A 68 años del único ataque de un tiburón en la costa atlántica

Ocurrió el 22 de enero de 1954 en Miramar. Un turista de 18 años nadaba en un mar calmo cuando fue ferozmente atacado por un enorme tiburón. Cómo fue salvado por un heroico guardavida y luego por un médico.

El ataque ocurrió un mediodía de enero en Miramar. Imagen captura: Diario de Miramar.

28 de Febrero de 2022 16:01

La semana pasada un tiburón de gran tamaño fue filmado en la Escollera Sur de Mar del Plata y la situación no pasó desapercibida en una ciudad colmada de turistas. A los pocos días, un escualo de 142 kilos fue pescado de manera accidental por una lanchita amarilla. El hecho no fue fortuito: según investigadores del Inidep, la presencia de tiburones de gran tamaño en la costa marplatense no es nueva y se da en épocas cuando el mar está más cálido. “En el caso de las costas bonaerenses, es frecuente que en los meses de primavera y verano pueden aparecer especies costeras de tiburones bacota, escalandrún o gatopardo y eventualmente otras de mayor profundidad pero que pueden estar en aguas costeras. Hay que mencionar que no son especies que sean peligrosas para el ser humano”, explicó a 0223, el investigador del InidepJorge Colonello.

Dicho esto, Colonello razonó que esta clase de escualos no son peligrosos pero que “no hay que molestarlos”, aunque recordó que en toda la historia, solo hubo registrado un ataque ocurrido hace poco más de 68 años en las costas miramarenses.

Cómo ocurrió el feroz ataque

Eran las 13.30 del 22 de enero de 1954 y la costa de Miramar estaba llenas de turistas que disfrutaban de un mar calmo y que la ausencia de escolleras en esa época le daban un marco aún más singular. Pero de repente, todo fue caos y desesperación: los gritos desesperados de un bañista y la aleta de un enorme tiburón rodeándolo, alertó a Luis Ángel Fulco, el guardavidas del balneario Gallina, que no titubeó un segundo y se lanzó al mar, rescatando al joven que había sufrido mordidas casi letales en brazos, piernas y torso.

El único ataque de tiburón conocido en la Argentina, ocurrió en la bajada de la calle 15, en ese entonces “Balneario Gallina”. Según consigna el Diario de Miramar, en esa época los guardavidas tomaban un descanso al mediodía, de 13 a 15.30 pero en esa oportunidad Fulco les dio permiso a Alfredo Aubone y a unos amigos a que ingresen al mar.

Al año del feroz ataque, Aubone y Fulco, el guardavidas que le salvó la vida, se reencontraron en la playa del incidente. Imagen captura: Diario de Miramar

“Pichi” Gaudini, en ese entonces propietario de un balneario de la zona, contó a El Diario de Miramar como fue testigo del feroz ataque de un tiburón “tigre”, que poco después se comprobó que  provenía de aguas cálidas, siguiendo a un navío extranjero. “Siento del lado de la rambla el silbato muy fuerte y veo que van dos personas, en un mar muy tranquilo. Cuando llegan, piden una lona, que era donación de una compañía petrolera”, dijo el hombre, recordando que la idea era envolver el cuerpo y no apoyarlo sobre la arena “por las grandes heridas que tenía”.

Inmediatamente abrieron la lona y pusieron el cuerpo del chico, que estaba en total estado de shock y con heridas en la tetilla izquierda, brazos y piernas. “El tiburón no se vio, solo un borbollón”, recordó el empresario.

Inmediatamente el cuerpo maltratado de Alfredo Aubone fue trasladado a la casa del doctor Edgardo Rapaná, médico de la zona, que hacía minutos había regresado de la playa para descansar y que años después contó a los medios miramarenses su experiencia, que según él, ocurrió el 14 de enero de ese año.

Tenía heridas en las piernas y en un brazo estaba sostenido virtualmente por la cápsula articular del brazo que estaba toda desgarrada. El chico estaba en un estado de coma traumático. Con él estaban los bañeros que lo habían rescatado y estaba el padre, con un estado de angustia tremenda”, recordó aún conmovido el doctor.

Rapaná contó que para salvarle la vida, era fundamental “estabilizar el estado de shock traumático” del joven turista, que a esa altura había perdido mucha sangre, por lo que se organizó velozmente una campaña en la ciudad balnearia para pedir donantes.

Entre los desesperados intentos para evitar las hemorragias, la sorpresa del doctor en esa insólita situación, se dio cuando encontró clavado un diente del tiburón en la tibia de una de las piernas de Aubone. “Creo que lo llevaron a Mar del Plata o La Plata e identificaron que pertenecía a un tiburón llamado tigre”, recordó Rapaná.

“Pichi” Gaudini rememoró que al año siguiente, Aubone regresó a Miramar y a modo de agradecimiento, fue a visitar a Luis Ángel Fulco, el guardavidas que le salvó la vida. “Eran alrededor de las 13.15 cuando una señorita vino al balneario a invitarnos a brindar con el joven Aubone. Y Fulco entró a nadar con él. Salieron y brindamos por el primer año de vida del joven. Gracias a dios, nunca más pasó algo así”.