"Fue un aprendizaje del miedo": el duro recuerdo de un exdetenido a 40 años del "Nunca Más"
Integrantes de la Conadep Mar del Plata y DDHH relataron cómo fue que los testigos debieron testificar las torturas. "No te quiero contar la cara de los milicos cuando entrábamos a los que habían sido centros de detención", recordaron.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El 15 de septiembre de 1984 la delegación Mar del Plata de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (Conadep) presentó un informe donde se registraron casi 270 testimonios de sobrevivientes de los centros de detención de la sangrienta dictadura militar, que llevó el nombre de "Nunca Más". Hoy, a 40 años de ese verdadero acto de valentía de un grupo de argentinos que se animó a relatar los tormentos sufridos frente a las narices de sus propios verdugos, se presentará un cortometraje para estudiantes secundarios y universitarios. "Es traerle esto a los pibes y a las pibas para que, de alguna manera, el pasado reciente les sirva y más en estos contextos, poder problematizar y entender su presente y su futuro", expresó a 0223, Ana Pecoraro, coordinadora del espacio Faro de la Memoria.
A minutos de la presentación del material audiovisual y de un conversatorio en el Aula Magna Coca Maggi (Unmdp), una de las referentes de los Derechos Humanos en la ciudad, valoró el encuentro para "poner en valor y rescatar, como siempre, el testimonio de las y los sobrevivientes, que sin ellos ninguna de las conquistas que tenemos en las luchas de Memoria, Verdad y Justicia hubiesen sido posibles".
Pecoraro, adelantó que en el corto se muestra el "profesionalismo" en que se realizó la recolección de los testimonios, que permitieron realizar mapas, estadísticas y registros de los centros clandestinos de detención en Mar del Plata. "Y fue en un contexto de mucha inestabilidad política, de amenazas sufridas por quienes llevaron adelante la tarea", destacó.
A su lado, Fernando Martínez Delfino, de Familiares de Detenidos Desaparecidos, recordó algunos pasajes de los dramáticos momentos vividos cuarenta años atrás. "Para los que militábamos en nuestro organismo, porque éramos familiares de víctimas o sobrevivientes, o ambas cosas a la vez, fue una cosa importante porque entre nosotros hacía años que se escuchaba el terror de lo que había pasado en función de los militantes que les había ocurrido eso o a sus familias. Pero fue la primera vez que el Estado nos escuchó de forma organizada y eso posibilitó que se aumente considerablemente el número de denuncias, porque en Mar del Plata se llegó a registrar cerca de 270 denuncias y hoy en día estamos en las 500. Y hoy siguen nuevamente presentándose, porque hay gente que todavía no puede hablar de lo que les sucedió", reflexionó.
Martínez Delfino afirmó que "en ese momento ni se pensaba en juicios, solamente era contar lo que había pasado" y que fue un verdadero "aprendizaje del miedo" el tener que denunciar lo vivido mientras aún funcionaban en democracia, las mismas estructuras militares y policiales de la dictadura. "Nosotros estábamos más curtidos, porque el militante está curtido en la tragedia, en la lucha. Pero fue algo nuevo tener que convivir con esos milicos. Fundamentalmente cuando fueron a la Conadep y se hicieron las visitas a los centros clandestinos. No te quiero contar la cara de los milicos cuando entrábamos. Éramos todos civiles y entrábamos al plano de ellos, que había sido sagrado. Y con los sobrevivientes que decían acá, acá y acá me hicieron esto. Y los milicos miraban y no hablaban. Había una tensión de película de terror y suspenso".
Por último, Juan Carlos Wlasic, abogado e integrante de Conadep, reforzó la importancia de la documentación de estos hitos que marcaron la Memoria, Verdad y Justicia. "Hubo un reconocimiento inicial de centros clandestinos de detención de Mar del Plata, y muchos de ellos verificados en un momento en el cual todavía las estructuras originarias de esos centros clandestinos se mantenían y no habían sido modificadas. En la Base Aerea de Mar del Plata, en La Cueva, ese lugar, por ejemplo, se mantuvo como estructura, en ese momento ya empezaban las modificaciones. Cuando nosotros fuimos en el Juicio por la Verdad, ya en el 2000, eso era un aula de enseñanza, es decir, que no tenían ningún elemento de la época del funcionamiento como centro clandestino", acotó.
Y resaltó nuevamente la importancia de reforzar la memoria colectiva, sobre todo para las nuevas generaciones. "Hace a la no repetición de los hechos, que fueron de una atrocidad total y absoluta. En segundo lugar, porque aún hoy quedan resabios de las conductas dictatoriales: uno ve el desempeño de la policía, en la forma violenta en que actúan y justamente eso retrotrae a la práctica de la dictadura. No es un hecho que esté total y absolutamente superado. Y en otro orden de cosas, también el mantenimiento de la memoria es hacia la obtención de la justicia".
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