Médico confirmó el castigo que sufrió el bebé de 18 meses asesinado

"Aumento deliberado de padecimiento de víctima". El planteo que la fiscal Florencia Salas hizo el primer día del juicio a Alan Lapalma por el crimen del bebé de 18 meses se confirmó técnicamente en la segunda jornada con la declaración del médico que tuvo a su cargo la autopsia.

El médico Adolfo Peñeñory fue el primero de los testigos que se presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 y coincidió en que, por el tenor de las heridas detectadas, Aaron Bustos Sosa sufrió un castigo que se prolongó en el tiempo. Tal como se planteó en la hipótesis fiscal en el comienzo de la instrucción penal preparatoria y como adelantó el informe preliminar de autopsia, la víctima sufrió un fuerte golpe en el costado izquierdo del cráneo que le provocó el estallido de vasos sanguíneos y una hemorragia.

Además de ese golpe mortal, el profesional detalló una serie de lesiones en el abdomen que provocaron lesiones y hematomas internos que fueron registrados en el informe incorporado al expediente. La continuidad y aumento del tormento sufrido por el pequeño también se evidenció en las lesiones que sufrió previamente al día de la muerte. En ese sentido destacó lesiones, heridas y cicatrices en la cara -tal como señaló el padre de la víctima en su declaración el primer día- y en otras partes del cuerpo.

Los jueces Alexis Simaz, Néstor Conti y Roberto Falcone escucharon al resto de los testigos de la primera jornada -un policía y el imputado - y pasaron a un cuarto intermedio hasta el jueves en que las partes harán sus alegatos. La tercera audiencia comenzará con la presentación de la fiscal Florencia Salas y el abogado Osvaldo Verdi como representante del particular damnificado. La jornada, tras un cuarto intermedio, se cerrará con el alegato final de la defensora oficial Gabriela Zapata.