Después de 100 años, se podrá nadar de nuevo en el río Sena en París

A un año de ser sede de los Juegos Olímpicos, París se encuentra en la fase final de una limpieza histórica que pronto hará que nadadores y clavadistas regresen al río Sena, de donde cada año se extraen unas 360 toneladas de residuos.

Las siglas que se observan en la imagen hacen referencia al Service Publique de l'assainissement Francilien (Servicio Público de Saneamiento de la región parisina).

25 de Julio de 2023 17:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

La natación en el río que atraviesa la ciudad de París, estuvo y aun sigue estando prohibida hace un siglo debido a las aguas sucias. Sin embargo, se convertirá en uno de los principales legados de los Juegos gracias a un proyecto de regeneración de 1.400 millones de euros (US$1.600 millones) aclamado alrededor del mundo como un éxito.

Más allá de los tres eventos olímpicos y paralímpicos (triatlón, maratón de natación y paratriatlón) programados en el Sena en el centro de París, el gobierno busca el acceso público a tres áreas de natación al aire libre desde el muelle, para 2025.

"Cuando la gente vea a los atletas nadando en el Sena sin problemas de salud, se sentirán seguros de sí mismos para volver al río", predice Pierre Rabadan, subalcalde de París a cargo de los Juegos Olímpicos. "Es nuestra contribución para el futuro".

París vio disminuir drásticamente la calidad de sus ríos debido a las aguas residuales industriales río arriba, en conjunto con las demandas de saneamiento de una población en crecimiento. Fue tal el deterioro que en la década de 1960 solo se registraron tres especies de peces en la ciudad. En 1923, las autoridades prohibieron nadar, aunque una competencia anual de Navidad en el río sobrevivió hasta la Segunda Guerra Mundial.

El australiano Frederick Lane ganó dos medallas de oro en el Sena en los Juegos Olímpicos de 1900.

Uno de los principales problemas han sido los históricos y obsoletos sistemas de drenaje de "sistema único" del siglo XIX, que unen el agua usada de cocinas y baños, con las aguas residuales de los inodoros.

En tiempos normales, fluye a través de un complejo de túneles subterráneos hacia los centros de tratamiento en las afueras. Sin embargo, cuando llueve mucho, el sistema se satura y el exceso debe drenarse al Sena.

Desborde del río Sena el 24 de enero de 2018

Las mejorías tras poner cartas en el asunto son notables, ya que hubo una fuerte reducción de las bacterias fecales que ingresan al río. Sin embargo, "La dificultad ha sido erradicar esos últimos puntos porcentuales para garantizar que el río se pueda clasificar oficialmente como limpio", dice Samuel Colin-Canivez, ingeniero jefe de saneamiento en el ayuntamiento de París.

Solución

La solución ha sido la construcción de un gran embalse subterráneo que servirá para almacenar las escorrentías en épocas de fuertes lluvias. Desde la superficie parece un trabajo de construcción regular. Pero debajo, hay un enorme espacio cilíndrico de 34 m de profundidad y 50 m de ancho, suficiente para contener agua de 20 piscinas olímpicas.

"Hasta ahora, el Sena ha sido la válvula de seguridad para el sistema de alcantarillado. Si no hubiésemos permitido que las aguas residuales entraran en el río de vez en cuando, se habrían acumulado en los hogares de las personas", dice Colin-Canivez.

"Ahora, un túnel llevará el excedente al embalse, donde puede almacenarse durante uno o dos días, el tiempo para que el sistema se estabilice nuevamente. Luego, se drenará normalmente a los centros de tratamiento".

Samuel Colin-Canivez no descarta momentos muy excepcionales en los que aún con el embalse algunas aguas residuales acaban en el río. Pero estos serán raros, y la ciudad declarará que temporalmente "no se podrá bañar" en el Sena.

La megacuenca estará operativa para los Juegos del próximo año, que comenzarán a fines de julio y exhibirán el río revitalizado no solo como un lugar deportivo, sino también como el foro para la ceremonia de apertura, con una flotilla de 160 botes que llevarán a 10.000 atletas por un tramo de 6 km hasta la Torre Eiffel.

Un evento que de hecho no tendrá lugar en el río en absoluto, es la pesca con caña. Bill François, de la federación de pesca de París, dijo: "Hoy tenemos entre 30 y 35 especies de peces en el centro de la ciudad, y nos llegan bagres de 2m de largo. Ha sido una transformación".

Nota de advertencia: las ratas

Los peligros de la leptospirosis (una enfermedad transmitida por la orina de las ratas) son conocidos en una ciudad que no escasea de ratas, y para la que los pescadores reciben vacunas anuales.

Sin embargo, Paul Kennouche, jefe de calidad del agua en el ayuntamiento de París, dice que los estudios muestran que la cantidad de bacterias de la leptospirosis no es anormalmente alta. "No hemos tenido un solo caso de leptospirosis en el canal de La Villette (donde ya se permite nadar), y ese es el mismo entorno urbano". "No tenemos ninguna gran preocupación, pero ciertamente estaremos monitoreando y tomando medidas para eliminar las ratas".