El trabajo potente de la Biblioteca Parlante
La Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales mantiene una agenda de actividades permanente. Un plan de inclusión a través de audiolibros que llega hasta el uso de Inteligencia Artificial.
Una serie rápida de consultas a los visitantes de la plaza Peralta Ramos, Colón y 20 de Septiembre, me confirma que poco se sabe de lo que ocurre dentro del edificio que se encuentra en su centro. Algunas respuestas tuvieron que ver con los baños de la plaza, otras con un espacio cerrado u oficinas de Obras Sanitarias o bien un “se ve movimiento, pero no sé para qué”.
Lo cierto es que en el mismo corazón de la aquella Plaza (Brown y 14 de Julio, para ser más exactos) tiene su sede desde el año 1983 la Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales, fundada en 1979. Se trata de una de las primeras bibliotecas parlantes creadas en el país y, aún hoy en día, una de las pocas: existe una en Mendoza, otra en San Juan y la de nuestra ciudad.
En este espacio no solo se desarrollan actividades en forma diaria para ciegos y disminuidos visuales, sino que se brindan talleres para personas convencionales también. Por otro lado, es una biblioteca que cuenta con cerca de siete mil obras, de las cuales casi la mitad ya está digitalizada.
Parte del personal de la biblioteca son personas con alguna discapacidad visual. María José y Karina son las encargadas de la producción de obras y las editoras de audio. También son quienes se dedican a digitalizar el patrimonio de la biblioteca. Según cuentan, “El material estaba desde el '83 en viejos casettes que hay que ir digitalizando de a poco con un viejo grabador y un programa de audio a una computadora. Luego ese audio se preparaba como audiolibro y está listo para ser prestado a los socios”.
Dentro de su trabajo se encuentra el quitar los ruidos de fondo de las grabaciones a través de filtros y las pausas o cambios de casetes que vienen de los anteriores materiales. “Otras de las cosas que hacemos es arreglar las grabaciones que hacen los voluntarios desde su casa. Aunque también pueden venir a grabar acá a nuestra cabina profesional”, agregan.
Todo el proceso que llevan adelante no solo es trabajoso, sino que también lleva bastante tiempo. Por ejemplo, para pasar un audiolibro contenido en diez casettes a mp3 se demora, aproximadamente, dos días. Si a eso hay que editarlo también, puede llevar dos o tres días más. Debemos tener en cuenta que hay libros de hasta 60 casettes y más.
María José y Karina monitorean constantemente todo el trabajo, pero, además, son las encargadas de llevar adelante el proceso de grabación por parte de los voluntarios. Para estos hay una guía de grabación que ellas les explican y cómo serán los pasos a seguir. Coordinan el estudio con la sala de grabación todo el tiempo y son muy exigentes con el tema de las voces. Para esto se toman pruebas para notar la dicción, cómo se lee, si se respetan puntos y comas y, sobre todo, identificar para qué tipo de texto funciona mejor esa voz: si tiene emoción para una novela, uno de aventuras o es más serio y le sienta mejor a un libro técnico. El voluntario no elige el texto, sino que esto se decide según la necesidad del momento.
En cuanto a la funcionalidad, la biblioteca tiene el mismo protocolo que cualquier otra convencional. La persona se asocia y tiene un margen de préstamo de tres audiolibros por vez. Estos pueden ir en formato CD, mp3, que el mismo socio se acerque con una memoria y llevárselos o pedirlo por correo electrónico si por alguna razón no puede acercarse a la biblioteca.
El catálogo con el que cuentan es muy variado y va desde novelas de todo tipo, libros técnicos y de cuentos, hasta material de estudio. Según las bibliotecarias, “mucho de lo que se pide es novela y, sobre todo, las novelas románticas”.
Si bien falta pasar aproximadamente la mitad de la totalidad de las obras a audio digital, el recorrido ha sido el mismo que el que vivió la música: de casette a CD y de CD a mp3.
