Los conflictos de gestión desgastan a Larreta y ponen en peligro su carrera al 2023

En plena carrera para la elección presidencial del 2023 y mientras suma críticas por el financiamiento de la campaña, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, comenzó a padecer problemas hasta aquí inéditos en su mandato: la gestión hace agua y su poder se desgasta.

El último gran llamado de atención se lo dio Elisa Carrió, que, con su tropa legislativa, salió a marcarle la cancha al jefe de gobierno y lo obligó a terminar con una situación irregular que llevaba más de 30 años, sin que nadie pusiera reparos: el servicio de acarreo de vehículos.

En 10 días el gobierno porteño tomará el control de este servicio, lo cual podría significar una victoria, sino fuera porque lo hace a regañadientes y empujado por uno de sus socios políticos.  

La presión de los “lilitos” obligaron a Rodríguez Larreta a dar por finalizado un contrato con dos empresas que desde hace décadas pagaban un canon irrisorio por un negocio millonario.

Por lo bajo, en la Ciudad de Buenos Aires ya comienza a resonar una versión que agrava la polémica: ¿su afán presidencial está afectando la gestión en el distrito? “Le está prestando más atención a la campaña que a la Ciudad. Y encima los que deja a cargo no le responden”, cuentan en los pasillos de la Legislatura porteña.

La polémica por las grúas no es un caso aislado. Los negocios inmobiliarios que se llevan a cabo en la Ciudad también pusieron a la gestión de Larreta en el ojo de la tormenta. Por caso, el intento de cambiar el uso de la avenida Honorio Pueyrredon puso en alerta a los vecinos de Caballito que consiguieron un aval de la justicia para frenar el plan de Larreta.

El cierre de los carriles sentido norte-sur y en ocho cuadras para convertirlos en un corredor verde dividió al barrio. El proyecto, sin sustento suficiente, volvió a la Legislatura para “acomodarlo” y salir de una situación engorrosa.

Algo similar ocurrió con la instalación de las bicisendas en la avenida Del Libertador. Las críticas fueron muchas, especialmente por algunas cuestiones específicas como el cruce pac man, en Del Libertador y la avenida Comodoro Martín Rivadavia.

En ambos casos, Larreta debió a salir a justificar las intervenciones, algo a lo que no estaba acostumbrado hasta el momento. Todas esas situaciones inéditas son las que llevaron a muchos dirigentes cercanos a plantear si es acertada la decisión de anticipar tanto la campaña para el 2023 y “abandonar” la gestión de la Ciudad.