Derrota categórica: ¿puede el Gobierno revertir el resultado?

El Frente de Todos se enfrenta a una derrota inédita y que puede tener consecuencias en el futuro de su gobierno. Qué puede cambiar. 

Alberto Fernández fue el único que habló tras la derrota en las elecciones Paso 2021.

13 de Septiembre de 2021 18:35

El Gobierno recibió un golpe tan inesperado como demoledor. Rompió con todos los pronósticos y pone en crisis aspectos sensibles de los dos años que el oficialismo tiene por delante hasta 2023.

Pero, primero lo primero. La derrota es de magnitudes históricas por varios motivos. Uno es que a diferencia de 2013, 2015 y 2017, el peronismo fue unido, con los mismos actores que fueron parte de la victoria del 2019. 

El segundo punto es que, de mantenerse estos números, el oficialismo podría perder la mayoría en el Senado, algo que nunca ocurrió desde el retorno de la democracia. 

En el oficialismo no hay ganadores: pedieron todos. Y un tercer elemento será la forma en que el Gobierno sobrellevará el camino a las elecciones generales de noviembre. Todo indica que muchos gobernadores provincialzarán los comicios y las figuras claves de la coalición gobernante se sacarán los ojos para recuperar votos en la provincia de Buenos Aires. 

Fuentes oficiales consultadas para esta columna reconocen el golpe que dieron las urnas, pero confían en poder recuperar terreno electoral. ¿En qué lagunas piensan pesca? El puñado de votos de Randazzo, algo del 7 por ciento nacional del Frente de Izquierda e incluso no descartan un pedazo de los votos de Facundo Manes que, según entienden, votaron al Frente de Todos hace dos años. 

Otro escenario que contemplan es que el 10 por ciento de padrón que fue a votar pueda volcarse a las urnas en favor del gobierno. ¿Será en el modo "sí se puede" de Juntos por el Cambio luego de perder las paso de 2019 por 15 puntos?

Parecen cálculos tan finos como optimista, pero si algo nos vienen enseñando los procesos electorales en Argentina es que los análisis de hoy pueden no servir para nada al otro día. 

Pero no se trata solo de matemáticas sino también de narrativa. El Gobierno tiene que dejar de gritar y cambiar la prioridad de gestión. Es evidente que a la población le importa poco y nada la reforma judicial, Pepín Rodríguez Simón o la batalla cultural.  Así fue en 2019, así se repitió en 2021.

Alberto Fernández fue el único orador en un frente que parece haberle endilgado la derrota al jefe de Estado. La moderación y aceptación del mensaje de las urnas fue la primera reacción, algo destacable si tomamos como referencia el enojo de Macri que terminó con el dólar subiendo 20 pesos en un rato. 

"Escuchamos el mensaje de las urnas. Sabemos que nos votaron para que generemos trabajo y les mejoremos la vida. Y tiene que ser más rápido. Lo vamos a hacer. Corregir los errores y militar lo que viene. Con mucha humildad, con más fuerza y coraje. Ese es nuestro deber", tuiteó el jefe de gabinete Santiago Cafiero el día después. “Las gente nos dijo ‘Así, no’. Tenemos que cambiar las herramientas”, declaró Victoria Tolosa Paz.

El diagnóstico es claro: economía mató vacunación. La inflación y la necesidad de que el salario valga más es una necesidad del votante pero lo que no queda claro es cómo se cambia a dos meses de un nuevo comicio.

Acelerar la emisión monetaria para poner plata en los bolsillos de la población, aumentar los salarios y las jubilaciones contradice la disciplina fiscal que viene defendiendo Martín Guzmán y que reclama el FMI.

No son pocos los que no quieren más a Guzmán en Economía y piden congelar el acuerdo con el Fondo. Eso, tal vez, genere un efecto inmediato en algunos sectores pero, ¿no complica más el espiral inflacionario? Son todas preguntas que están sobre la mesa y cada accionista del Frente de Todos tiene una respuesta diferente.

A favor de Alberto Fernández aparece que como todos perdieron el sigue siendo el factor de unidad del frente. En su contra está la realidad de las urnas que, de repetirse o empeorar, no solo pone en aprietos su reelección sino que puede complicar la gobernabilidad.

Del lado ganador, todas las luces apuntan a Horacio Rodríguez Larreta. Su estrategia funcionó y esta victoria le permite imponerse sobre Macri.

¿Cuánto puede influir lo que pasó el domingo con el 2023? Poco. Lo que si se pone sobre la mesa son los desafíos de los dos frentes dominantes. Si el Gobierno no acomoda las variables económicas, la suerte está echada y Larreta tiene en la moderación una carta que puede convertirlo en Presidente. ¿Podrá?

Son muchas preguntas cuyas respuestas se irán encontrando en lo que queda del mandato del Frente de Todos. Para lograrlo, hay que dejar de mirar Twitter y escuchar medios afines y poner los ojos y oídos donde hay que ponerlos.