca el invierno comenzará a haber más casos de personas con fiebre, tos, dolor de garganta, problemas respiratorios, todos síntomas compatibles con el coronavirus y todas potenciales consultas a los centros de salud.

“Por eso abrimos el primer Centro Covid (en el Cema) y ya empezamos a reforzar estas situaciones. Tenemos que anticiparnos a un aumento de las consultas”, admitió un hombre de confianza del gobierno.

¿Y la economía? Ese es otro factor de presión. Por ahora, Montenegro no cedió, pero son cada vez más sectores los que le recuerdan que Mar del Plata es la ciudad con mayor desocupación de la Argentina. "No tenemos casos, pero las pymes nos estamos hundiendo. No hay manera de que podamos sobrevivir", planteó un empresario del sector gastronómico.  

 

Desde la Secretaría de Salud que conduce Viviana Bernabei saben que en algún momento el virus comenzará a tener circulación comunitaria. La funcionaria respiró aliviada cuando confirmó que aquel viernes en que miles de adultos mayores salieron a la calle para ir al banco no tuvo consecuencias. Si alguien se hubiese contagiado ese día, ya debería haber aparecido. Y en el caso de los adultos mayores el virus no pasa desapercibido: los golpea fuertemente y la tasa de letalidad es elevada.

¿Se puede imaginar una medida similar a la de la Ciudad de Buenos Aires, teniendo en cuenta que uno de cada cuatro marplatenses tiene más de 60 años? Por ahora no. Sin circulación viral sería generar una molestia innecesaria. El esfuerzo sigue puesto en evitar que llegue gente a Mar del Plata infectada.

A medida que se aplana la curva de contagios, el pico de casos se va corriendo. Hasta hace algunas semanas se esperaba para fines de abril; luego fue a mediados de mayo y el último pronóstico fue a fines del mes próximo. Esos logros permiten ir dotando al sistema sanitario de insumos y estructura para cuando el pico llegue. ¿Cuál es el riesgo? “Si el pico llega en la parte más cruda del invierno sería un gran problema. Tenemos que pasarlo”, admitió una fuente de la cartera sanitaria.