Ataques de pánico: qué son y cómo enfrentarlos

Se estima que hay un millón de personas en tratamiento por este trastorno. Cómo detectarlos y que hacer ante una crisis.

10 de Octubre de 2023 09:48

Por Redacción 0223

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Dolor de cabeza, miedo irracional a la muerte o no tener el control de situaciones cotidianas son algunos de los primeros síntomas de un ataque de pánico, un mal que afecta al 30% de la población mundial. Si bien en Argentina no hay cifras oficiales de cuántas personas se ven afectadas por esta psicopatología, se estima que más de seis millones de argentinos sufrieron al menos uno de los síntomas y alrededor de un millón de personas está en tratamiento por este trastorno.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ataques de pánico suelen estar acompañadas de otros trastornos en el organismo como angustia, depresión o tristeza en la vida cotidiana.

Los profesionales de la salud definen al ataque de pánico como un episodio repentino de miedo o ansiedad intenso y síntomas físicos, basados en un peligro aparente aunque no inminente. Incluye un miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa concreta. Es más: hasta pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta uno, se puede sentir que se está perdiendo el control, que se está teniendo un ataque cardíaco o inclusive que se aproxima la muerte.

En este sentido, los especialistas aseguran que, si bien existen individuos que padecen uno o dos escenarios de este tipo durante toda la vida, otros cuentan con sucesos recurrentes que ya podrían pasar a un nivel mayor, denominado Trastorno de pánico. Más allá de que no existe un riesgo de vida real, al que lo padece puede parecerle que sí e incluso puede afectar su rendimiento cotidiano en todo sentido.

 

Cómo identificar un ataque de pánico

Los principales síntomas de un ataque de pánico son sensación de peligro o fatalidad inminente, miedo a perder el control o a la muerte y taquicardia y palpitaciones.

Estos episodios pueden estar acompañados de sudoración, temblores o sacudidas, falta de aliento u opresión en la garganta, escalofríos, sofocos, náuseas, calambres abdominales, dolor en el pecho o dolor de cabeza.

También pueden presentarse mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos, sensación de entumecimiento u hormigueo y sentimientos de irrealidad o desconexión.

 

Cómo ayudar a una persona que atraviesa una crisis de ansiedad

Es recomendable que las personas que sufren estos trastornos permanezcan acompañadas y para ellas también la OMS emitió una serie de recomendaciones entre las que sobresalen permanecer en calma, tener paciencia y no hacer suposiciones sobre lo que necesita el paciente.

En caso que la persona que está sufriendo un ataque tome medicamentos durante el desarrollo de estos episodios, suministrárselo, trasladas a la persona hacia un lugar tranquilo y actuar de forma predecible, evitando las sorpresas.

Hablarle al paciente con frases cortas y simples es clave, así como ayudarla a concentrarse pidiéndole que repita una tarea simple pero físicamente cansadora, como levantar los brazos por encima de la cabeza y asistirla para que desacelere la respiración.

"Permítale seguir con la terapia a su propio ritmo, tenga paciencia y elogie todos los esfuerzos hacia su recuperación, incluso si no cumple con todas las metas y no acepte ayudarla a evitar cosas o situaciones que causan ansiedad", finaliza la OMS.