Amenazas, manipulación y hostigamiento: denuncian a un pastor por acoso sexual
La víctima tiene 19 años, asegura que no es la única y pide que lo detengan. La historia detrás del caso que estremece a toda una comunidad.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Una comunidad religiosa se vio conmocionada en las últimas horas por la denuncia de acoso sexual que involucra a un obispo de una iglesia evangélica de Mar del Plata.
El relato de María es desgarrador. Su nieta, de 19 años, llegó a casa llorando una tarde y nadie podía arrancarle la verdad sobre lo que le había pasado. Entre lágrimas, contó que su pastor le había dicho cosas irreproducibles. "Nos llamó la atención que después de 11 años quisiera dejar de ir a la iglesia, y cuando pasó esto lo entendimos al instante", narró la abuela en diálogo con 0223.
Un sábado la chica fue a limpiar las instalaciones ubicadas en Bolívar al 8800 (como solía suceder entre los grupos de ayudantes jóvenes) pero esa vez el pastor le pidió que subiera a una habitación donde quiso besarla. Según denunció la víctima, no era la primera vez que intentaba propasarse con ella, sino que la hostigaba permanentemente con mensajes.
"Hacía ocho meses que la venía acosando por teléfono pero como es tan manipulador, ella no se animaba a decir nada. Le decía frases muy obscenas y la llamaba todos los días en cualquier horario", confirmó María, quien la alentó a hacer la denuncia policial.
Sin embargo, la restricción solicitada no fue suficiente para que lo detuvieran como esperaba la familia. "Recibí un mensaje de él en el que reconocía todo, pedía perdón y decía que no lo iba a hacer más. Pero después nos fuimos enterando de otros casos con chicas que no se animan a denunciarlo porque las tiene amenazadas. Primero les ofrecía confesarse y después utilizaba sus secretos para que no hablaran", lamentó la mujer.
Hasta el momento, se contactaron con al menos otras cinco personas que reconocieron haber sufrido acoso. Eso la llevó a hablar con las autoridades de la iglesia (la corporación), aunque la respuesta no fue la esperada: "Me dijeron que como era obispo no podían decir nada. Yo creo en dios y me parece muy mal que sigan con esta mentira, cuando la gente asiste porque sufre y necesita consuelo", sostuvo María.
Mientras la fiscalía investiga el caso, la familia teme que los hechos se repitan con otras víctimas. La iglesia sigue abierta y el pastor continúa predicando. Pero el simbronazo fue fuerte. "Muchos se enteraron y dejaron el lugar. Es más, uno de sus hijos se fue porque dice que vio cosas raras", detalló la mujer.
A pesar de eso, ella sostiene que el hombre de 66 años se victimiza y que no piensa irse: "Dice que el diablo quiere sacudir a la iglesia pero que él va a resistir".
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