Confirmaron el procesamiento del pastor acusado de trata laboral 

La Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento Roberto Tagliabue, de 60 años acusado de aprovecharse de la vulnerabilidad de jóvenes con adicciones para someterlos a una situación coercitiva a partir de la posición de poder que le daba su supuesta investidura religiosa.

El templo fue clausurado a principios de agosto. Foto: archivo 0223

10 de Febrero de 2023 14:39

Por Redacción 0223

PARA 0223

La Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata confirmó este viernes el procesamiento por trata de personas y otros delitos contra el pastor Roberto Tagliabue que tenía a su cargo una “iglesia”, un comedor y un centro de rehabilitación de adicciones en el barrio Pueyrredón.

El hombre está acusado de nueve casos de trata de personas con fines de explotación laboral, ocho casos de privaciones ilegales de la libertad y el ejercicio ilegal de la medicina por no tener el espacio para personas con consumos problemáticos autorización alguna.

De acuerdo con la investigación, las maniobras se daban en un radio de pocos metros de distancia, lo que facilitaba el control sobre las víctimas. También se le imputan los delitos de comercialización de fauna silvestre (97 animales) y maltrato animal (154 animales), dado que en los allanamientos a las fincas para desbaratar el caso de trata se encontraron gran cantidad animales.

La apelación de la defensa llevó el caso a estudio de los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez, quienes confirmaron el procesamiento dictado en primera instancia.

En la resolución, los jueces del tribunal revisor analizaron primero el “tratamiento ilegal” ofrecido a través del Programa Cristiano de Rehabilitación de Adicciones, denominado “Hogar”, que “sería parte del mecanismo utilizado para captar y acoger personas vulnerables”.

Entre las pruebas se valoró que en los allanamientos realizados se encontró un folio donde se encontraban las normas para acceder a la internación, como 45 días sin recibir visitas y el impedimento de contacto telefónico durante tres semanas. De acuerdo a los testimonios, también eran 45 los días en que los jóvenes no podían salir del lugar, el cual no contaba con profesionales de la psicología ni la psiquiatría.

Las mismas personas víctimas relataron en el marco de la causa que ese tratamiento ilegal tenía una duración de nueve meses, y que pasados los 45 días podían salir a trabajar para sustentar sus gastos en el marco de emprendimientos del propio pastor.

"La utilización de los oficios religiosos y de un falso programa para personas con consumos problemáticos no eran sino las pantallas para el sometimiento y la continuidad de la explotación laboral de las víctimas”, acusó el fiscal Adler.

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