A 41 años de la guerra de Malvinas, el desafío de explicar el concepto de soberanía a los más chicos

Los nenes de sala de 5 entran al aula alborotados, se sientan en las sillitas que prolijamente la maestra acomodó en un gran círculo en el aula y, luego de cantar para hacer silencio, esperan ansiosos que empiece la “hora del cuento”.

Ante decenas de caras de sorpresa, la seño, que pegó en el pizarrón un gran afiche de un  pingüino humanizado con gorro y campera celeste, les cuenta la historia de Pipino, un pingüino que vive en Malvinas, “una isla que queda muuuuy lejos en una isla al sur de Argentina y hace mucho frío”. Hasta que un día, un monstruo muy malo con parche en el ojo y pata de palo llega y lo echa. Entonces, triste, Pipino le pide ayuda a su amiga la ballena para volver a su casa, pero no pueden hacer que el monstruo abandone la isla. A medida que avanza la historia, la seño pega imágenes de los personajes que surgen del relato. Al camino de Pipino y la ballena se suman una foca, un cóndor, un ñandú, una mulita y un yacaré, primero; y después un león, un oso y un tigre. Los nenes se asombran y gritan para que la seño acomode las figuras en el pizarrón. Así, los docentes de pre escolar y primer ciclo abordan la guerra de Malvinas.

El relato de Pipino que cada 2 de abril docentes de nivel inicial y primer ciclo recrean con diferentes técnicas es, en realidad, una creación del excombatiente Claudio Garbolino. “Pipino el pingüino, el monstruo y las Islas Malvinas” es el único cuento infantil que explica para niños de entre 3 y 7 años el conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido y el por qué del reclamo de las Islas por parte del gobierno nacional. 

El texto -escrito en 2012 por el hombre que durante el conflicto bélico tuvo la tarea de proveer y trasladar armamento y municiones con solo un mes de entrenamiento militar y fue prisionero de guerra inglés- fue incluido de inmediato por el Ministerio de Educación en su programa pedagógico y fue bien recibido entre los docentes de primer ciclo que encontraron una manera amigable de explicar la complejidad de la guerra a niños.

Docentes de diferentes áreas consultados por 0223 que trabajan Inicial y primer ciclo de enseñanza indicaron que "Pipino..." les permite “generar la incorporación de conceptos nuevos como 'nación', 'soberanía', 'negociación' y 'veteranos de guerra'.

La Ley de Educación Nacional 26.026 establece en su artículo 3 que “la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática y respetar los derechos humanos y libertades fundamentales”. Así, la enseñanza de Malvinas se encuentra presente en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) vigentes. 

De acuerdo al NAP, las escuelas deberán ofrecer situaciones de enseñanza y aprendizaje que promuevan en los estudiantes la construcción de una identidad nacional plural respetuosa de la diversidad cultural, de los valores democráticos y de los derechos humanos; el conocimiento y la comprensión de las dimensiones éticas, jurídicas y políticas de nuestra historia reciente promoviendo la construcción colectiva de la memoria; el conocimiento de los fundamentos de la reivindicación de la soberanía argentina plena –territorial, política, cultural, alimentaria, entre otras– en el marco de los derechos humanos y conforme a los principios del derecho internacional; y la experiencia de participar y comprender el sentido de diferentes celebraciones y conmemoraciones que evocan acontecimientos relevantes para la escuela, la comunidad, la nación y la humanidad.

Otro de los textos elegidos por los docentes para abordar el tema Malvinas es el cuento "La tía, la guerra", de Paula Bombara, un cuento amable e ilustrado que parte del conflicto del deseo de un niño por adoptar un perro y hace preguntas. Hay una madre que se opone a la llegada de la mascota e intenta explicar la dictadura militar y una mujer mayor que, perdida en sus recuerdos, teje una bufanda interminable pero no olvida el dolor de tener un hijo sepultado en las Islas.

Desde el Ministerio de Educación sostienen que “recordar Malvinas en las escuelas tiene distintos objetivos: por un lado, abordar la memoria y realizar un homenaje a los hombres y mujeres que participaron del conflicto y, por el otro, reafirmar la soberanía nacional a través del conocimiento de los argumentos geográficos, históricos y jurídicos que sostienen el reclamo argentino”.

"La etapa de la educación infantil es un momento clave donde establecer valores prosociales, entre los que están las preferencias por formas pacíficas de resolución de conflictos, la vivencia cotidiana y la identificación que permite la fantasía son las principales maneras de desarrollar estos valores en la primera infancia", sostiene Miguel C. Martínez. miembro del Seminario de Educación para la Paz de la Asociación  pro Derechos Humanos.

Es por eso que la literatura infantil elegida por quienes están a cargo de los primeros niveles de enseñanza aborda la Guerra de Malvinas de manera lúdica, pero deja en claro los sentimientos de tristeza y dolor por los que atraviesan sus personajes que no descartan la posibilidad de finalizado el conflicto bélico, encontrar una solución al reclamo de soberanía por el camino diplomático.