Pensó en renunciar y hoy es uno de los guardavidas más expertos de Mar del Plata

Con 44 años de experiencia, Carlos Suárez custodia las playas de Punta Mogotes. Dice que el "shock" de un rescate casi lo aleja del mar pero el amor por el oficio fue más fuerte que el trauma. "Para los que tenemos vocación, este trabajo es muy lindo", asegura, a 0223.

Suárez revela los secretos para no caer en las trampas del mar. Fotos: 0223.

20 de Febrero de 2022 15:34

Por Redacción 0223

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Dice que alguna vez, después de un traumático rescate en el que le tocó intervenir en las aguas de Luna Roja, pensó en renunciar. Pero la vocación y el amor por el oficio fueron más fuertes y hoy, a sus 61 años, Carlos Suárez se mantiene vigente y atento a cualquier emergencia de verano en las playas del sur de Mar del Plata.

Suárez no es cualquier guardavidas: es uno de los más antiguos que conserva la ciudad. Gracias a un curso, pudo comenzar a trabajar en el ’78 en los balnearios de Luna Roja y Siempre Verde y a partir del ’85 se trasladó a Punta Mogotes, la zona que abrazó para siempre. “Para los que tenemos vocación de servicio, este trabajo es muy lindo y se disfruta”, asegura.

La edad no lo incomoda; el hombre se muestra más “activo” que nunca y hace valer la experiencia, una herramienta que reconoce como “fundamental” para no caer en las trampas del mar. “A los guardavidas que están en la nueva camada les diría que traten de comunicarse con los veteranos, que les vayan mostrando la práctica porque el teórico es divino pero lo que hay que tener es práctica y experiencia. Vos podés ser buen nadador pero el tema no pasa por ahí si no por estar en lugares estratégicos”, explica.

Suárez protagonizó un heroico salvataje de una familia. Fotos: 0223.

Saber manejar canaletas, correntadas y el viento son algunos de los desafíos que conllevan un largo aprendizaje para cualquier guardavidas. “Es importante que los guardavidas de la ‘guardia vieja’, como se dice, le transmitan a los más jóvenes lo que aprendieron y, sobre todo, cómo tienen que trabajar. Porque ser surfer o nadador no tiene nada que ver con ser guardavidas. Y este trabajo también exige personalidad y carácter”, insiste, y sintetiza: “El tema es prevenir y estar al pie del cañón”.

Lo que a Suárez más le atrae del oficio es la falta de una rutina: dice que las playas siempre “muestran un desafío distinto” a resolver. “Este es un trabajo de equipo también. No dependo solo de mi cuerpo. Cuando hacés un rescate en el mar no es lo mismo que tierra firme porque no te podés agarrar de nada: sos solo vos con tu compañero. Y acá nos conocemos todos y trabajamos muy bien”, destaca.

A sus 61 años, Suárez se mantiene en forma y muy activo. Foto: 0223.

En sus más de 40 años de trabajo, el experimentado guardavidas de Mogotes evoca innumerables rescates pero reconoce que uno de ellos casi lo aleja definitivamente de las playas. “Hubo un rescate en Luna Roja con olas grandes y agua más fría que fue muy complicado. Y juro que llegué a decirme que si salía de acá renunciaba. La verdad que quedé shockeado un par de años”, confiesa, en una charla con 0223.

También recuerda con emoción el rescate a una “familia entera” que veraneaba en los acantilados, en una época donde no abundaban los guardavidas. “Había un banco de arena y había rocas y en la punta de los acantilados cuando baja quedan las rocas tapadas por el agua y se forman ‘chupones’ que no se pueden ver. Y ahí sacamos a una familia entera. Fue un momento de mucho dolor. La gente estaba muy nerviosa. Todos lloraban pero gracias a Dios los rescatamos”, detalla.

Entre otras anécdotas, Suárez dice que, antes de su desembarco al sur, llegó a ver en las playas a José Alfredo Martínez de Hoz y Alejandro Agustín Lanusse, dos de las principales caras del Gobierno de facto que impuso la dictadura cívico militar, cuando caminaban en la orilla acompañados por sus guardaespaldas. Y una vez instalado en Mogotes, el hombre asegura haber visto de cerca a distintas figuras de la farándula.