"Maligno" Torres, el acróbata de la bici que sueña con llegar Francia 2024

El joven de 26 años, número 1 del BMX Park en la Argentina, quiere llegar a los Juegos Olímpicos. Habla de su relación con los hermanos Curuchet y las dificultades para entrenar y competir al máximo nivel. 

José "Maligno" Torres tiene estrecha relación con los marplatenses Juan y Gabriel Curuchet.

13 de Febrero de 2022 09:08

“Siempre va a haber uno mejor”, dice José Torres, de 26 años, gorra de visera ancha, mientras comprueba si las medialunas del café de la zona de Güemes son mejores que las de Córdoba, el lugar donde vive desde hace 15 años. Y lo dice a pesar de que no hay muchas personas en el mundo que pueden decir que son mejores que José en el BMX Park: “Maligno”, como lo conocen en este mundo, es el número 1 del ranking nacional, ganó varias medallas en distintas competencias internacionales y el mejor parque de la Argentina para competir lleva su nombre. Pero le queda un sueño: llegar a los Juegos Olímpicos de Francia en 2024.

“Maligno” Torres nació en Bolivia, pero a los 11 años junto a su familia se mudó a Córdoba. Como la mayoría de los chicos de su edad, se divertía con su hermano mellizo pateando una pelota de fútbol. Hasta que un día, vio a un joven en el Parque de las Naciones haciendo un giro de 180º con su bicicleta. Los dos comenzaron a hacer sus primeras pruebas cuando tenían 14 años, “como hobbie”, dice en una charla con 0223.

"Maligno" Torres deslumbra con sus acrobacias en la bici.  

 

Un año más tarde, “Maligno” Torres ya había comenzado a competir como profesional en el BMX Park una disciplina que consiste en encadenar trucos en un parque formado por un conjunto de rampas y obstáculos.

El deporte lo llevó a viajar por todo el mundo y competir en distintos escenarios. Primero, junto a su hermano mellizo, Francisco, hasta que una lesión lo alejó de los parques y “Maligno” continuó solo. Triunfos, podios, piruetas asombrosas en X-Games y esfuerzo personal comenzaron a poner a este joven en la elite mundial del deporte.

Ahora, después de más de una década de recorrido, tiene un sueño: competir en los Juegos Olímpicos de Francia en 2024. El BMX Park debutó como deporte olímpico en Tokio 2020. Por algunas cuestiones que desconocía sobre el método de clasificación y dificultades propias de un deporte que todavía no está consolidado en el país, se perdió esa cita. Y ahora no quiere perderse la próxima. “Me siento súper capaz de estar ahí”, dice.

"Me siento súper capaz de estar ahí", dice "Maligno" Torres. 

 

Se entrena todos los días con esa meta. “Maligno” ya no quiere ser solo un corredor de BMX Park. Sabe que para estar en una cita olímpica tiene que “ser un atleta”. “Hago cinco días de gimnasio, cinco días de bicicleta”, cuenta y espera las competencias de mayor nivel para poder medirse con deportistas de su misma talla. “Eso es muy importante para mí”, remarca y dice que espera ansioso el Panamericano (se hará en Córdoba) y el Sudamericano que le permiten sumar puntos clasificatorios para los Juegos Olímpicos.

La complejidad de llegar a la cita no solo radica en que “Maligno” haga su tarea. La clasificación en este deporte se da por la sumatoria de equipos y en la actualidad la Selección Argentina la componen él y una chica. “Sería importante que haya más competidores en buen nivel para que tengamos mejores chances”, explica, pero no se resigna y confía en llegar a Francia en dos años.

 

 

Sobre esto charla cada vez que viene a Mar del Plata, donde vive su novia, con Gabriel Curuchet, una gloria del deporte argentino que es, además, presidente de la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta, la entidad que regula el BMX.

“Charlo mucho con él. Más allá de que hacemos cosas distintas, su experiencia me ayuda mucho. También hablo seguido con Juan, que me da muchos consejos”, relata este joven sobre su relación con los hermanos Curuchet. Las charlas con Juan, campeón olímpico en Beijing 2008, le sirven para conocer ese mundo al que José quiere llegar.

 

La necesidad de tener más apoyo

Los méritos deportivos no son suficientes para conseguir todos los logros. “Maligno” Torres también relata las dificultades que tiene para poder entrenar y competir al mismo nivel que los mejores del mundo. Tiene sponsors que lo ayudan a solventar los gastos para los viajes y distintas competencias, como Vans, Monster y Oakley, pero muchas de ellas no suman puntos para los Juegos Olímpicos.

“Necesitamos más apoyo, tanto de marcas que nos acompañen como del Estado”, insiste. Para graficar los obstáculos que debe sortear, cuenta que el único parque en la Argentina que está a la altura de las competencias internacionales es el “Maligno Park” –en homenaje a él, claro-, inaugurado hace menos de dos años en Córdoba. “Me encantaría vivir en Mar del Plata, pero no puedo entrenar acá. El skate park no tiene ni los materiales ni las características que necesitamos”, explica.

 

Hace algunos meses José recibió un llamado de la Federación Boliviana, su país de nacimiento. Le ofrecieron formar parte del equipo nacional y una ayuda económica para hacerlo, pero por ahora rechazó la posibilidad y prefiere seguir intentando llegar a la cita olímpica con la camiseta argentina.

Las potencias mundiales en este deporte, Inglaterra y Australia, cuando se conoció el circuito que se utilizaría en Tokio para la primera cita olímpica, construyeron réplicas para que sus representantes pudieran entrenar. “Nosotros no tenemos esa posibilidad, pero estoy convencido de que puedo competir de igual a igual. Por eso quiero estar”, sostiene este joven que quiere demostrar que su frase de cabecera puede tener una excepción en Francia 2024.