Tres transformaciones para llegar al superhombre

Así habló Zaratustra es uno de los textos más reconocidos de Friedrich Nietzsche. En él se reflejan casi todas las ideas del pensador alemán. Es considerada su obra maestra. ¿Qué significa la metáfora del camello, el león y el niño?

Así habló Zaratustra influyó en la filosofía y en la cultura popular.

12 de Noviembre de 2023 08:38

Friedrich Nietzsche utilizó el discurso De las tres transformaciones del espíritu, al comienzo de Así habló Zaratustra, para describir las tres fases por las que un individuo debe atravesar para alcanzar a convertirse en Superhombre o Suprahombre (Übermensch). 

Estos tres niveles van desde la incapacidad de definirse y actuar por uno mismo hasta la máxima libertad de pensamiento y acción. Nietzsche describió estas etapas mediante las metáforas del camello, el león y el niño. 

Según Gilles Deleuze en su Nietzsche, “El primer libro de Zaratustra comienza con el relato de tres metamorfosis: Cómo el espíritu se convierte en camello, cómo el camello se convierte en león, y cómo finalmente el león se convierte en niño. El camello es el animal que carga: carga con el peso de los valores establecidos, con los fardos de la educación, de la moral y de la cultura. Carga con ellos hasta el desierto y, allí, se transforma en león: el león rompe las estatuas, pisotea los fardos, dirige la crítica de todos los valores establecidos. Por último, le corresponde al león convertirse en niño, es decir, en juego y nuevo comienzo, en creador de nuevos valores y de nuevos principios de evaluación. Según Nietzsche, estas tres metamorfosis significan, entre otras cosas, momentos de su obra, y también fases de su vida y de su salud. Sin duda todos estos cortes son relativos: el león está presente en el camello, el niño está en el león; y en el niño hay la salida trágica”.

Nietzsche anuncia la muerte de Dios en esta obra.

Pero cada uno de estos animales que representan cada uno de los estadíos, para Nietzsche tiene alguna particularidad. 

El camello es el cargado con “tú debes” y lo soporta todo sin preguntar. El camello simboliza al espíritu sumiso, la primera etapa de la espiritualidad, en la que el hombre se ve determinado por una imposición exterior, semejante a una bestia de carga capaz de adentrarse en el desierto. Este simboliza la salida de la determinación cotidiana en el mundo humano, la permanencia en él es la condición previa para la liberación del espíritu.

El camello se transforma luego en león. Este lucha contra todo este mundo del “tú debes” al descubrir su “yo quiero”. Pero esa misma lucha lo mantienen atado a él en forma negativa y su poder se va consumiendo en el esfuerzo por la rebelión. Es decir, el león representa al sujeto que ha reconocido lo innecesario de su carga, y por ello la rechaza. Es afirmación, es ira, es ímpetu, pero también incapacidad de trascender su batalla. El león es el depredador que se crea su propia libertad. 

“Hermanos míos, ¿para qué se precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia de carga, que renuncia a todo y es respetuosa? Crear valores nuevos – tampoco el león es aún capaz de hacerlo: más crearse libertad para un nuevo crear – eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león”, se lee en la primera parte de Así habló Zaratustra. 

Según Nietzsche, estas tres transformaciones significan, entre otras cosas, momentos de su obra y también de su vida.

Y es así que, finalmente, la inocencia del niño, más el olvido, posibilitan un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma con un primer movimiento: “Un santo decir sí”, dirá Nietzsche.

En el niño encontramos la libertad del ser humano, su máxima autonomía y afirmación. El niño ha dejado atrás sus cargas, y también el rechazo de las mismas. Su “espontaneidad” y la posibilidad del “juego de crear” son palabras claves para su pensamiento. 

En el Diccionario Nietzsche, bajo un trabajo de edición a cargo de Christian Niemeyer, en una de sus entradas manifiesta: “La figura del niño aparece con diferentes significados, como, por ejemplo, en la mirada a la experiencia infantil que se nos antoja un paraíso irrecuperablemente perdido. El niño, que “juega entre las vallas del pasado y del futuro en una ceguera alborozada”, vive completamente en el presente. Su limitado horizonte temporal es el momento constitutivo de su ingenua felicidad. Nietzsche excluye la posibilidad de un regreso romántico a esta infancia (…) Solo el niño es capaz de crear algo nuevo que pueda mantenerse totalmente firme en sí mismo, es capaz de producir una nueva visión, un nuevo mundo, porque ha recorrido lo que hasta ahora tenía validez. Zaratustra mismo no busca discípulos que completen su conocimiento como un acto teórico, sino que tiene esperanzas en los niños. Los niños serían aquí una metáfora del futuro en el que el conocimiento de Zaratustra seguirá viviendo en sus hijos, quienes, sin embargo, tendrán que buscar a su vez sus propios caminos”. 

De aquel animal domesticado al león que se apropia de la fuerza de nuestro poder, un león que es la contracara de nuestro pasado para llegar a ser niños. El niño que se convierte en superhombre a través de su poder de creación tan radical y lúdica. “Crear, dice Nietzsche, esa es la gran redención del sufrimiento, así es como se vuelve ligera la vida. Mas para que el creador exista son necesarios sufrimiento y muchas transformaciones”.

Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie (Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen) de Friedrich Nietzsche es una obra única en la filosofía. Conformada por un atractivo lenguaje poético y cargadas metáforas. Zaratustra, inspirado en el profeta Zoroastro, fundador del zoroastrismo, protagoniza una serie de relatos y discursos que muestran las principales ideas filosóficas del propio Nietzsche como la crítica a la religión, la idea de que Dios ha muerto, la crítica a la moralidad, la voluntad de poder y una afirmación de la vida. 

Así habló Zaratustra influyó en la filosofía y en la cultura popular inspirando a muchos otros artistas y pensadores.