Así evolucionó el desempleo en Mar del Plata hasta llegar a la tasa más baja en 27 años

0223 recupera cada una de las mediciones de desocupación que hizo el Indec en Mar del Plata y Batán desde 1995, a través de la Encuesta Permanente de Hogares. Informe con gráfico dinámico.

Mar del Plata todavía tiene cerca de 100 mil personas con problemas de empleo. Foto: archivo 0223.

27 de Junio de 2022 07:56

“Es la tasa más baja, es la tasa más baja”, repetían con entusiasmo, por redes, algunos referentes del oficialismo pocos minutos después de conocer el índice de desocupación que reveló el jueves por la tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Y si bien es imposible no pensar en las 97 mil personas que todavía acusan graves problemas de empleo en Mar del Plata, también es cierto que el último dato oficial vale doble: no solo porque es, a priori, un síntoma de mejora en la vida productiva y comercial de la ciudad sino porque marca un quiebre con los tristes récords que durante años consolidaron a General Pueyrredon como el aglomerado urbano con más personas desempleadas de todo el país.

El índice de desocupación del 5,8% – correspondiente al primer trimestre del 2022 – fue el más bajo que se relevó a nivel local en toda la serie de mediciones de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que hace el organismo gubernamental desde mediados de 1990. Según las estadísticas oficiales, 19 mil vecinos están sin trabajo. Después, hay 42 mil personas que se encuentran ocupadas pero demandantes de un segundo empleo y 36 mil personas subocupadas. Así, “La Feliz” queda muy lejos de ese primer puesto que supo ocupar tantas veces en el ranking menos deseado y se ubica recién como la 15º ciudad del país con mayor número de desocupados.

Fue también la primera vez que la ciudad registró una tasa de desempleo por debajo del 6%. Para encontrar la estadística más próxima hay que retrotraerse al cuarto trimestre del 2006, cuando el Indec informó que la falta de trabajo afectaba al 6,5% de la población de Mar del Plata y Batán. El “mejor” tercer índice que completa el podio se encuentra en el primer trimestre del 2008, con un 7,6%.

Hasta mayo de 1995, el relevamiento de la EPH del Indec se realizaba en 25 aglomerados en todo el país. En octubre de ese año, se incorporó Mar del Plata-Batán, junto a Concordia y Entre Ríos. Aquella medición que se hizo durante la intendencia de Mario Russak arrojó que había 53.075 marplatenses desempleados, lo que representaba al 22,1% de los habitantes. Otra de las cifras más altas se dio después del estallido del 2021: en mayo del 2002, mientras Mar del Plata era gobernada Daniel Katz, el dato fue del 24,6%. Pero la crisis laboral más aguda se vio hace muy poco, en plena pandemia del coronavirus, cuando el índice escaló al 26% en el segundo trimestre del 2020.

Con un escaso margen de diferencia en el tiempo, al intendente Guillermo Montenegro le tocó estar, curiosamente, en el “peor” y el “mejor” momento laboral – al menos, según lo que reflejan las estadísticas oficiales – de Mar del Plata. No es casual que este 5,8 por ciento se haya relevado en un primer trimestre: de las cuatro mediciones trimestrales que se hacen en cada año, la tradición dice que el primer trimestre siempre marca la mejor cara de la ciudad en materia de empleo. La explicación a esta tendencia no es ninguna novedad: se resume en todo el movimiento comercial y productivo que acrecienta la temporada estival, el período de mayor explosión turística.

Incluso, en gran parte de los primeros trimestres, Mar del Plata registró tasas de desocupación menores al 10%. Solamente en tres oportunidades, entre 2003 y 2005, hubo tasas mayores a ese nivel. En un estudio publicado en 2019, el docente investigador Eugenio Actis Di Pasquale precisó al respecto que en seis oportunidades la tasa de desocupación local fue menor a la nacional (2003 a 2006, 2008 y 2018), cinco veces fue igual o con diferencia no significativa (2007, 2009 a 2011 y 2019) y cinco trimestres fue mayor (2012 a 2015 y 2017).

En su análisis, el hombre de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) también advirtió que “en el resto del año, la tasa de desocupación de Mar del Plata es eminentemente mayor a la del total país”. Por eso, el próximo desafío de este 2022  deberá poner el foco en tratar de revertir esta tendencia negativa aunque lo más probable es que el segundo trimestre evidencie un aumento en la desocupación, producto del fenómeno de la “estacionalidad”.

De difícil comparación

La reconstrucción de la serie de desempleo que mide el Indec desde 1995 en Mar del Plata sirve para tener una mínima referencia de algunos momentos históricos pero no habilita una comparación lineal entre distintos períodos. En parte, esta limitación se debe a los cambios metodológicos que se han implementado en la medición oficial a lo largo del tiempo.

Hasta 2003, el organismo implementaba una EPH que se conocía como "puntual": se implementaba dos veces por año, en mayo y octubre. Y a partir de 2003, el Indec decidió avanzar con una "EPH continua”, con una periodicidad trimestral en cada uno de los relevamientos. En carácter de prueba, también se aplicaron ambas metodologías durante el 2002.

Ambas encuestas tienen estrechos vínculos metodológicos  pero difieren en una serie de elementos. Los principales aspectos a tener en cuenta son: la mayor frecuencia de presentación de resultado; los cuestionarios rediseñados para reflejar más adecuadamente el mercado laboral; y una muestra diseñada para la captación continua de la información.

El paréntesis de la intervención

También hay diferentes factores de coyuntura. En el 2003, por ejemplo, se registró una baja generalizada en el país en los niveles de desocupación, en comparación al alarmante saldo que había dejado la crisis del 2001, pero porque se reformuló la Encuesta de Hogares y se empezó a considerar como "ocupados" a los beneficiarios de planes Jefes de Hogar. También, por ejemplo, se alteró la noción de desocupado: en este concepto se incluía a aquella persona sin trabajo que en el último mes buscó “activamente” empleo mientras que antes solo se preguntaba si había buscado trabajo en la última semana.

De toda la serie que va desde 1995 a la actualidad, hay tres trimestres en los que no se registran datos porque no se llevó a cabo ninguna medición. En el tercer trimestre del 2007, un paro de trabajadores impidió realizar el relevamiento de la EPH y lo propio ocurrió en el cuarto trimestre del 2015 y el primer trimestre del 2016.

De hecho, no son confiables - término al que finalmente se aferró el propio Indec - los resultados de las mediciones que se hicieron entre 2007 y 2015. ¿Por qué? Porque el gobierno de Néstor Kirchner intervino el funcionamiento del instituto y su performance empezó a ser cuestionada. Los datos de desempleo estaban distorsionados porque durante ese período se transformaba a los desocupados (personas que no trabajan y buscan activamente empleo) en inactivos (personas que no trabajan pero no buscan activamente empleo), lo cual bajaba el porcentaje de desocupados y subía el de inactivos.

Por todo esto, el organismo dispuso en 2016, con la llegada al poder de Mauricio Macri, que las "series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015 deben ser consideradas con reservas”, una leyenda que todavía se puede leer en la página oficial al tratar de recuperar parte del archivo oficial. El mismo criterio fue adoptado por entes de otros países, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).