El retrato de Marilyn Monroe que pintó Andy Warhol se vendió en 195 millones de dólares

“Shot Sage Blue Marilyn”, realizada por el rey del arte pop en 1964 fue rematada en Christie’s y se convirtió en la pieza más cara del Siglo XX.

La pieza es un ícono dentro del Arte Pop

10 de Mayo de 2022 09:02

Por Redacción 0223

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“Shot Sage Blue Marilyn”, popularmente conocido como el "Díptico Marilyn" o simplemente "Marilyn" de Andy Warhol se convirtió en la obra de arte más cara del Sigolo XX al subastarse en 195 millones de dólares.

Vendida en Christie’s de Nueva York por 195 millones de dólares, Shot Sage Blue Marilyn superó los 179,3 pagados también allí en 2015 por Las mujeres de Argel, de Pablo Picasso. Y quedó en el segundo puesto de las obras subastadas de cualquier época, detrás de Salvator Mundi, pintura atribuida a Da Vinci que recaudó 450.3 millones de dólares en 2017, en la misma casa remates.

El encargado de bajar el martillo fue el subastador y presidente global de Christie’s, Jussi Pylkkänen. Desde una sala llena ubicada en el Rockefeller Center, el remate fue transmitido en vivo a ofertantes y curiosos de todo el planeta. Comenzó poco después de las 19 de Nueva York y, como buena estrella, Marilyn se hizo esperar: el lote 36A no se vendió hasta pasadas las 20.30, después de varios minutos de tensión. Según la publicación especializada Artnews fue comprada por el galerista Larry Gagosian, que estaba presente en el lugar.

“Desde los albores de la humanidad, pocas obras de arte han ascendido verdaderamente al nivel de obra maestra, una imagen intocable que trasciende el tiempo y el lugar, un ícono visual que se cierne más grande que el artista y su momento de creación. A través de Andy Warhol , Marilyn es tanto el epítome del Sueño Americano como una imagen universalmente reconocida grabada en la conciencia colectiva: la Mona Lisa moderna”, indica Christie’s. 

Según Alex Rotter, presidente de arte de los siglos XX y XXI en Christie’s, esta obra “encapsula optimismo, fragilidad, celebridad e iconografía, todo a la vez”. “Junto al Nacimiento de Venus de Botticelli, la Mona Lisa de Da Vinci y Las señoritas de Avignon de Picasso –agrega-, Marilyn de Warhol es categóricamente una de las mejores pinturas de todos los tiempos”.

Warhol estaba comenzando a experimentar con la serigrafía cuando Marilyn Monroe fue hallada muerta en su cuarto en agosto de 1962, en sospechosas circunstancias que intenta aclarar un documental disponible en Netflix. Aunque no llegaron a conocerse personalmente, el artista encontró en la actriz un ícono que reunía sus obsesiones -los medios de comunicación, la celebridad y la muerte- y probablemente se identificó con su desamparo y necesidad de aceptación. Al terminar ese año, ya había realizado una veintena de pinturas basadas en una fotografía publicitaria de Marilyn de la película Niágara, de 1953.

Estas primeras representaciones a menudo mostraban el rostro de la actriz en colores brillantes, con sus rasgos algo torcidos. Dos años después, mediante una técnica para aplicar el color más refinada y que demandaba más tiempo, realizó cinco retratos de Marilyn con una ejecución prácticamente perfecta. Entre ellos el que se subastará ahora, convertido en un ícono luego de que Sam Hunter lo incluyera en la portada de su libro Arte moderno: pintura, escultura, arquitectura.

“Como emblema del movimiento de arte pop estadounidense, Marilyn representó el optimismo y la individualidad del Renacimiento, la fama y la celebridad de la posguerra –señala la casa de subastas-. Y, sin embargo, 60 años después de la prematura muerte de Monroe, la imagen de Warhol se ha convertido en mucho más que el símbolo de un solo movimiento artístico. Marilyn es una obra maestra, no está limitada por el tiempo o el lugar”.

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