Trabajadoras sexuales trans acusan a Montenegro de querer “extinguirlas”

En el Día Internacional de la visibilidad transgénero reiteraron el reclamo de que las dejen trabajar en la calle sin ser perseguidas por la policía o el municipio.

31 de Marzo de 2023 12:26

Por Redacción 0223

PARA 0223

En el marco del Día Internacional de la visibilidad transgénero, representantes del Colectivo Disidente de Diversidad y de la Red por el reconocimiento del trabajo sexual entregaron este viernes diplomas de reconocimiento a personas que lucharon por los derechos humanos de las personas travestis/ trans, durante un acto que tuvo lugar en el Concejo Deliberante.

Sin embargo, aclararon, la de hoy es una jornada de celebración por los derechos adquiridos y una oportunidad para ratificar los reclamos del sector por los que aún quedan pendientes. Así lo aclaró Ayelén Martínez, integrante de la mesa de articulación trans, quien apuntó contra el intendente Guillermo Montenegro por la erradicación del trabajo sexual en el macrocentro de Mar del Plata y los fuertes controles policiales que se aplican para evitar la actividad por fuera de la nueva zona roja, reubicada en cercanías de los cementerios.

“Buscamos visibilizar la realidad de las mujeres trans trabajadoras sexuales y pedir la derogación de la ordenanza que generó un traslado que nunca se consumó”, precisó Martínez. A su criterio, el Ejecutivo municipal propició la “extinción” de la zona roja y, en consecuencia, “vulnera el derecho a la libre elección del trabajo”.

En la misma línea, Victoria, referente del Red de reconocimiento de trabajo sexual, evaluó que sufren un “retroceso” en materia de derechos a raíz de “un capricho del Ejecutivo” de trasladar la zona roja al sur de la ciudad. “Quedamos disgregadas por todos lados: si bien no dejamos de ejercer porque tenemos que seguir viviendo nos han obligado a separarnos en La Perla, El Gaucho, Champagnat”, describió en diálogo con 0223. También mencionó que los operativos policiales “son moneda corriente en las esquinas” y que, incluso, los efectivos llegan a “pararse al lado” de ellos para impedir que se les acerquen los clientes. “Me han perseguido cinco patrulleros y tenemos una compañera a la que han picaneado”, aportó.

Para Victoria, pese a que propusieron al gobierno alternativas para reubicar la zona roja, es claro que no hay intención de revisar la medida, y están condenadas a trabajar en un lugar “inhóspito, inseguro y por el que no pasan colectivos”.

Por su parte, Juana, otra trabajadora sexual, se mostró en contra de quienes buscan alejarlas de la prostitución y consideró que se trata de una posición “moralista”. De hecho, consideró que a las “trans las quieren de camisa blanca pero la ley de cupo laboral trans no está reglamentada y hay más personas travestis en el penal de Batán que dentro del cupo”.

“Algunas de nosotras no queremos ser rescatadas ni dejar de trabajar; sino tener mejores condiciones”, enfatizó. Y completó: “La prostitución es un trabajo, existe y el Estado debe contemplar nuestros derechos humanos. Penalizando el trabajo sexual sólo favorece a la trata que supuestamente quiere combatir. Yo soy puta y no digo que es un trabajo bonito pero lo digo con orgullo y de hecho ahora me siento más precarizada que antes porque no puedo laburar en la calle y los clientes piden más concesiones. Yo no quiero coger gratis, quiero estar vestida como una zorra en la calle y que no me pare la policía”.