Quiso meterse en una casa, se enganchó en la reja y terminó detenido

Un delincuente que buscaba ingresar a una vivienda por la noche, calculó mal al momento de atravesar la reja de la propiedad, quedó con un pie incrustado en el hierro y ya no pudo moverse. Durante media hora, el ladrón, cabeza abajo, no pudo escapar y la Policía llegó al lugar alertada por los vecinos y lo detuvo. Herido, el intruso fue llevado al hospital, donde se encuentra internado.

El episodio ocurrió en una casa de Florencio Varela, que se encuentra desocupada. El ladrón aprovechó la ausencia de habitantes y trató de meterse por la noche, creyendo que nada iba a impedir que se llevara algunos elementos de valor. Para eso quiso traspasar la reja perimetral de la vivienda, pero cuando buscó llegar al otro lado su pie derecho se quedó incrustado en el hierro y quedó colgado de cabeza. 

En esa posición, sin la chance de destrabarse, el hombre, de 30 años, ya no pudo moverse, por lo que los vecinos llamaron a la Policía y fue detenido después de casi madia hora de permanecer boca abajo.

El ladrón fue identificado, detenido y llevado hasta el hospital Mi Pueblo por una ambulancia del SAME por la gravedad de la herida en su pierna derecha. Quedó internado en observación, pero fuera de peligro.

Un caso similar en Misiones

En abril, un ladrón de 25 años entró de madrugada en una vivienda en Garupá, en Misiones, para llevarse una bicicleta marca TopMega. Parecía que el robo le salía bien, ya que por la hora el dueño de la vivienda no se dio cuenta de nada. Pero todo cambió drásticamente cuando el delincuente, al querer salir de la casa trepando la reja, con la bici al hombro, se incrustó su mano derecha en la punta de la reja y empezó a gritar desesperadamente por el dolor.

El dueño de la casa se despertó y al salir a la calle vio al hombre atorado en la reja perimetral de su propiedad. Llamó a la Policía, y tuvieron que intervenir los bomberos para rescatar al ladrón herido, que estuvo un buen rato parado sobre una silla de plástico que le acercaron para evitar el dolor, y sus gritos.

Durante varios minutos cortaron con una sierra el hierro en el que se habría incrustado la mano mientras el ladrón lloraba de dolor. "No aguanto más, bro", les dice en la grabación que se hizo viral.