"El Faro no se vende": fuerte rechazo a la instalación de un bar en el excentro de detención

Previa a la sesión de comisión que debatirá el proyecto del Ejecutivo que busca aprobar la instalación de un bar en el excentro clandestino de detención de la dictadura, que funcionó en el Faro de Mar del Plata, integrantes de organismos de Derechos Humanos realizaron este lunes una ruidosa protesta rechazando la iniciativa.

Minutos después del mediodía, un grupo de manifestantes se apostaron sobre la avenida Luro, frente al Municipio, exigiendo al gobierno de Guillermo Montenegro a que desista de la polémica iniciativa. Dentro del recinto del cuerpo deliberativo, cerca de medio centenar de personas, al canto de “el Faro no se vende”, expresaron su profundo malestar a la cesión del predio lindero donde funcionó el centro clandestino de detención de la ex Escuela de Suboficiales de Infantería Marina (Esim), a una sociedad de fomento, la cual a su vez cederá un sector a un privado para la instalación de un local gastronómico.

“Mar del Plata tiene 1.450 kilómetros cuadrados y justo ahí tienen que poner una gintonería. Es una afrenta porque no pueden emborracharse y bailar sobre nuestros muertos, sobre nuestra historia”, afirmó Alberto Pellegrini, que durante varios días fue un “desaparecido” justamente en ese sector del sur de la ciudad.

En declaraciones a 0223, Pellegrini, quien desde hace varios años es el responsable del departamento de prensa del Hospital Interzonal, contó con visible dolor que la situación para él, “es muy particular”, ya que lamentó: “Yo caí detenido un 5 de agosto, un día como hoy exactamente pasé a ser un detenido desaparecido”.

“Yo estoy acá porque me convocaron algunos organismos de Derechos Humanos sabiendo que parte de mi detención ocurrió en el periodo de El Faro –primero empecé en la Base Naval- y seguí en El Faro aproximadamente 20, 25 días, porque no puedo precisar cuántos días, ya que estaba encapuchado y vendado y perdés hasta la noción del tiempo. Yo garantizo y juro ante quien sea, que pasé los peores días de toda mi vida ahí y después terminé en Puerto Belgrano”, recordó.

En tal sentido, Pellegrini manifestó que “como sobreviviente, nunca me gustó ser autorreferencial y siempre sentí como que mi historia era pequeña porque las historias grandes, las pesadas, las duras son las de los que no están y siempre sentí que es mi obligación venir a poner la voz de los que no tienen voz. No concibo que pongan una gintonería ahí porque Mar del Plata tiene 1.450 kilómetros cuadrados, es lo que ocupa el distrito de General Pueyrredon y justo ahí tienen que poner una gintonería. Es una afrenta porque no pueden emborracharse y bailar sobre nuestros muertos, sobre nuestra historia. No está bien que eso pase”.

El exdetenido desaparecido sostuvo que a su entender, la aprobación de tal iniciativa va “por el lado de los negocios” y reprochó: “No puedo concebir que todos los legisladores de los sectores del oficialismo estén convencidos de esto”.

“Yo apelaba recién a una figura que tiene que ver con los militares, que era la obediencia debida, en el sentido que los cuadros inferiores decían, ´no, a mí me mandaron hacer esto y yo lo hice´, y con esa excusa mataban, secuestraban, torturaban. Ahora, los concejales de este recinto, ¿tienen obediencia de vida hacia el Intendente o alguno va a tener el coraje de decir, este es mi límite, señor Montenegro?, cerró.