Desde las escuelas privadas advierten que "es muy triste judicializar la educación"

Lo expresó a 0223 Radio Matías Barrionuevo, representante de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada bonaerense en Mar del Plata. Reveló que hay colegios que no avanzan con acciones en la Justicia por temor a que les quiten la subvención estatal. "Esta situación da ganas de llorar y de dejar todo", confesó.

Para los institutos de enseñanza privada la medida de sostener la virtualidad "no tiene justificación".

4 de Junio de 2021 09:40

Por Redacción 0223

PARA 0223

La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada bonaerense (Aiepba) lamentó que los colegios de Mar del Plata tengan que recurrir a la Justicia para poder recuperar las clases presenciales en el contexto de la segunda ola del coronavirus y renovaron las críticas contra el Gobierno por sostener en el tiempo una medida de estas características "sin justificación".

"Llegamos a un punto en el cual estamos judicializando la educación de nuestros chicos y es terrible. Es terrible que para los chicos puedan volver a las aulas tengamos que recurrir a la Justicia. Da mucha tristeza. No estamos acostumbrados a estos como educadores. No es nuestro objetivo tener que judicializar para que los alumnos vuelvan al aula", expresó, en primer lugar, Matías Barrionuevo, integrante de la entidad en la ciudad, en el marco de una entrevista con 0223 Radio.

El hombre, que también se desempeña como representante legal del Instituto San Nicolás de los Arroyos, dijo que el sector comprende la delicada situación sanitaria que se atraviesa por esta fecha pero al mismo tiempo advirtió que "los padres se siguen movilizando por la calle porque tienen que salir a trabajar mientras las escuelas permanecen cerradas". "Toda la gente anda en la calle. No entendemos por qué los colegios están cerrados y la verdad es que no tenemos respuestas a eso. No nos dan una explicación coherente", sostuvo.

Para Barrionuevo, el intento por disminuir la circulación general de personas en la ciudad "no es justificación" para el cierre de los colegios y recordó la "inversión enorme" que han hecho diferentes establecimientos para poder adecuar sus instalaciones. "En nuestro caso, sacamos el buffet y lo transformamos en un aula. El jardín donde era un zoom se dividó con durlock porque las burbujas no pueden ser con más de 15 alumnos. Pusimos televisores y computadoras en todas las aulas. Tuvimos que pagar más horas de alquiler en el Club Unión para que todas las burbujas pudieran tener su espacio", enumeró.

A su vez, el representante de Aiepba reconoció que los docentes "están haciendo un sacrificio enrome para llevar tranquilidad a los padres de que los chicos están cuidados" dentro de las aulas". "Y de hecho están cuidados. Así lo demuestran los números que dio a conocer el intendente Guillermo Montenegro", afirmó, en referencia al respaldo al reclamo que dio el jefe comunal el viernes pasado en conferencia de prensa, y agregó: "Nosotros aislamos muchas burbujas. Y los contagios siempre se dieron afuera, no adentro".

El abogado del San Nicolás apoyó el motivo de la presentación judicial que impulsó el instituto Albert Eistein pero consideró que el camino para poder obtener una respuesta favorable a la presencialidad "debe ser otro". "Apoyamos todo pero no vamos a judicializar la presencialidad. Yo quiero que los chicos estén en el aula y los padres trabajen pero no lo voy a judicializar", aclaró, y añadió: "Como colegio, no vamos a ir en contra de la norma. No vamos a reabrir porque nos parece. Los pasos tienen que ser legales y como sociedad y como personas adultas que somos: charlando, consensuando, y tratando de llegar a un punto en común. Ese punto en común tiene que ser que los chicos estén en el aula. No hay otra solución".

En este marco, el dirigente también reconoció que hay diferentes colegios del sector que no deciden avanzar con acciones judiciales por temor a que se les quite la subvención estatal, un beneficio al cual permanece ajeno el Einstein. "Hay muchos colegios con subvención y otros que no. Y los que están con subvención, están frente a un riesgo. Sinceramente hay miedo de que haya una sanción por interponer cualquier medida judicial y que entonces saquen la subvención. Y la realidad es que hoy la comunidad educativa que va a un colegio subvencionado, no va a poder ir a un colegio que ya no la tiene", aseveró.

Barrionuevo, además, pidió a las autoridades que midan el impacto a futuro de permanecer "casi 2 años sin presencialidad". "Sabemos, desde los riñones, lo que sufren los adolescentes; lo que es estar conectado desde las 7.30 hasta las 12 frente a una pantalla y tener un creo de veinte minutos a las 8 que solo les sirve para volver a la cama. Vivir este tipo de situaciones a diario da bronca, impotencia, ganas de llorar y de dejar todo", confesó.

"A veces lo que vemos es que quien toma las decisiones, y no solo en el ámbito de la educación sino en el resto de las áreas, no está en el aula todos los días para saber cómo es la situación ni cómo es recibir a los padres todos los días. Las decisiones se toman sin saber lo que van a producir después", advirtió, y concluyó: "La única manera de garantizar una salida es que los chicos estén de nuevo en el aula porque sabemos que no contagian"