Guía maravillosa de la Costa Atlántica

El miramarense Andrés Gallina lo define como un libro donde “la poesía está en todo: en un caracol, en un paisaje, en algo más chiquito, en todo”. Se refiere a Guía maravillosa de la Costa Atlántica (Sudamericana, 2022), libro que escribió junta al marplatense Matías Moscardi y que produce “que algo tan cotidiano para muchos, en época de vacaciones, se vuelva un misterio”.

“En algún momento empezamos a escribir un libro sobre el mar. Empezamos a leer ensayos y mucho sobre el mar, pero era un tema inabarcable. Y en algún momento esa idea se empezó a territorializar y empezamos a pensar en el territorio en que nacimos y en algunos de esos paisajes. A partir de ahí, empezamos a probar hasta que salió esta guía maravillosa”, comienza diciendo Andrés Gallina. Y agrega: “Es como una tercera voz que aparece. Juntos encontramos el pulso del libro, su ritmo, su sonido y la afinación. A partir de ahí, ya hay algo donde no escribe uno ni otro, sino que se va escribiendo juntos y a la vez”.

-¿El libro muestra algo que se puede leer como esencial para que la costa sea la costa o algo esencial para ustedes?

-Es la costa de esa voz que escribe. Eso nos llevó a pensar qué tipo de guía es esta. El otro día vi en una librería que estaba en la sección de turismo y eso me sorprendió porque imaginé a alguien que viaje guiado por esta selección que nosotros hicimos más alucinados que otra cosa. Lo cierto es que el recorte se hizo un poco por todo aquello que mirábamos estuviese atravesado por una mirada maravillada. Por eso también decimos, en algún punto, que pertenece a literatura infantil, por esa primera mirada, porque es una mirada que viene después de haberte quitado una venda de los ojos y ver eso por primera vez: el mar, el viento, cuestiones que deberían estar más naturalizadas porque las vemos y sentimos todos los días, pero en el libro están narradas en forma “maravillosa”.

Guía maravillosa de la Costa Atlántica es un texto que va de lo general a lo particular. Hacia el final, a uno le queda la sensación de que fue armando un viaje, uno que inicia en el verano y concluye en el invierno pero siempre con la costa, el mar, presente. “En un momento nos dimos cuenta de que muchas veces la costa argentina, para muchos turistas, es un lugar devaluado. Quisieran ir a otros lugares, pero como no pueden vienen a la costa atlántica. Es un lugar por default. Nosotros quisimos ir en contra de eso y de ellos. De alguna forma, escribir un libro que narre la costa cruzada todo el tiempo por una mirada fascinada” agrega uno de los autores.

-¿Con qué material trabajaron para el libro, además de la mirada de cada uno sobre esos lugares?

-Por un lado trabajamos mucho sobre archivo periodístico. Sentíamos que encontrábamos ahí muchas notas periodísticas veraniegas donde siempre la costa se volvía tema dominante. Donde se pone en hiperinflación la Costa atlántica y siempre sale algún misterio de ahí también. De esas cosas que ocurren nos interesaba cambiarle el registro, el tono, y trabajarlas sobre un registro que hibride la cuestión poética y literaria. Básicamente esa fue la idea, se trabajó mucho en revisar las notas periodísticas y remixar el tono, pero no había idea de sistematizar cierta totalidad, si no, más bien, de cartografiar un territorio afectivo y poético que marcará el tono del libro.

-¿Y dónde está eso poético del mar? ¿Qué es lo poético del mar?

-En lo personal, me pasa que todo lo que escribo está todo inundado por la costa. Está casi antes de la escritura. Hay algo ahí que, para nosotros, antes de pensar qué escribir ya sabemos que, sea lo que sea, el mar lo cruza.

Gallina agrega: “Ese es nuestro mar. Un mar muchas veces vapuleado en la mirada del turista, pero que en el libro es el caribe. Ese mar del que siempre se dice que está picado, que es frío, que tiene ese color gris. Bueno, ese no es el color de nuestro mar, esa no es la temperatura, en invierno ves esa hermosa línea de los surfistas entrado en él, el que tiene esos muelles, esas escolleras donde también es un espacio de sociabilidad muy fuerte para nosotros. De a poco, así, empezó a aparecer el mar que queremos y queríamos, sobre el que podíamos decir algo. Entonces eso fue cediendo terreno a la singularidad de cada cosa y si hablamos del mar, ¿por qué no escribimos sobre la escollera, o de la particularidad de nuestra arena?, y así se fue abriendo hasta que finalmente todo se fue amalgamando en la idea de esta guía un poco kitsch por momentos, por otros muy poética, por otros algo más cómico”.

En el libro se trabaja sobre y con una mirada fresca. Una misma voz narra, con la misma vehemencia, la historia de un barco fantasma, los gnomos del bosque energético, los caracoles o los lobos marinos. La importancia de la mirada se destaca inmediatamente con la lectura. “Queríamos que esté de algún modo la mirada de las personas que nacieron y se criaron en esos lugares. No queríamos hacer un libro donde se sienta la voz del turista, a pesar de que la voz y el narrador parecen ver todo por primera vez”, sostiene Andrés.

Guía maravillosa de la Costa Atlántica obliga al lector a recuperar aquellos lugares naturalizados. Recuperarlos, re-significarlos y, hasta, completar la guía, porque siempre aparece la idea de “faltó esto”.

Guía maravillosa de la Costa atlántica y un mar que, al decir de Andrés Gallina, “es un mar que, a pesar de que se haya dicho todo ya de ese montón de agua, como dice Casas, siempre volvemos ahí casi por default, además porque es lo común a nosotros y porque queríamos escribir un libro que nos toque a los dos”.