Así fue la beatificación del cardenal Pironio en Luján

Frente a la Basílica Santuario de Nuestra Señora de Luján, miles de fieles participaron de la ceremonia que encabezó el cardenal Fernando Vérgez Alzaga.

16 de Diciembre de 2023 19:43

Por Redacción 0223

PARA 0223

Al menos dos mil fieles del cardenal Eduardo Pironio y de la virgen de Luján, de diferentes países y localidades provinciales, se acercaron este sábado a la plaza de la Basílica santuario de Nuestra Señora de Luján para presenciar la ceremonia de beatificación del religioso, lo que denominaron como "emocionante para alimentar nuestra fe y saber que Dios está con nosotros".

La ceremonia de beatificación del cardenal Eduardo Pironio fue encabezada por el enviado del Papa Francisco, el cardenal Francisco Vérgez Alzaga, quien durante 23 años fue secretario del religioso beatificado.

Desde la puerta del Cabildo de la localidad bonaerense de Luján, salieron hacia el escenario junto al cardenal Francisco Vérgez de Alzaga; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Chascomús, Monseñor Carlos Humberto Malfa; y el padre Anton Witwer, quien fuera el postulador de la causa de beatificación del cardenal Pironio.

Varios fieles se amontonaban alrededor con reposeras, botellas de aguas y mantas en el piso mientras otros elegían rincones con la breve sombra que daban los árboles que rodean la plaza.

Entre tanto, desde el escenario se leyó en italiano y castellano la carta apostólica escrita por el papa Francisco.

"Concedemos que el venerable Siervo de dios Eduardo Francisco Pironio, cardenal de la Santa Iglesia Romana, humilde pastor, testigo de esperanza y paciencia evangélicas, infatigable defensor de la causa de los hermanos más pobres, de ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año", atestiguaron las palabras del Papa Francisco.

El anuncio de la beatificación se da luego de que, en primer lugar, una junta de médicos del Vaticano constatara que la curación del bebe de 15 meses, Juan Manuel Franco, "supera la ciencia médica".

El niño marplatense aspiró accidentalmente purpurina en el año 2006 y tras ser internado y quedar en estado de coma, su madre le rezó a una estampita del hoy santo cardenal Pironio y su hijo sobrevivió y se despertó sin rastros de elementos tóxicos en sangre, contra todo pronóstico médico.

Luego que una Comisión de Teólogos corroborara que la familia del niño había rezado a Pironio por su sanación, el Papa había reconocido en 2022 las "virtudes heroicas" de Pironio y lo convirtió en "venerable".

Eduardo Pironio (1920-1998) fue ordenado a sus 23 años como sacerdote en el santuario de Nuestra Señora de Lujan en 1943, teólogo, profesor, decano del Instituto de Teología de la Universidad Católica Argentina en 1960, rector del Seminario de Buenos Aires también en 1960, fue ungido como obispo en 1964 y cardenal, en 1976, durante el papado de Pablo VI.

Se destacó acompañando a los jóvenes seminaristas, al laicado argentino desde la Acción Católica, participando como perito y, luego, padre Conciliar en la 3° y 4° sesión del Concilio Vaticano II, animando el pentecostés de la Iglesia latinoamericana como secretario y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) entre los años 1967-1974.

Sirvió en su ministerio siendo obispo como auxiliar en La Plata (1964), administrador Apostólico en Avellaneda (1967) y obispo titular en Mar del Plata (1972-1975).

En la Curia Romana le fue encargada por San Pablo VI la conducción de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, y participar de diversas congregaciones como miembro de ellas.

Después San Juan Pablo II le pidió que asumiera como Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, desde donde inspiró -leyendo las búsquedas juveniles- las Jornadas Mundiales de la Juventud.