Paula Rodríguez y las causas urgentes de una verdad

La nueva novela de  Paula Rodríguez está enmarcada en el género negro. La trama se centra en la problematización de las distintas verdades que pueden aparecer sobre un mismo hecho. Retrato de lo contemporáneo y del sistema que lo domina. 

17 de Mayo de 2020 08:34

Dicen que las novelas negras son aquella que mejor retratan una época. Ahí encontramos la representación  de los excesos sociales a través de los personajes así como aquello  de la actualidad que nos cruza: intereses, víctimas, victimarios, verdades, abusos.

Enmarcada en este género nacido con la gran crisis de 1930, podemos ubicar la nueva novela de Paula Rodríguez, Causas urgentes (SUDAMERICANA – 2020), en la que bajo un ritmo apretado se combina el drama contemporáneo y la emergencia social, así como las necesidades.

La sinopsis oficial de la novela adelanta que un sospechoso de homicidio desaparece tras un accidente ferroviario en el oeste de Buenos Aires y la policía trata de dar con su paradero mientras los medios de comunicación difunden especulaciones y análisis superficiales.

A simple vista pareciera un texto policial, pero la propia autora aclara “Coincido en una mirada amplia en que el policial negro es lo mejor para contar la realidad social. Es un género con límites muy flexibles también. En el caso de esta novela, no es un policial clásico. De hecho me preguntan si es un policial y yo dudo. Sí, es una novela negra. De hecho no tiene enigma, el enigma es qué verdad va a triunfar, qué versión de los hechos va a triunfar”.

La novela trabaja aquellas circunstancias en que una verdad, no muy comprobada, se puede volver la necesaria, la conveniente o la única que existe. Muestra fehacientemente cómo todos podemos creernos un curso de acontecimientos sin tener en cuenta que puede haber otro. “Es en el  fondo una novela sobre la construcción de la verdad”, dice Rodríguez.

Con la fiel reconstrucción del paisaje social contemporáneo y una muy buena elaboración de personajes, la historia nos mete en el análisis del lugar y las preocupaciones del periodismo como profesión y como parte activa de la sociedad. También en aquella crisis de sentido que se genera al tratar de hacer predominar una versión de los hechos sobre la otra. Hasta se podría decir que una participación importante en la novela, casi hasta llegar al rol del protagónico, lo tiene  nuestra relación con las verdades. Es decir, cómo logramos, individual y socialmente, adherir tan fácilmente a las verdades que nos convienen, a aquellas que coinciden con nuestras ideologías, que coinciden con nuestras emociones,  con nuestros intereses y descartamos las que no. La autora refuerza: “Entonces no es solamente el rol de los medios sino también  nuestra reacción a la información que recibimos”.

Paula Rodríguez es periodista y escritora. Esta es su primera novela y en ella nos plantea un análisis del modelo social, pero también examina la profesión del periodista. A medida que transcurre la acción y los discursos deja lo más interesante: el choque entre verdades, entre relatos, el show mediático y los intereses detrás.

-Me interesa preguntarte por el epígrafe que abre la novela, esa dedicatoria a la “periodista que soñabas ser”.

- Tiene que ver con la crisis del sentido del periodismo, el para qué estamos. Además de la crisis laboral, la precarización por la que pasamos los periodistas, está la crisis del sentido también.  Además, cuando te pones a escribir ficción, empiezan a salir alguna cuestiones que son más “universales” y también hay que tener en cuenta que escribí esta novela en medio de esta crisis de sentido con mi laburo, con mi oficio, con lo que siempre fue mi vocación y que cuando coincide con la crisis de la mediana edad es algo doble. Entonces es como  un homenaje a lo que queríamos que fuera el periodismo o a los ideales por los cuales muchos adherimos a este oficio y también al recorrido personal.

La relación entre periodismo, crisis y policial negro gana espacio.  Los personajes son anecdóticos si uno piensa en el modelo que nos rodea. La crítica paradigmática debería hacernos reflexionar, pensando en las exigencias del relato, las que no son menores o distintas que las de la realidad que nos toca.

Causas urgentes ejemplifica el sistema. Cuenta una historia que, tranquilamente, uno podría llevar a cualquier caso cotidiano, así como nos lleva a extrañar a aquel periodismo que queríamos tanto.