Acusan al chef Pablo Massey de acoso sexual y laboral 

La pastelera Trinidad Benedetti relató a través de su cuenta de Instagram la  historia de maltrato laboral y acoso sexual que vivió cuando trabajaba en La Panadería de Pablo.

2 de Febrero de 2021 13:49

Por Redacción 0223

PARA 0223

Trinidad Benedetti trabajó en “La panadería de Pablo” durante ocho meses en los que según dijo dejó “cuerpo, sangre, alma y mi dignidad ahí”. “Tenía 20 años. Fue mi primer trabajo en un lugar 'copado' y el primero dentro de la pastelería, entonces yo amaba ese trabajo", dijo a modo de introducción la mujer.

"Pablo me acosó y la gerencia lo protegió, no me apoyó, y fui tratada de loca, irreverente y desagradecida, en particular por Rodrigo (Da Costa), quien en ese momento era el chef ejecutivo", confirmó Benedetti en una charla con minutouno.com. En particular se dio una situación por la que la joven de 25 años tuvo que recurrir a sus compañeros, e intentar evitar a su jefe de ahí en adelante.

"Hablé con una de las encargadas esa misma noche y le dije textualmente: '¿es normal que Pablo le toque el culo a las empleadas?'. Y ella me respondió: 'sí. tenés dos opciones. No hacés nada porque es un viejo gagá y todos sabemos, o le pegás una cachetada. Cualquiera de las dos es válida", contó 

Entonces Benedetti, recurrió a Rodrigo Da Costa, por entonces gerente de La Panadería de Pablo, y a su colega Nicolás Calderone, que "actuaron muy sorprendidos, impactados, no lo podían creer, iban a tomar cartas en el asunto".

Pero nada cambió."Era muy real era el acoso en ese local, pude escucharlos tantas veces hablar de mujeres como si fueran una cosa", del aspecto de las camareras y hasta "se quejaban de que no conseguían ninguna pastelera como la gente, que todas eran bagartos".

"Todos ahí dentro sabíamos de la mala leche que manejaban. Ya sabía de varias personas a las que le habían bajado laburos gracias a ellos, que llamaban a quien sea para dar malas referencias. Y era mi primer laburo, y a mi no me conocía nadie, y era mi palabra contra la de todos ellos. Me callé y ni bien pude me fui, esperando el día en que me convirtiese en alguien con el suficiente poder para ser escuchada", relató.

Hoy Benedetti trabaja como asesora en dos restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires y tiene otra perspectiva de lo vivido. "Obviamente no es que sienta que tengo demasiado poder ahora, pero si sé que tengo cerca gente que me apoya. Y ayer Rodrigo subió unas historias que yo vi, en las que lo atacaban por haber hablado mal de alguien que lo criticó en su restaurante", contó.

"Cuando pasó todo eso realmente la pasaba horrible. Y no me podía ir, porque no encontraba trabajo. Pensé un montón en renunciar y dedicarme a vender tortas en mi casa, pero sabía que eso no era lo que quería para mi profesión", reconoció. Dos meses más tarde logró irse del local sin hacer una denuncia formal. "¿A quién le crees? ¿A una pibita de Villa Maipú o a los que tienen programas en la tele?", concluyó