El desgarrador relato de la mamá de Luciano: “Yo ya me fuí con él”

En una descripción impactante, Judith Aristegui habló sobre lo sucedido durante las primeras horas tras encontrar a su hijo muerto y contó que los policías quisieron esposarla.

Judith Aristegui estuvo acompañada por Cintia, madre de Lucas González, el joven asesinado por la policía porteña. (Foto Télam)

14 de Diciembre de 2021 20:45

Por Redacción 0223

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“A las tres de la mañana mi pareja me viene a avisar que el nene estaba muerto, fuí creyendo que había sido un accidente ya que él andaba en moto. Cuando llegué empecé a pedir una ambulancia, me dijeron que me calmara que ya iba a venir, pero resultó que la ambulancia ya había ido, no tuvo nada que hacer y se fue”. Esas primeras palabras de Judith Priscila Aristegui, la mamá de Luciano Olivera, fueron la introducción de un relato estremecedor respecto a lo sucedido en la madrugada del viernes pasado cuando su hijo perdió la vida asesinado por el policía bonaerense Maximiliano González.

Judith habló en la previa de lo que fue la exposición realizada por el abogado Gregorio Dalbón, quien ofreció sus servicios para representar a la familia de Luciano y anunció que pedirá la detención de todos los policías que estuvieron en el lugar del trágico hecho.

Además de haber quedado atravesada para siempre por un dolor incomparable, Judith contó una serie de sucesos acontecidos después de que llegara al sitio en donde yacía su hijo que también le dejarán una marca imborrable.

“Me quedé arriba del nene y ahí caí en la cuenta de que estaba muerto. Mientras tanto nadie me decía nada de lo que había pasado, si había sido un choque o qué. Empezó a amanecer, el nene tenía un buzo azul y le descubro en el pecho un mancha de sangre chiquita. Cuando le levanté la ropa me dí cuenta que tenía un tiro en el medio del pecho”, contó Aristegui sobre las primeras horas tras llegar a la zona de avenida 9 y calle 34.

“Me levanto y empiezo a pedir explicaciones, me dicen que me tranquilice. Empiezo a pegarles a todos y me empiezan a trabar de todos lados. A cada rato me tiraba arriba del nene. Estuvo toda la noche tirado ahí, y nadie me daba respuesta por nada”, agregó la mujer a continuación.

En esa línea cronológica Judith contó que fue a las 6 de la mañana cuando llegó el comisario Edgardo Vulcano, recientemente destituido: “También le pedí explicaciones, tampoco me decía nada, y encontré la cápsula de la parte de atrás de la bala al lado del cuerpo del nene. Se la tiré en la cara. Me dijo que me calme que había sido un accidente. Como yo no me tranquilizaba ordenó que me esposaran, dos veces lo pidió. Me pegaron, me agarraron de todos lados para esposarme y entonces me tiré otra vez arriba del nene”, relató la mamá de Luciano sobre los dramáticos momentos sufridos.

Dalbón contó que pedirán la detención de todos los policías involucrados en el crimen de Luciano Olivera. (Foto Télam)

Una hora después del arribo del comisario, apareció una ambulancia. Para Judith, la intención era “que me den algo ya que me querían sacar de ahí”.

“Cuando llegó la fiscal ahí me enteré quién había sido. La policía se me reía, estaban todos con sus celulares caminando de acá para allá. Nadie me dio una respuesta de nada. A las 8 de la mañana se llevaron el cuerpo y ahí me fuí. Supe quién le había pegado el tiro al nene cuando llegó la fiscal”, detalló la mujer sobre el arribo al lugar de Ana María Caro, la representante del Ministerio Público Fiscal a cargo de la investigación del caso.

Como pudo, Judith concluyó con sus dolorosas palabras: “Ahora tengo que ir a llevarle flores, él venía de jugar a la pelota, estaba terminando la escuela, le quedaban dos años, él quería llegar a jugar en primera al fútbol y no llegó porque este asesino vestido de policía me lo mató”.

Sobre el final la mamá de Luciano trazó su desolador panorama: “Y ahora a la mañana cuando no trabajo, en lugar de estar con él acá desayunando tengo que ir a llevarle flores y hablar con él ahí. Yo ya me fuí con él, no puedo estar con mi hija, no puedo abrazarla, no puedo comer porque mi hijo está sin comer. No estoy, no puedo más nada, no puedo vivir más. Lo único que quiero es que estén todos presos, todos los que estuvieron esa noche que se rieron de la muerte de mi hijo. Es lo único que quiero”.