En defensa de la comunicación virtual

Aquel intercambio que se desarrolla a través de un dispositivo electrónico, ¿es realmente una conversación? ¿Se puede interpretar y ser interpretado en una conversación virtual? La Doctora en Comunicación social, Patricia Nigro, asegura que no es lo mismo, pero hoy es lo que tenemos para sostenernos como seres comunicantes que somos. 

6 de Septiembre de 2020 08:30

La palabra “conversación” tiene su raíz etimológica en el latín cum (con) y versare (dar vueltas). Podría decirse, entonces, que una primera lectura sería que, cuando conversamos, damos vuelta sobre algo o a algo para interpretarlo o comprenderlo.  Ahora, si uno piensa en conversar, lo segundo que aparece es la palabra diálogo o aquello que permite, según los griegos, que la palabra o el pensamiento intervengan para dar significaciones.

Estos mismos conceptos, hoy en día, ¿siguen siendo válidos para aplicarlos a las nuevas formas de comunicación?

En Una defensa de la conversación virtual (Indie libros, 2020), la doctora en Comunicación social Patricia Nigro  ensaya, a contramano de aquellas voces que critican a los nuevos dispositivos y sus nuevas modalidades, una defensa del intercambio verbal a través de estos nuevos mecanismos. El argumento parece simple: “Estamos en un contexto muy particular. Estamos en el medio de una pandemia. Entonces la comunicación virtual es una manera de comunicarnos y protegernos. El ser humano es un ser en comunicación, es decir, hacemos lo que sea para estar comunicados, conectados”.

 

-¿Cuál es la preocupación de aquellos que remarcan la comunicación física frente a la virtual?

- Hay una cosa que es cierta y es aquello que se pierde en el marco de la comunicación no verbal. Nuestra cultura es una cultura de cercanía a diferencia de las nórdicas, por ejemplo, que son de lejanía. Es decir, nosotros necesitamos un contacto para comunicarnos. Una palmada en el hombro, un roce, un abrazo... Todo eso se pierde en lo virtual.

- Y esa falta de contacto físico  ¿corta el diálogo? ¿se puede tomar como un ruido que interrumpe la comunicación?

- Está claro que no es lo mismo, pero estamos en una situación excepcional. En este momento es lo mejor que tenemos. Estamos explotando todo lo que se puede explotar para satisfacer aquella necesidad de comunicarnos como sea. Sin la tecnología esta pandemia hubiese sido como en la Edad Media, es decir,  estar encerrado cada cual en su casa y no tener contacto con nadie más, o sea, una situación terrible de soportar. Aquí no se pierde toda la comunicación no verbal, se pierde solo una parte, pero se ve la gestualidad de las manos, parte del rostro y la mirada, por ejemplo.

La conversación es una actividad esencialmente humana. Sabemos que es la  forma primaria en que se da el lenguaje y la forma prototípica de la interacción verbal. Claro está que aprendimos a hablar mucho antes que a escribir. Pero hoy, pandemia mediante, las videollamadas pusieron en crisis algunas lecturas sobre el tema.

“Si algo puede distinguir una conversación real y una virtual es el lenguaje no verbal. Los gestos sirven de guía para los participantes al diálogo. Estos miran las señales de su compañero y entienden mejor los detalles menos visibles de los mensajes transmitidos. Por otro lado, ofrecen datos importantes sobre la persona con la que estamos hablando. Uno de los indicios del estado emocional de una persona se advierte no tanto en cómo habla, sino más bien en su postura corporal” se cita en el libro de Nigro.

Lo cierto es que  hasta los más críticos de las nuevas formas han terminado, para comunicarse con amigos, familia o por trabajo, utilizándolas. Si algo concreto se desprende de las circunstancias actuales, es que las herramientas digitales generaron nuevos formatos de conversación. Nuevas y de diferente calidad e intensidad, pero que “proporcionan diferentes soluciones comunicativas con diferentes objetivos”

-¿Los más jóvenes, los adolescentes, se adaptan más fácil a estas nuevas formas de comunicarnos?

- Las nuevas generaciones se adaptan mejor, pero te digo que en educación, los jóvenes quieren la cosa un poco más escolar. Quieren un poco de esa atención de lo físico que tiene la escuela.  Aparte, para los niños y los adolescentes, la tecnología sirve para jugar. Entonces ahora le meten todo lo educativo y sacan de contexto toda esa funcionalidad que ellos le daban.

-¿Por qué una defensa?

- Yo pongo en el título una “defensa” porque hay mucho atraque, de muchos (incluso docentes) que están esperando volver a la clase tradicional, pero lamentablemente no sé si va a ocurrir. Lamento decirlo así, pero no va a volver a ser lo mismo. Primero porque la pandemia no terminó y, luego, porque hubo un cambio cultural muy grande que se dio. El 2021 va a ser un año de transición.  Va a ser una cuestión combinada. Por las circunstancias, porque faltará espacio e infraestructura y, además, una cantidad de docentes complementarios que no hay.

El éxito de las plataformas de videollamadas, donde uno puede  verse con uno o con muchos a la vez, busca,  entonces,  recuperar algo de la comunicación no verbal perdida por el aislamiento. También tiene su lado negativo, de hecho ya se habla de una “fatiga de Zoom” (aunque se puede aplicar a cualquier plataforma) porque lo que implica es el grado de tensión que genera la actividad permanente. Un abuso de la tecnología que te demanda una atención y una tensión el estar todo el tiempo frente a la pantalla.

Pero, al menos hoy y bajo la circunstancias del aislamiento mundial, es la única alternativa que se tiene. El fenómeno ha generado preocupación, inquietud, pero también la posibilidad de que nos conectemos más que nunca con personas de distintos lugares, cercanos o lejanos. Todos ellos encerrados y aislados como nosotros, pero con ganas de conversar. La comunicación está presente en nosotros, en los seres humanos y se está usándola tecnología  para poder llevarla adelante. Al decir de Patricia Nigro, “Aseveramos que defendemos la conversación digital  porque no nos resignamos a perder el lazo comunicativo con los demás y, si no podemos tener por ahora la presencia física, estaremos allí, virtualmente, cerca de los demás”.