Pero la apuesta fuerte, a esta altura de la historia, pasa por el uso de la Inteligencia Artificial. En la Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales ya se utiliza un dispositivo de IA, un programa de voces neuronales. Leonardo, encargado del área específica de IA para formar audiolibros, explica: “Si bien se inició hace poco la experiencia, no deja de sorprender. Lo que hace la IA es pasar cualquier archivo PDF o libro electrónico a audiolibro. La gran diferencia es que se puede personalizar y en el tiempo que lo hace. Se puede elegir una nacionalidad y esa voz reconoce los regionalismos, los puntos, las comas, lo silencios, indicarle si se necesita un tono infantil o de novela y la IA adapta todo eso. Un archivo PDF de 360 páginas, un libro promedio, lo divide en tracks y lo convierte en, aproximadamente, dos horas y media. Hay miles de voces masculinas y femeninas, además se puede ajustar la velocidad de la entonación, cual es el tiempo de pausa entre palabra y palabra, entre renglones y también se pueden agregar efectos, como, por ejemplo, cierta respiración para simular que alguien te lee directamente a vos”, nos dice entusiasmado.
El proyecto es medianamente nuevo, pero ya cuentan con 24 libros realizados bajo estos parámetros y se muestra como un complemento perfecto para el área de producción de obras. El software fue gestionado particularmente para la biblioteca, ahí lo llaman “Elenita” y puede brindar el servicio solo para los socios de la biblioteca. “Pensando en materias de estudio, alguien puede acercar un texto y a las dos o tres horas ya lo tiene en formato audiolibro para utilizarlo”, dice.
Contar con esto es un gran logro para la propia Biblioteca y un paso más hacia los mejores servicios que quiere brindar la institución a sus socios. Además, esto permite modificar la fórmula planteada anteriormente: del casete al cd, del cd a mp3 y del mp3 a la IA.
La Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales crece y se transforma permanentemente. Para esto cuenta con una Asociación Amigos de la Biblioteca Parlante y el intenso y comprometido trabajo de los que allí se encuentran. Aparte del catálogo de audiolibros, en ella se encuentran películas. Cuentan con más de 400 títulos con audio descripción, y una colección exclusiva (Mar del Plata en voz) de autores locales que leen sus propias obras.
En el salón de usos múltiples, que cuenta con proyector y cabina de sonidos, se desarrollan distintas actividades como presentación de libros, eventos culturales, talleres para personas ciegas y disminuidas visuales, y otros para todo público, de lenguas extranjeras, braille, cerámica, folclore, teatro, radioteatro y de tecnología accesible para que se aprenda a manejar celulares y computadoras adaptados. Todos ellos son gratuitos.
En el acceso uno puede encontrar algunas figuras volumétricas para la enseñanza de biología y geografía que fueron donadas hace un tiempo. Cerca de su vitrina, el salón donde se guarda el material, el que se encuentra en proceso de orden y nueva catalogación dado que la necesidad de espacio es urgente. Cerca de la puerta principal nos topamos con un punto descentralizado de la Dirección de Discapacidad del Municipio.
En ese espacio, la bibliotecaria Silvia Troche se encarga de orientar a las personas que asisten al lugar sobre cómo gestionar aquellos trámites vinculados al área. “Es un punto de orientación para aquellas personas con alguna discapacidad. Pero también somos el nexo entre Discapacidad y Cultura”, sostiene. Y agrega: “Las personas con discapacidad no están encerradas todo el día en un centro de día, tienen una vida, se expresan y llevan adelante cosas maravillosas. Este es un espacio donde todo eso se puede mostrar y compartir”.
Hace un tiempo ya, vecinos, usuarios y socios de la Biblioteca participaron del programa Presupuesto Participativo con un proyecto que buscaba brindar mayor seguridad y evitar vandalizaciones en el espacio. El proyecto salió favorecido, pero aún no se lleva adelante la instalación del cerco perimetral tan necesario. No obstante, esto no evita que la Biblioteca siga mirando a futuro: ya se piensa en una plataforma online del material con el que cuentan, seguir con las vistas de escuelas y colegios, un buen archivo y, el sueño mayor: un Museo Táctil (hoy en día, con las impresoras 3D, debería ser mucho más sencillo de concretar).
Alguna vez, el escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte indicó que “Uua biblioteca no es un conjunto de libros leídos, sino una compañía, un refugio y un proyecto de vida”. Por eso, mientras las noticias en torno a las bibliotecas pasan por estar cerradas, la Biblioteca Parlante para Ciegos y Disminuidos Visuales tiene un accionar permanente y lleva adelante su trabajo de acercar la lectura a cada vez más personas en un gran proyecto de integración.
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