Hace un año le pidió matrimonio en la Base Naval y hoy su sueño es realidad: así es la historia de Caro y Manuel

Después de navegar cinco meses a bordo de la Fragata Libertad, el guardiamarina marplatense sorprendió a su novia con una propuesta de amor incondicional. “En el 2018 se me había ocurrido pedirle matrimonio y lo tenía planeado para cuando termine la escuela naval", contó el joven, a 0223. 

Manuel Astray es jefe de navegación y jefe de Detall de la corbeta ARA Granville (P-33).

15 de Octubre de 2022 12:01

Hay dos fechas que Manuel Astray tiene bien grabadas en el corazón. La primera es el jueves 17 de abril del 2014, cuando Caro le dijo que sí, que quería ser su novia. Y la segunda se remonta al lunes 22 de noviembre del 2021, el día en que Caro le dio el otro sí, el más importante, ante el sorpresivo pedido de matrimonio que Manuel hizo de rodillas en el muelle de la Base Naval de Mar del Plata después de haberse embarcado durante casi cinco meses en la Fragata ARA Libertad, en el marco de su cuadragésimo noveno viaje de instrucción.

La postal de amor, en verdad, no solo quedó grabada en el corazón de Manuel sino que alcanzó a ser retratada por los fotógrafos oficiales de la Armada Argentina que cubrían la pomposa ceremonia de bienvenida del navío escuela de la fuerza tras su paso por Chile, Perú, Ecuador y Uruguay. El ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana, fue otro de los testigos del singular gesto del guardiamarina. “Fue todo muy emocionante; la tripulación se reencontró con sus familiares y hasta presenciamos un pedido de matrimonio”, expresó el funcionario en sus redes, en aquella jornada.

Hoy, casi un año después, la foto de compromiso se puede mirar desde otro lugar ya que, en tan solo unas horas, los enamorados darán el paso definitivo y se casarán. La celebración corona una historia que comenzó a tejerse hace más de ocho años, al coincidir ambos en un trabajo de temporada. En el verano del 2014, Manuel había conseguido empleo en un hotel de la ciudad como botones y fue en ese establecimiento donde conoció a Carolina, que trabajaba como mucama.

El amor fluyó rápido entre los dos y en pocos meses afianzaron una relación. A Manuel, sin embargo, le preocupaba no tener un trabajo estable durante todo el año y buscó alternativas hasta que la familia de la pareja le sugirió una opción que no había pensado hasta ese momento: entrar a la Armada, con tan solo diecinueve años. “Me decidí a estudiar porque el papá de Carolina es un Suboficial mayor retirado, un veterano de la guerra de Malvinas, y él fue el que me contó de la Armada”, asegura el joven.

La prueba de amor conmovió a todos los presentes en la Base Naval.

Así, entonces, se preparó para estudiar en 2015 y permaneció del 2016 al 2020 en la Escuela Naval Militar (ESNM) que se encuentra en las inmediaciones del partido de Ensenada, a orillas del Río Santiago y a pocos kilómetros de La Plata. Desde el principio, se abocó con gran dedicación y esfuerzo a la carrera pero nunca dejó de pensar en Carolina. “En el 2018 se me había ocurrido pedirle matrimonio y lo tenía planeado para cuando termine la escuela. Por suerte, gracias a Dios, se dio todo como esperaba”, expresa.

Difícil pero no imposible

La vida naval no es para cualquiera: exige estudio, y, sobre todo, largos viajes que alejan a los miembros de la Armada de sus familias. Manuel no permanece ajeno al sacrificio y reconoce que se le hace “difícil” estar mucho tiempo distanciado de Caro y sus seres más queridos. “Es un poco duro y cuesta bastante. Y con la pandemia, que demoró un año mi egreso, también se hizo difícil. El último viaje con la Fragata duró cinco meses. Por eso, después de tantos meses sin vernos, quería sorprenderla y elegí la propuesta de casamiento”, revela, en una entrevista con 0223.

En su rol como jefe de navegación y jefe de Detall de la corbeta ARA Granville (P-33), a Manuel le esperan más viajes a futuro. En el 2023, por lo pronto, tendrá que ir a la Escuela de Suboficiales de la Armada que está en Puerto Belgrano, a unos 40 kilómetros de Bahía Blanca, para definir su especialidad. “Durante la carrera se sigue estudiando todo el tiempo, no aflojamos nunca, y si no estudiamos, entonces estamos navegando. Por suerte, ella ya está acostumbrada a este tipo de cosas por la experiencia de su papá así que dentro de todo la vamos llevando bien”, valora.

Y la historia de amor de la pareja marplatense también promete más emociones a futuro. Mientras Caro transita sus últimos pasos por la carrera de Diseño de Interiores, Manuel anticipa los planes que piensa con ella una vez que ya sean declarados, oficialmente, ‘marido y mujer’: “La verdad que yo soy un poco chapado a la antigua. Mi idea siempre fue terminar de cursar, recibirme, casarme, y después tener hijos. Así que espero que todo eso se pueda dar en algún momento”.