Así fue el inicio de clases en la escuela de Lucio Garay: "Sus amigos no festejaron, hubo lágrimas y dolor"

El inicio de clases, un día que debería ser de alegría y reencuentro, se vivió con un sabor de profunda angustia en el Instituto Huailen después del crimen de uno de sus alumnos, Lucio Garay, quien fue ultimado a puñaladas en Córdoba y la Peatonal San Martín en la madrugada del martes 21 de febrero.

En la secundaria de Mar del Plata realizaron una suelta de globos en homenaje al adolescente de 17 años. Integrantes de la comunidad educativa reconocieron en este 2023 no se vivió un comienzo de ciclo lectivo “feliz” para la escuela. “Sus amigos no festejaron, hubo lágrimas y dolor”, afirmaron.

“Hoy sobró una silla y faltó un pibe en el aula. Faltó Lucio que seguramente tenia la ilusión de su UPD para iniciar el último año escolar. En los actos de cada nivel se sintió el duelo y la bronca. El día estaba tan triste como todos los que conocíamos a Lucio de la escuela, del barrio, o de verlo siempre cerca de su mamá”, expresó una mujer que presenció el acto inaugural, a través de sus redes.

Por el crimen, permanece detenido Aaron Uriel Chaves, un joven de 18 años que ya había tenido otros conflictos con la ley penal cuando era menor de edad. Inclusive, autoridades judiciales revelaron a 0223 que el acusado había estado detenido tres semanas antes del asesinato.

La fiscal Florencia Salas le imputó al sospechoso el delito de "homicidio agravado por alevosía", al sostener que Lucio no tuvo ninguna posibilidad de defenderse del sorpresivo ataque a puñaladas que le costó la vida. Si un tribunal confirmara la imputación, entonces el presunto homicida podría recibir una condena a prisión perpetua.

El crimen

Un pisotón habría desencadenado una disputa entre Lucio y un amigo suyo con otros tres jóvenes, entre quienes estaba Chaves. En un principio, había trascendido que en medio de esa pelea se había producido el ataque en el que Lucio recibió las puñaladas pero la fiscal aclaró que la pelea a golpes de puños se desarticuló y que cada grupo siguió por su lado.

Mientras Lucio se retiró con su amigo, el presunto asesino y sus dos amigas se fueron a comprar un helado. “Él les dio el ticket para que pidan el helado y se fue a esconder detrás de un cantero a esperar que pase Lucio”, relató Salas, quien tuvo acceso a distintas imágenes de cámaras de seguridad para poder reconstruir con detalle la secuencia homicida.

Cuando la víctima pasó, el atacante salió sorpresivamente y le provocó tres heridas: un corte arriba de la ceja, otra en el dedo mayor de la mano izquierda y otra mortal, en la zona del corazón que le perforó el ventrículo izquierdo.